Por Jesús Michel Narváez
Entender que un legislador, senador o diputado federal o local, tiene la libertad de cambiar de grupo parlamentario cuando lo decida y así convenga a sus intereses políticos, no es difícil.
De suyo, hay quienes llegan a San Lázaro o al Senado apoyados con las siglas de determinado partido en el que no militan y que son postulados por su popularidad o reconocimiento al trabajo desarrollado; no son pocas las ocasiones que desertan del instituto en el que estuvieron toda su vida y ahora que quieren ser legisladores no los toman en cuenta y buscan y encuentran, por supuesto, el respaldo de los que no cuentan con la gente suficiente que gane en las urnas.
Por ello no resulta sorprendente que cuando han protestado sus cargos decidan abandonar la bancada original y se trasladen a otra o se declaren independientes.
Aquí no existe ilegalidad alguna, acaso oportunismo político.
Lo que sí es a todas luces ilegal es “maicear” a los legisladores para que abandonen una bancada, se pasen a otra y reciban a cambio 5 millones de pesos a fin de incrementar el número de legisladores del grupo parlamentario que quiere subir el escalafón para, aunque usted no lo crea, adueñarse de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados para el último año de la LXIV Legislatura.
Esto ocurre con el beneplácito de los jerarcas de san Lázaro. Todo mundo sabe y lo ha denunciado públicamente el coordinador del PES, Jorge Argüelles y sin embargo, Reginaldo Sandoval, coordinador del PT, actúa sin que nadie se lo impida.
Resulta que conforme al acuerdo fundacional que el orden para presidir la Mesa Directiva en el último año de la LXIV Legislatura, coloca al PRI en esa posición. Si bien tiene 46 diputados el número le alcanza para ser la tercera fuerza, apenas detrás de Morena y el PAN.
Por consiguiente, le corresponde presidir la Mesa Directiva.
Pero don Reginaldo quiere ser el ganón con sus 42 legisladores de origen. Con ese número es la cuarta fuerza. Ya se han integrados dos a su bancada provenientes de Morena. Y anda en busca de tres más para tener 47 y convertirse en el tercer grupo y por tanto tendría derecho a la presidir la Cámara de Diputados.
El tema en cuestión es que es altamente probable que logre su propósito y relegue al PRI al cuarto sitio… de manera ilegal.
El PRI pide se respete el acuerdo. El PT no escucha. Morena voltea el rostro hacia otro lado y el PAN no se siente aludido porque ahora preside la Cámara. Según la norma del líder de Morena, en su partido no se roba, no se engaña y no se miente. Se presume que la línea la deben seguir sus aliados. El PT no lo hace. El PES sí. ¿En qué terminará el affaire? Deseable que no sea un triunfo para el PT porque el desprestigio que tienen los diputados aumentará notablemente. Aunque claro, eso no importa cuando se tiene acceso a millones de pesos.
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