*Ni la Mitad de los Senadores Aprobaron la Ley de Amnistía, Apenas 63
Por Miguel A. Rocha valencia
La verdad no sabemos los alcances de la Ley de Amnistía que aprobaron los senadores durante una sesión extraordinaria y donde lo único que dejaron en claro es que Morena y sus secuaces, son viles sirvientes del Ejecutivo
Apenas unos días atrás y en teleconferencia de prensa, el propio convocante, presidente de la Junta Directiva del Senado, Ricardo Monreal Ávila, dio diversas razones por las cuales no podrían realizarse sesiones en el pleno.
Adujo razones reglamentarias para no realizarlas como lo solicitaba la oposición para poner en la mesa diversas propuestas en medio de la contingencia de salud y la económica subsecuente. Fue el mismo día cuando afirmó que para él, el tema de la consulta para saber si López seguía en el poder o no, estaba muerta y culpó a los opositores de ello.
Pero de repente le llegó la orden presidencial de convocar a una sesión para tratar el tema único de la Ley de Amnistía, que ni siquiera es necesaria.
Pujó tanto que por fin se hizo la sesión, los morenos y aliados hicieron quórum y con menos que eso, es decir mucho menos de la mitad, aprobaron el mamotreto que pudo aplicarse mediante decreto, como luego pidió el propio Monreal que lo hicieran los gobernadores en los penales locales.
Valieron de nada los argumentos, las peticiones de la oposición. La sesión se realizó en hora y día desusado y votaron a favor 63 de los 128 senadores. De risa señor Monreal, quien, sin pena alguna, mostró que las pocas señales que había dado de independencia, eran sólo un espejismo. Terminó cual vasallo de “El Peje” junto con los senadores, que, en vez de ser representantes populares, son personeros de la ambición de un solo hombre.
Estamos fritos y no por el hecho en sí, sino porque se desoyen en el sistema democrático a las minorías parlamentarias, porque se mostró una vez más que el Legislativo está subyugado por el Ejecutivo y que, este último será incapaz de convocar al gran pacto nacional a que le urge la mayoría de los mexicanos.
Por qué no exigir al presidente que convoque al gran pacto nacional, por qué uno de sus garbanceros lo hace a nivel del Senado. Por qué no se reúne con los gobernadores y los representantes de los poderes reales del país para sumar esfuerzos para luchar contra la pandemia y la debacle económica.
¿Será por qué el oráculo de Palacio Nacional no está dispuesto a aceptar ninguna verdad que no sea la suya? O tal vez ¿No desea mostrar su flagrante incapacidad para atender los problemas reales de un país como el nuestro?
No sé, pero quien gobierna a México formalmente, no ha tenido la capacidad de unificarnos, pero sí talento para dividirnos, todos los días.
Por lo pronto, la ruptura de Morenos y aliados con la oposición real, fue lo peor que nos pudo pasar.