Por Gerardo Lavalle
Dulce María Sauri Riancho y Rubén Moreira sellaron el funeral del PRI. Sus dos votos le dieron a Morena de Mario Delgado la mayoría para convocar a un periodo extraordinario y aprobar la reforma a la Ley de Adquisiciones a fin de que el Gobierno federal adquiera medicamentos en donde le plazca y sin licitación alguna.
El Dinosaurio fue cazado. Y todo hace suponer que el anuncio del titular de la Auditoria Superior de la Federación, David Colmenares Páramo sobre la investigación de los bienes inmuebles de Alejandro Moreno Cárdenas (Alito) dirigente, que no líder, del CEN del PRI le dobló las corvas y ordenó a sus legisladores avalar la propuesta de Mario Delgado para darle más poder al presidente de la República y pueda comprar lo que le venga en gana, en cualquier país del mundo, los medicamentos que requiera el sector salud. Y seguramente René Juárez dio su anuencia para que los diputados primoristas se doblegaran en “aras de servir a México”.
Dos votos suficientes para que la Comisión Permanente del Congreso de la Unión pudiera convocar a un extraordinario para cambiar la ley y permitir que el dinero público se maneje con la opacidad suficiente y que las compras se hagan por el “interés de la nación”, al tiempo que asesina a la industria farmacéutica nacional.
Es inaceptable que para discutir la reforma a la Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria el llamado “bloque de contención” haya frenado la intentona presidencial y de Mario Delgado y ahora, en un asunto que pone en riesgo no solamente a la industria referida sino a la SALUD DE TODOS LOS MEXICANOS el PRI lo haya fracturado y otorgado el beneplácito para el extraordinario que, naturalmente, ganó Morena y sus aliados. Se trataba de mayoría simple. Y esa la tiene Morena sin sus aliados.
¿Tan larga y débil está la cola del DINO-PRI que con un pisotón lloró el saurópsido cuya onomatopeya es similar al arrullo de las palomas pero con fiereza, que se arrojó a los brazos de un pequeño peje? Claro, avalado por el independiente contralor de la federación.
Cuando los medicamos que se adquieran en el extranjero sin las cualidades que debe aprobar Cofepris y la gente comience a morir mientras los adquirentes se frotan las manos por las pingües ganancias, Dulce María Riancho y Rubén Moreira que no se escondan y que admitan su corresponsabilidad. Y Alito, Alito que prepare las maletas para viajar a donde no haya extradición. Difícil lo que lo haga porque a los mexicanos les gusta España. Son sus raíces.
