Recorrido por “La Noche Victoriosa” y Después por la Batalla de Otumba

Reportaje

Por Susana Vega López

Entre los grandes atractivos turísticos que tiene México se encuentra la historia. Todos tenemos referencia de los hechos de la gran conquista de México realizada por los españoles; que la alianza con los tlaxcaltecas fue definitiva para este proceso, pero poco se sabe de los triunfos de los guerreros mexicas.

Uno de ellos fue “La Noche Victoriosa”, cuando los mexicas, al frente con Cuitláhuac, vencieron al ejército invasor español comandado por Hernán Cortés, entre el 30 de junio y la madrugada del 1 de julio de 1520.

Estos acontecimientos fueron recordados por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, con la transmisión de un video en la plataforma digital Capital Cultural en Nuestra Casa y redes sociales de la dependencia.

En el video, conducido por el director del Archivo Histórico de la Ciudad de México, Juan Gerardo López Hernández -muy oportuno en estos días de encierro que continúan de manera voluntaria las personas por la pandemia del Covid-19 que azota al mundo-, los cibernautas se enteraron de esta victoria que representó un logro para Cuitláhuac, a un día de haber sido elegido tlatoani.

Se relató que luego de que Matlatzincátzin, el Chuacóatl (jefe militar), vio que los españoles eran pocos, ordenó a sus hombres que los rodearan para derrotarlos. La versión más emotiva de esta batalla se ubica en “La Historia Verdadera de la Nueva España” atribuida a Bernal Díaz del Castillo.

Allí, con lujo de detalle, se dan pormenores de las heridas de los caballeros principales, de las invocaciones celestiales, así como de las voces de aliento que Cortés brinda a sus hombres en los momentos más difíciles del encuentro “mano a mano, pie con pie, lo que hoy diríamos cuerpo a cuerpo”, señaló el secretario de Cultura de la Ciudad de México, Alfonso Suárez del Real y Aguilera.

Cortés logra huir, salvar su vida y llegar a Tlaxcala para sanar sus heridas, rearmarse y construir embarcaciones para reanudar sus actividades militares, las cuales se extendieron por más de un año.

“Mientras (Francisco López de) Gómara cifra el número de atacantes en más de 200 mil, (Alonso de) Zorita los ubica en 60 mil, y resume que salvaron la vida 360 españoles, que junto con los 60 que se encontraban ya en Tlaxcala y 80 en Veracruz, suman los 500 de los mil 900 españoles integrados a las fuerzas de Cortés tras vencer a Pánfilo de Narváez, en tanto (Pedro de) Alvarado detona el odio azteca tras la injustificable matanza del Templo Mayor en la fiesta de Tóxcatl”, explica el funcionario.

A siete días de esta gran victoria, tras huir de esta importante escena, Cortés, sus soldados españoles y aliados tlaxcaltecas lograron llegar a tierras cercanas a Otumba, en Temalcatitlán, donde eran perseguidos y confrontados por una gran multitud de mexicas y sus aliados de Tlalnepantla, Cuautitlán, Tenayuca, Otumba y Cuautlalpan.

Tras varias horas de batalla, Hernán Cortés se percató de la intención de los mexicas y ordenó a la tropa española formar un círculo y colocar a los piqueros en la parte exterior del mismo para ir repeliendo los ataques, en tanto los ballesteros se formaban en los flancos dispuestos a cubrir a sus compañeros, se narró en el video.

Luego, Cortés dio órdenes a su tropa de ir directamente en contra de Matlatzincátzin, haciéndole caso al dicho de los tlaxcaltecas, el cual decía que, en las batallas mesoamericanas, capturar al tlahuizmatlaxopilli o quetzalteopamitl (estandarte de guerra y símbolo de poder militar) era una forma de resolver las batallas.

Junto con destacados guerreros, Cortés rompió el cerco que mantenían los mexicas y cargó directamente hacia Matlatzincátzin. Éste fue derribado por Juan de Salamanca, quien le arrebató un tocado de plumas, así como el tlahuizmatlaxopilli que entregó a Cortés. Al notar la captura del estandarte de guerra y la muerte de su jefe militar, los mexicas se retiraron del lugar.

“Hoy pensemos en los otomíes, tlaxcaltecas y en otros aliados de los españoles como integrantes de nuestra misma nación, junto con los mexicas, para poder entender que somos un gran pueblo derivado de esas acciones de hace 500 años”, concluyó el director del Archivo Histórico, Juan Gerardo López Hernández.

En la batalla de Otumba, pese a su superioridad numérica, los mexicas se retiraron de la pelea cuando los españoles les arrebataron su estandarte de guerra y dieron muerte a Matlatzincátzin, lo que permitió que Cortés salvara su vida y pudiera llegar a Tlaxcala para sanar sus heridas, rearmarse y construir embarcaciones para reanudar sus actividades militares, las cuales se extendieron por más de un año.

Así es como a una semana de “La Noche Victoriosa” se llevó a cabo la gran batalla en Otumba, Estado de México, la del 7 de julio de 1520 que fue definitiva para que se ejecutara la mal llamada Conquista de México.

Además de la transmisión del video conmemorativo por los 500 años de la batalla de Otumba, la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México también pone a disposición del público la serie de lecturas “Voces de la historia de Mexhico-Tenochtitlan 700\500”, otro ejercicio de derecho a la memoria histórica que se alberga en la plataforma digital Capital Cultural en Nuestra Casa (www.capitalculturalennuestracasa.cdmx.gob.mx/) y redes sociales de la dependencia (www.facebook.com/Cultura.Ciudad.de.Mexico/).

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