*Para las Obras “Emblemáticas” se Destinaron 92 mil Millones de Pesos
*Programas Sociales Ejercen Recursos Hasta Ahora no Transparentados
*La Auditoría Superior de la Federación Todavía no Revisa la Cuenta de 2019
Por Alberto Almazán
Después de que se anunciara que las finanzas públicas no cuentan ya con “ningún guardadito” lo que incluye el gasto total de los 300 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de los ingresos Presupuestarios (FEIP) y decenas de fideicomisos tampoco tienen recursos, el Presupuesto de Egresos para 2021 mantendrá un incremento “real” apegado a la inflación para mantener los programas sociales y las obras emblemáticas del gobierno federal.
De acuerdo con el secretario de Hacienda, Arturo Herrera Gutiérrez –en audio que presuntamente fue filtrado y que corresponde a una reunión con legisladores de Morena- el gasto para el próximo año registrará ajustes, será austero y se redireccionarán recursos a fin de mantener los programas sociales y cumplir los compromisos presidenciales.
Llama la atención que en dos años de ejercicio fiscal se hayan agotado los recursos sin que se realizaran obras de infraestructura que justifiquen el gasto.
Porque de acuerdo con el PEF de los años 2019 y 2020 para las tres principales obras del Gobierno federal: Tren Maya, Refinería 2 Bocas y Aeropuerto Felipe Ángeles se han ejercido 92 mil millones de pesos.
El presupuesto total de 2019 alcanzó la cifra de 5, billones 838,059 millones 700 mil pesos, de acuerdo con la publicación oficial del Decreto del PEF y establecido en el artículo segundo.
El de 2020 aumentó 270 mil millones de pesos lo que llevó al PEF a un total de 6 billones 107 mil 732, millones 400 mil pesos. Así está consignado en el artículo tercero del decreto del PEF.
En suma, en los dos primeros años de gobierno del presidente López, los ejercicios fiscales sumaron 15 billones de pesos que no se ven reflejados en la mejoría económica del país y de los 136 millones mexicanos que habitan el país.
LOS PROGRAMAS QUE GASTAN MÁS
De acuerdo con los datos oficiales tres programas sociales acaparan el mayor número de recursos.
Para Jóvenes Construyendo el Futuro en 2019 se destinaron 40 mil millones y 69 mil 585 millones 600 mil 394 pesos en 2020.
A Sembrando Vida se destinaron 13 mil 472 millones de pesos en 2019 y 28 mil millones de pesos en 2020.
Para las Becas se aprobaron 4 mil 164 millones de pesos.
Extrañamente el rubro de la Pensión Universal no establece los montos finales en cada uno de los ejercicios.
Con los datos disponibles, porque para entenderlos se requiere ser experto en finanzas algo que los diputados no tienen y de no ser por los asesores tanto externos como internos, sería imposible que elaboraran el Presupuesto de Egresos de las Federación.
Sin embargo, se puede entender que el Gobierno federal ha transparentado muy poco de lo que ha gastado.
No se sabe, por ejemplo, quiénes cubren salarios y viáticos de los 20 mil Siervos de la Nación que son quienes entregan “sin intermediarios los apoyos sociales”. El año pasado se dio a conocer que no dependían de la nómina de la Secretaría de Bienestar, porque no formaban parte de la plantilla de trabajadores formales. Nunca se ha aclarado en qué condiciones laboran para el Gobierno federal.
Lo que se observa en la revisión de los documentos disponibles –se presume que deberían ser públicas las cuentas, las asignaciones, el ejercicio o subejercicio presupuestario, pero no es así- es un crecimiento en el gasto corriente no obstante el despido de cerca de 200 mil burócratas de medio nivel e inferior que laboraban bajo contrato por tiempo determinado.
Tampoco se halla el dinero destinado en 2019 para el traslado de las Secretarías de Estado a diversas entidades del país y que en el Presupuesto de 2019 se asignaron 12 mil millones de pesos.
LAS CUENTAS NO CUADRAN
Sin que lo aquí escrito represente la verdad financiera del Presupuesto de Egresos de la Federación, son muchas las voces de los expertos que claman por la transparencia del gasto público, toda vez que no cuadran las cuentas entre lo tangible y lo gastado de manera discrecional.
Con motivo de la pandemia sanitaria que produjo una semi parálisis en el cobro de impuestos al no generarse éstos por el cierre de industria, comercio y servicios, el Gobierno federal echó mano de los recursos que se generaron a lo largo de 18 años y que alcanzaron a sumar poco más de 300 mil millones de pesos.
Es dinero adicional al presupuestado tanto en 2019 como en 2020 sin que en el año anterior se hubiera registrado crisis sanitaria alguna. Sin embargo, el crecimiento del PIB fue virtualmente deficitario al alcanzar únicamente el 0.01 por ciento al cierre del año con cifras oficiales del INEGI y el Banco de México.
Y las cuentas no cuadran porque en 2019 se dejaron de comprar miles de millones de pesos destinados a fármacos del cuadro básico del sector salud; no se realizaron obras de infraestructura con valores superiores a los mil millones de pesos; se cancelaron decenas de programas de apoyo social como el de las guarderías o los recursos destinados a las víctimas. Los comedores comunitarios fueron cerrados y en términos generales en 2019 y 2020 se registraron recortes por miles de millones de pesos.
Incluso, los salarios fueron recortados, se canceló el seguro de gastos médicos; al campo se le entregaron menos 20 mil millones de pesos de lo presupuestado y no mejoraron lo servicios básicos como agua, drenaje y energía eléctrica.
Los especialistas financieros, los que saben cómo sumar, restar, dividir y hasta la aplicación de la raíz cuadrada, insisten en que hay miles de millones de pesos sin comprobación, lo que no significa que hayan sido sustraídos de las arcas nacionales, sino que se ejercieron de manera discrecional.
Hasta septiembre de este año, la Auditoría Superior de la Federación no ha revisado la Cuenta Pública de 2019, por lo que se desconoce el paradero de fondos destinados a programas sociales o a obras y gasto corriente.
Al final de la jornada queda la afirmación: las cuentas no cuadran.