*¿Pero, qué les Pasa?
Por Alberto F. Mena Mallén
De golpe, el mundo determinó encerrarnos a los viejos y también, si valemos la pena vivos o no. O mejor dejarnos morir… teoría del descarte… Los abuelos arriba de 65 son endilgados con el “Título de los de más Riesgo”, lo que puede ser verdad, ya que el mayor porcentaje de fallecidos son de la tercera edad, -hay muchas personas adultas que salen de este problema-, aunque hay lugares donde este índice lo representan personas menores.
¿Pero qué les pasa? Se reconoce que esta pandemia afecta al ser humano de diversas maneras, ya que según los que la estudian, son muchos los órganos del cuerpo humano que se lesionan, pero aún no existen estudios reales que avalen tales afirmaciones y menos se ha producido una vacuna para atacar a este virus; según los últimos reportes se tienen 115 vacunas en estudio en el mundo, las que están en el proceso de investigación.
Muchos sabemos que el salir a la calle representa un serio peligro para nuestras vidas y también conocemos, -quienes quieran llevarlo a cabo-, que estaremos encerrados por muchas semanas más, lo que igualmente sería un serio problema para este grupo de personas, ya que solo se conoce el hecho de que quien tenga un adecuado sistema inmune podría, sí, podría salir avante en caso de algún contagio, aunque también hay afirmaciones en el sentido de que esta enfermedad no para con el virus, sino posteriormente causa afectaciones serias a la salud humana.
Hay, en las redes sociales un texto atribuido a un Inmunólogo que señala lo difícil de la situación en México y otras naciones.
“Si levantan la ‘cuarentena’, se levantará por la ‘necesidad’ de personas de salir y por presión social en cuánto a economía, no se levantará por criterio médico ni científico”.
El criterio médico es seguir en casa por lo menos 2 meses más, pero eso no se está cumpliendo ahora y menos se cumplirá en adelante. En otras palabras, la actitud negativa de un buen porcentaje de personas ha ganado. El virus ya está en todas partes y no se irá por arte de magia. La vacuna no llegará en meses, y hasta ahora no hay un medicamento seguro y eficaz.
Es cierto que con el tiempo la mayoría nos iremos infectando, porque será inevitable ir al banco, al mercado, al trabajo o alguien traerá el virus de la calle a la casa, pero no es lo mismo enfermarse ahora que después. En este momento y en los próximos 2 meses, los servicios hospitalarios no les darán buena atención, así lo quieran, ya que no hay ventiladores ni camas suficientes, la mitad del personal de salud están de licencia por riesgo o porque ya se infectaron.
La primera línea, esa verdadera primera línea formada por personal de salud preparado para esto, especialistas en cuidados intensivos, urgenciólogos, internistas, prácticamente ya está desbordada y en este momento solo participa otro personal de salud que se dedica a otras áreas de la medicina. Te puede atender un/una neumólogo/a muy joven, o alguien de dermatología, endocrinología, reumatología traumatología, y pronto tendrán que alistarse médicas y médicos familiares.
En un tiempo esa primera y segunda línea — que en este momento está de licencia por infección — volverán porque adquirieron inmunidad, (quienes pudieron superar la enfermedad) y tenemos esperanza de encontrar mejores medicamentos mientras llega la vacuna. En dos meses los casos disminuirán y tendremos más posibilidades de conseguir un ventilador o camas y los hospitales. Ya no improvisarán ambientes, tendremos más posibilidades.
Hay que ganar tiempo porque esto no será para siempre, si largo… infectarse ahora es muy riesgoso, si desarrollas la enfermedad tienes 5% de posibilidad de morir, piensa en tu familia, eres valiosa/o. Me preocupa mucho algunos comentarios que puedo leer por las redes sociales y que demuestran nuestro escaso razonamiento; fomentar reuniones después de levantar la cuarentena, fomentar que abran los gimnasios y restaurantes, salir a pasear en grupo, etc. sólo acelerará nuestra caída.
Por favor, mantengan las medidas de aislamiento, que no nos importe que el vecino, la amiga, el primo, la comadre ya está volviendo a su ritmo de vida normal. Tu no lo hagas. Analiza el entorno. Tu condición y situación. Ten paciencia.
Así que ya saben: si enferman ahora, no hay camas, tendrán que esperar que alguien se muera para ocupar esa cama y si tienen más de 60 años o alguna co-morbilidad no estarán en lista de espera, la preferencia la tienen personas jóvenes (porque tienen más posibilidades de salvación) y nadie podrá interceder por nosotros/as.
Sigan manteniendo el aislamiento lo más que se pueda y también las medidas de seguridad y prevención como el lavado de manos y el uso de mascarillas. Suban su sistema inmunitario con: tranquilidad, buen descanso, verduras y frutas”
El hecho de que el gobierno encabezado por Andrés Manuel López Obrador y su vocero del Covid-19, Hugo López Gatell Ramírez, presuman sus acciones frente a todos los mexicanos y resulten cuestionados por un gran sector de la población por sus cifras erróneas, equivocadas o mal manejadas, además de sus contradicciones, provocaron que la ciudadanía actué sin temor a este mal.
Lo vimos en las noticias, en el sentido de que hay muchas personas que no creen que exista el Covid-19 y hay otras que consideran que es un invento del gobierno “para encerrarnos”; igualmente hubo muchas personas que no respetaron las medidas de la sana distancia y otros lo del cubre-bocas. Hubo necesidad en muchos casos de utilizar a la policía para mantenerlos en el orden.
Las fechas de máximo contagio estuvieron erróneas o mal manejadas, ya que los datos se dieron en distintas fechas. Ahora resulta que les echan la culpa a los mexicanos mal portados, aunque sus decisiones influyeron en este comportamiento.
Las incongruencias de este gobierno han generado malas conductas, incluso hasta se crean grupos antagónicos a López Obrador en el sentido de buscar la manera de echarlo del gobierno utilizando su decreto. Otras han sido los comentarios positivos que emiten, cuando la realidad contrasta con los dichos. Y esto lo vemos no solo con el tema de la salud, sino con otros rubros de la vida nacional.
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