*Los Avatares en las Tradicionales Paradas Militares
*Con Iturbide Iniciaron y con Maximiliano Siguieron
*La Participación de Aeronaves y sus Vicisitudes
*Las Sospechas de Sabotaje en el Accidente de 1995
Por Nidia Marín
Todo indica que por segunda ocasión el pueblo de la Ciudad de México no desbordará un desfile, en este caso el de mañana 16 de septiembre. En esta ocasión el impedimento será la espantosa pandemia.
Así como ocurrió el año pasado en el desfile por la conmemoración del 108 aniversario de la Revolución Mexicana, la gente no fue porque el “puente” se adelantó al día 18 de noviembre y el día 20 los mexicanos estaban trabajando y, por lo tanto, no lo vieron, hoy son otras las razones y será para un “petit comité”… como la otra vez.
Los avatares han menudeado en México en las fechas de los grandes desfiles tradicionales. El que se lleva a cabo el día con motivo de la Independencia Nacional no ha estado exento de problemas.
En sus 199 años (el próximo 2021 cumplirá 200 años) de haberse efectuado el 27 de septiembre de 1821 con el triunfo del Ejército Trigarante a cuyo frente iba Agustín de Iturbide, la parada militar se ha suspendido en varias ocasiones. Por ejemplo, en algunos años, durante el Segundo Imperio, aunque a veces y a su manera Benito Juárez llevaba a cabo festejos patrios. A su vez Maximiliano de Habsburgo respetaba los festejos de Independencia, de los cuales se encargaba la denominada Junta Patriótica.
Más tarde, una vez que ingresó Porfirio Díaz al poder, sobrevino la disolución de dicha Junta y se institucionalizó el desfile el 16 de septiembre.
También sería suspendido en algunos años de la etapa de la Revolución Mexicana y en otros desfilarían más bien los revolucionarios, es decir muchos de los combatientes de los diversos grupos.
Los aviones empezaron a tener parte en una parada militar en 1917, aunque no siempre intervenían, hasta que en 1930 ya tenían anualmente su “parada aérea” y cada vez que había este desfile de Independencia, pilotos y aeronaves intervenían. Fueron 65 años de participación hasta que, en 1995, durante el apenas estrenado mandato de Ernesto Zedillo Ponce de León, ocurrió el terrible accidente en el que perdieron la vida el General de Ala Gonzalo Curiel García, el Mayor José Rivera Gutiérrez y los tenientes: Gustavo Enrique Pérez Estrada, así como Mario Humberto Sánchez García y Jorge Vergara Mogollón. Sólo se salvó uno: el teniente Gerardo Ceballos Peraza sobrevivió debido a que activó el asiento expulsor.
Sí, chocaron en pleno vuelo tres aviones: dos T-33 y un F-5, con un saldo de seis pilotos muertos y uno herido.
Allá por Cuajimalpa y los límites con Huixquilucan Estado de México quedaron regados los cuerpos.
En esos años, hubo muchas especulaciones respecto de que no había sido accidente, sino sabotaje. Se llegó a señalar que fue una venganza porque un año antes la Secretaría de la Defensa Nacional había movilizado aviones Pilatos PC-7, provistos de ametralladoras, a la zona de conflicto en Chiapas, donde habían actuado en contra de los zapatistas y en apoyo a las fuerzas militares de tierra en las zonas que eran posiciones rebeldes, entre otras en San Cristóbal las Casas, Las Margaritas y María Auxiliadora.
También se especuló que fue un sabotaje perpetrado presuntamente por rivales del narcotraficante Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos”, porque el día anterior al accidente de los aviones en el desfile militar, el general de ala Curiel García había acudido a una fiesta por la independencia en la casa del jefe del Cartel de Juárez.
Como fuere, el asunto fue que los aviones dejaron de desfilar y durante 11 años la decisión no se cambió, hasta 2007 se levantó el castigo y la Fuerza Aérea Mexicana retornó a las paradas militares.
En esta ocasión ya veremos cómo se desarrollará el desfile de este 2020 en que se celebran 199 años de esta parada militar por la Independencia de México.
Esperemos que en esta ocasión no haya herido alguno, porque en 2019 un paracaidista sufrió lesiones al descender en la plancha del Zócalo.
También hay situaciones buenas. Siempre hay una sorpresa. El año pasado, por ejemplo, por primera vez desfilaron en los cielos, a bordo de sus aeronaves, varias mujeres piloto de la Fuerza Aerea Mexicana.
