Por Nidia Marín
Ya se la venían cantando. Ya era hora: A dos fuegos traían a “El Marro”, por un lado, el Cartel Jalisco Nuevo Generación que no le daba tregua en su guerra en Guanajuato, fundamentalmente en Salamanca, Cortázar, Celaya, Apaseo el Grande, Apaseo el Alto, Villagrán y Juventino Rosas, por el otro las fuerzas de seguridad utilizando desde chivatos y drones, hasta toda la tecnología moderna con la que cuenta la Marina Armada de México.
Si bien no lo agarraron como a “El Tigre de Santa Julia”, de todos modos Juan te llamas, porque su deuda con el destino estaba firmada por una mayoría de mexicanos.
Por ejemplo, las autoridades lo traían a salto de mata y ya lo habían dejado huérfano de amor. Sus cuatro parejas sentimentales o tiraron el arpa o se las arrebataron. María Luisa Cervantes, andaba escondida donde podía; Karen Molina Villalobos, había sido detenida y tras su liberación advertida sobre los riesgos que correría; Andrea Magdalena Cervantes, “La Maga” y Elsa Marisol Martínez, “La Güera”, huyeron porque además de su relación con el gordo eran sus entusiastas colaboradoras para secuestrar y apoyarlo en sus perrerías.
Ya se veía venir este nuevo rumbo del asunto, sobre todo desde que fueron detenidos ocho parientes cercanos de “El Marro”, María Ortíz, la madre; Juana Erika Ortiz, la hermana, Rosalba N, la prima, además del padre, Juan Rodolfo Yépez Godoy. Todos fueron liberados debido a la socorrida llave de la tortura.
Pero para astutos, otros. Así arribaría el “Golpe de Timón”, que fue el nombre de la estrategia llevada a cabo en el área de inteligencia de la Secretaría de Marina y al parecer en otras dependencias. Ya se la venían solfeando a este tipo, egresado con honores del Cartel de “Los Zeta”.
Y es que en México abundan las escuelas del crimen, lo mismo para ser sicarios, que vendedores de sustancias prohibidas, ingenieros químicos para procesarlas y toda la cadena y la gama de la maldad.
Actualmente, estas universidades de la perversión son 6 de grandes cárteles, más las de primarias y de secundarias que son las 80 células delictivas en todo el país.
Entre los maestros eméritos del crimen, es decir los de la vieja escuela, está el veterano Mayo Zambada, como el más longevo: 72 años, en el Cartel de Sinaloa y este año festeja sus bodas de oro en el narco.
Otro, es Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, nacido en Aguililla, Michoacán en 1966 (54 años), donde se formó con el cartel de Los Hermanos Valencia y hoy, aquel policía de profesión y delincuente por adopción, es Jefe de Jefes del Cartel Jalisco Nueva Generación, uno de los grupos de mayor presencia en el territorio nacional. El pertenece a la generación del esfuerzo en México, porque de haber sido sicario pasó a ser el máximo representante de la violencia.
En el ranking de la crueldad y violación de la ley, José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”, oriundo de Villagrán, Guanajuato, donde nació en 1990, logró un lugar de privilegio en provincia.
Este tipo no era nadie (tampoco los otros), hasta que en 2017 le declaró la guerra al Cártel Jalisco Nueva Generación y desde hace algunos años este mandamás del cartel de Santa Rosa de Lima, ha ganado su lugar de privilegio en el odio de los mexicanos, al dedicarse al huachicoleo o robo de combustible, aunque su operación no es nacional, sino local en el Estado de Guanajuato y sus colindancias con Michoacán y Querétaro.
Tras la confrontación desarrollada desde 2019 contra el Cartel Jalisco Nueva Generación por el control del territorio de Salamanca, (donde se ubica la refinería que desde adentro de sus instalaciones surtía a “El Marro”) y después de los granadazos, bombardeos y batallas con armas largas en prácticamente toda la entidad, el sanguinario ya fue detenido, aunque aseguran que el negocio sigue hoy en las manos de su padre, Juan Rodolfo Yépez Godoy y su hermano Rodolfo Yépez Ortiz.
Sin embargo, el golpe a la estructura del capo fue severa, realizada entre el Ejército, (la Marina vía la Inteligencia) y las fuerzas de seguridad de Guanajuato, porque detuvieron, además, a su grupo de mando: Eliseo Gutiérrez Belman, “El Titis” o “el Titino” (segundo en rango); Fernando Juárez Morelos, “El Pantera” (tercero en la escala); Noé Israel Lara Belman “El Puma” (cuarto en posición); José Manuel Félix Azueta. “El Meño” (sexto en mando); Israel Lara Ruíz Castro, “El Nacaro” (séptimo); Fabián Lora Belman, “El Vieja” (octavo) y Jesús Eduardo Linares “El Triste”, (noveno en mando).
¿Quién fue el cantante, que tipo Lozoya, entona arias a veces como solista y en ocasiones con todo y coro? Hay prospectos, porque no se detuvo a uno de los de la camarilla más elevada: Alfonso Lara Ruiz “El Guayabas”. Tampoco a José Mario Lara Mendoza, “El Magia”, del que por cierto asegura la publicación “El Tiempo”, es hermano del alcalde de Villagrán, Juan Lara Mendoza, postulado por el Partido Nueva Alianza en las elecciones locales de 2018 y quien, a su vez, es tío de los hermanos Fabián y Noé Lara.
De tal manera que cualquiera puede estar entonando desde “O Sole Mio” hasta aquello de José Alfredo:
“Camino de Guanajuato / Que pasas por tanto pueblo/ No pases por Salamanca / Que ahí me hiere el recuerdo / Vete rodeando veredas / No pases porque me muero…”
Pues casi se le cumple.