Por Jesús Michel Narváez
“A la Corte se le debe juzgar por sus sentencias”, afirma el ministro presidente del máximo tribunal judicial del país, Arturo Zaldívar.
Y cuánta razón tiene.
Todos los que hundimos las yemas de los dedos en el teclado suponíamos que la amistad y cercanía de Zaldívar con el presidente López Obrador le impediría actuar con independencia.
Porque eso es el Poder Judicial de la Federación representado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación: uno de los TRES PODERES de la Unión con independencia de los otros dos: Ejecutivo y Legislativo.
La sentencia de inconstitucionalidad a la reforma realizada por el Congreso Local de Baja California marca un hito.
Porque de manera unánime, el Pleno de la Suprema Corte invalidó la “Ley Bonilla” en el que el Congreso de Baja California amplió el mandato del gobernador Jaime Bonilla, de un periodo de dos a cinco años.
“La pregunta inequívoca que se presenta ante nosotros es, pues, si resulta constitucional la ampliación del período para el cual fue electo el gobernador de Baja California, a través de una reforma a la Constitución Local aprobada con posterioridad a la culminación del proceso electoral. La respuesta es a todas luces negativa”, estableció el jurista.
El ministro presidente de la Corte, calificó como violaciones graves que apreciadas en su conjunto ponen de manifiesto un verdadero fraude a la Constitución, un efecto corruptor de rango constitucional.
Amplió el juicio jurídico: con el pretexto de usar su poder reformador de la Constitución y su competencia para decidir sobre su régimen interior, la legislatura local fraguó en realidad un fraude a la Constitución.
“Ya he dicho en otra ocasión en este Tribunal Pleno, que el fraude a la Constitución no es un término retórico, sino un ilícito Constitucional atípico un término técnico que esencialmente en simular que un acto o una norma son compatibles con la Constitución, cuando no lo son, la norma impugnada pretende ser una reforma al régimen político del Estado”, apuntó.
Vinieron dos párrafos que no tienen desperdicio:
“Las elecciones son la expresión de la soberanía popular y la materialización misma de la
“Pero la democracia no se agota en las urnas; implica también el respeto absoluto a la voluntad del pueblo, así como a los términos en que fue otorgada. Cuando los ciudadanos votamos, no lo hacemos en blanco, lo hacemos para un cargo y un período específico”.
No dejó de sorprender que los tres nuevos ministros de la Corte: Juan Luis González, Yasmín Esquivel Mossa y Margarita Ríos-Farjat, propuestos por Andrés Manuel López Obrador, hayan votado en el mismo sentido que los otros 8 ministros. Por como se miraba desde afuera, se presumía que estarían por mantener la reforma constitucional estatal.
Hay quienes afirmaron sin fuentes oficiales que la decisión de la Corte obedeció a la ruptura entre el Presidente y el Gobernador. Especulación surgida por los reclamos de Bonilla al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell y a la decisión de clausurar una maquiladora de ventiladores además de instigar el cierre de la cervecería que se instalaba en Tijuana.
Los comentarios llegan hasta la reunión que mantuvo la secretaria de Gobernación con el gobernador y en la que salió a relucir el criterio jurídico de la ministra en retiro.
Como fuere, la sentencia marca un ayer, un hoy y un mañana en materia de administración de justicia.
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