“Germinal”

Del Cine y las Leyes

La Semilla de la Dignidad

Por Horacio Armando Hernández Orozco

“Germinal”, película francobelga de 1993 basada en la novela homónima de 1885, escrita por Émile Zola; dirigida por Claude Berri, y contó como actores principales con Renaud (Étienne), Miou-Miou (Maheude), Gérard Depardieu (Maheu), Judith Henry (Catherine), Jean-Roger Milo (Chaval), Jean-Pierre Bisson (Rasseneur) y Laurent Terzieff (Souvarine).

Étienne, un maquinista desempleado, llega a un pueblo en busca de trabajo y encuentra un puesto en la mina de carbón de Le Voreux, pero ante las condiciones infrahumanas, propone a los mineros llevar a cabo una huelga para exigir una mejora salarial.

La cinta fue en su momento la mayor superproducción del cine francés, siendo una brillante adaptación de una de las novelas más famosas de Émile Zola, que cuenta la trágica historia inspirada en la huelga de los mineros de Anzin en 1884; no hay final feliz, pero sí de esperanza.

LA HUELGA

Étienne alienta a los demás trabajadores de la mina que vayan a una huelga a fin de presionar a los dueños burgueses y puedan obtener un mejor sueldo, para ello será necesario contar con un fondo de contingencia para hacer frente al tiempo en que no tendrán paga.

Las causas que generan una huelga son diversas, algunas de ellas son calificadas como legales por la Ley y otras como ilícitas; en la cinta se da cuenta de las duras condiciones de trabajo en la mina: jornada laboral de catorce horas; bajo salario; enorme riesgo laboral; empleo de menores y mujeres sin cobertura social (sanitaria, invalidez, pensiones).

El pago es por carricoche de carbón, y aparte por entibar con vigas las galeras; si hay un accidente a consecuencia de un mal entibado, se impone una multa, descontando una parte del salario; los días festivos no trabajados no se pagan.

Una vez pisoteada la dignidad del trabajador, cualquier huelga es justificada; el cantinero Rasseneur, antiguo trabajador minero, comenta que es mejor afiliarse a la Asociación Internacional de Trabajadores recién fundada en Londres, para lograr mayor fuerza en la huelga; a su vez Souvarine, un anarquista, señala que lo mejor es destruir la mina y esperar que surja algo mejor.

LOS ESQUIROLES

Maheu es reconocido como el líder moral del movimiento, así que junto con Étienne y una comitiva se trasladan a la casa de Leon Gregoire, dueño de la mina, para hacerle saber sus peticiones, quien tranquilamente les señala: “Cuando los obreros sufren, las empresas también; soy un empleado como ustedes, reflexionen, la huelga es un desastre para todos, se morirán de hambre”.

Es cierto lo que dice Gregoire: “La huelga es un desastre para todos”; y efectivamente, ninguna huelga es deseable en las relaciones obrero patronales, pero son necesarias para reconocer derechos laborables y en su caso establecer mejores condiciones de trabajo.

La huelga afecta de modo muy negativo a la minera, ya que su sistema de producción es el “Just in time”, el cual se caracteriza por producir en forma continua para entregar los pedidos con total puntualidad; sobre todo en una economía basada en el uso del carbón como principal fuente de energía para las industrias.

Por ello, Gregoire recurre a contratar trabajadores extranjeros, principalmente de Bélgica, y varios de los mineros franceses, ante la situación de hambre que están pasando, regresan a trabajar a la mina.

LA REPRESIÓN

Ante el fracaso de las negociaciones, Maheu y Étienne van a las minas de los poblados contiguos para evitar que también trabajen, y lo logran, aunque ahora interviene el ejército que resguarda las minas que son trabajadas por los esquiroles, por lo que se enfrentan a los soldados, en la confusión disparan a los huelguistas, matando a Maheu.

Las represiones policiacas o militares contra los movimientos huelguistas han sido de siempre; en México se cuentan dos de carácter histórico: la del 1º de junio de 1906, en la mina de Cananea y la del 7 de enero de 1907, en la fábrica de Río Blanco, aunque en esta última, los dueños la habían cerrado previamente (lock out); ambos movimientos fueron brutalmente reprimidos por la policía.

A nivel mundial está: La revuelta de Haymarket en 1886, en que la Federación Estadounidense del Trabajo convocó a una protesta el 1º de mayo para exigir una jornada laboral de ocho horas; así estalló una huelga que movilizó a unos 350.000 trabajadores en todo el país, tuvo su epicentro en Chicago, donde los trabajadores tenían jornadas de hasta 14 horas; el 4 de mayo, en la manifestación en el parque de Haymarket, asistieron unos 20.000 obreros, las autoridades abrieron fuego, dando muerte a 38 obreros, además de un centenar de lesionados; varios dirigentes sindicales fueron ahorcados un año después tras un cuestionado proceso judicial.

El “Domingo Sangriento” de Rusia, para enero de 1905, campesinos y obreros se unieron a la clase media rusa para protestar contra la opresión del imperio del zar Nicolás II y exigir mejores condiciones laborales; el 22 de enero, una marcha pacífica hacia el Palacio de Invierno del zar, en San Petersburgo, derivó en una sangrienta confrontación con la Guardia Imperial que dejó centenares de muertos; cientos de miles de trabajadores en todo el imperio entraron en huelga, siendo la semilla de la tardía Revolución de 1917.

LAS IDEOLOGÍAS EN UNA HUELGA

La película presenta claramente cuatro ideologías confrontadas por la huelga: la liberal clásica, de no intervención del Estado en la economía, reflejada por Gregoire, pues la empresa se rige por la ley de la oferta y la demanda; la anarquista, reflejada por Souvarine, partidario de desconocer cualquier tipo de autoridad, estatal o particular, y la destrucción de las instituciones, tan es así que inunda la mina; el reformismo sindicalista, reflejado por Rasseneur, quien menciona que la Asociación Internacional de Trabajadores (Primera Internacional de Trabajadores) creada en Londres está creciendo, que es necesario afiliarse, rechazando la politización del movimiento obrero y la revolución; y el socialismo sindical, representado por Étienne, quien plantea la necesidad de organizarse, de crear una asociación obrera y una caja de resistencia, manifestando: «ante la unidad de los obreros, los patronos claudicarán; hay que construir un mundo nuevo y más justo, la tiranía del capital nos mata de hambre».

Al final, el movimiento ha perdido a su líder moral, la huelga se debilita y regresan a trabajar, Maheude, esposa de Mahue, se incorpora al trabajo en la mina, la única mujer fuerte que no se ha detenido ante nada y Étienne se va derrotado en busca de esperanza en otro lugar.

Los movimientos huelguistas continúan en el mundo, pero ¿será porque se sigue pisoteando la dignidad del trabajador?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

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