Por Susana Vega López
Está rodeada por Palacio Nacional (1522), el Antiguo Palacio de Ayuntamiento (1532), la Catedral Metropolitana (1571) y el edificio de Gobierno de la Ciudad de México (1935), además, forma parte del Centro Histórico que es considerado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1987: la Plaza de la Constitución o Zócalo, como se le conoce amigablemente.
Cuenta con una superficie de 46 mil 800 metros cuadrados formados por un rectángulo de 195 metros por 240 metros y es considerada la segunda plaza más grande del mundo.
En este espacio se encontraba El Parián, un mercado de indígenas mexicas que fue derribado por órdenes de Antonio López de Santa Anna en 1843 para que se pusiera un monumento en honor a la Independencia de México, señalan documentos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). El proyecto inició con la construcción del zócalo.
Entre los urbanistas, zócalo es una base; el basamento que diseñan los arquitectos para erigir un monumento o inmueble. Y precisamente donde estaba El Parián se puso un zócalo circular de ocho metros de diámetro y 30 centímetros de altura que fue abandonado en 1845 por problemas políticos. Allí, en el zócalo, se daban cita los pobladores. Fue hace tres años, en 2017, cuando el arquitecto del INAH, Alejandro Meraz encontró los vestigios de esta circular estructura.
Ahora, en tiempos de pandemia, el Zócalo está acordonado con una cinta amarilla para evitar que la gente se congregue, se reúna, pues tratan de prevenir que las personas se contagien del Coronavirus Covid-19, lo que no ha sido impedimento para algunos manifestantes que se plantaron frente a Palacio Nacional.
En la Plaza de la Constitución se han reunido más de 200 mil personas en un solo concierto (como el de Paul Mc Cartney), pero también ha sido punto de llegada de marchas y manifestaciones; de reuniones convocadas para realizar mítines políticos, ferias, tianguis, pista de hielo, exposiciones, encuentros diversos y donde se conmemora el grito de Independencia la noche del 15 de septiembre y el desfile del 16 por lo que durante ese mes se adorna con motivos patrios y luces que iluminan el lugar. Lo mismo sucede en el mes de diciembre con las fiestas de navidad. La conmemoración del Día de Muertos se realiza con exposiciones diversas.
En el centro de esta gran plancha se encuentra el asta-bandera que diariamente se iza y se arrea por personal militar que sale del Palacio Nacional. Los soldados del Ejército Mexicano realizan los honores al lábaro patrio lo que resulta ser todo un espectáculo.
Allí se encuentra una de las 195 estaciones del metro que forma parte de la línea azul de este transporte público con capacidad de trasladar a más de 4 millones de personas al día y que, en tiempos normales llegó a un sobrecupo de más de dos millones.
En la plaza convergen vialidades como la calle 20 de noviembre que desemboca a mitad del Zócalo en tanto que las la calles de Madero y 16 de septiembre desembocan en este sitio histórico. Pino Suárez y 5 de febrero están a los costados.
Desde allí se aprecia el Monte de Piedad ubicado en la calle 5 de mayo, así como el edificio que aloja la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México en donde estuvo el Portal de las Flores (apellido del propietario que lo manda construir en 1724) que fue demolido en 1935.
Tiempo después se planea la calle 20 de noviembre y comienza a edificarse un inmueble simétrico al viejo Palacio del Ayuntamiento.
Se comenta que allí estaba la casa de la Malinche, un espacio dedicado al juego de pelota de los aztecas (tlachtli), así como un Chac Mool, una de varias esculturas mesoamericana en forma de humano recostado, con las piernas recogidas, planta de los pies al piso, tronco ligeramente inclinado hacia atrás y la cabeza girada de lado, que lo relacionan con el Dios de la Lluvia (igual que Tlaloc) o con un guerrero. Los estudiosos no se ponen de acuerdo.
En la esquina de 16 de septiembre y la continuación de 5 de febrero se asoman las ventanas del Gran Hotel de la Ciudad de México, así como oficinas del Congreso Local, comercios y restaurantes.
A la Ciudad de México llegaron 39 millones de turistas en 2018, según registro de la Secretaría de Turismo, que la ubican en el sexto lugar de las ciudades más visitadas a nivel mundial.
