Por Ezequiel Gaytán
La guerra es un conflicto violento entre dos grupos humanos organizados. Existe desde las épocas tribales y se caracteriza por su complejidad, masificación y tecnificación armamentista. Las guerras son destructivas y su violencia es, además de física, psicológica, verbal, militar e incluso biológica.
Las guerras se pueden clasificar de varias maneras. Veamos:
- a) Las de conquista por territorios, recursos y tributos como las emprendidas por Alejandro el Grande o Julio Cesar;
- b) Las de liberación, como las principiadas por Hidalgo, Martí y Ho Chi Minh;
- c) Las de religión como las europeas entre católicos y protestantes;
- d) Las étnicas como las sustentadas por Hitler;
- e) Las civiles como la española;
- f) Las ideológicas como la de Corea;
- g) Las psicológicas como la Guerra Fría;
- h) Las bacteriológicas como lo hizo Hernán Cortés en contra del pueblo Azteca e,
- i) La ciberguerra como la que utilizó Rusia en contra de Estonia en el 2007.
Lo interesante de dicha taxonomía es que podemos concluir que, paradójicamente, hay guerras irracionales, como las argumentadas por Hitler y otras son racionales, como las de liberación de Hidalgo. También, no obstante que a muchas personas no les agrada la idea, encontramos algunas reglas de operación tales como que al frente están los jóvenes, en su mayoría varones, hay ejecución de mando y son actos con ejércitos profesionales, ya sea que se trate de voluntarios o de mercenarios.
La historia nos dice que han existido guerras según quien las escribe. Los mexicanos consideramos “injusta” la guerra contra los Estado Unidos de 1847-1848 y ellos la consideran “justa”. Cabe hacer notar después de 170 años de ese conflicto, los norteamericanos se siguen negando a crear una Comisión de la Verdad sobre el asunto.
El tema de la guerra es tan serio que hoy en día el Derecho Internacional nos habla del legítimo Derecho a la Autodefensa. Lo cual implica ciertos protocolos como la Declaración de Guerra, debido a que todos sabemos que la humanidad, por los motivos arriba mencionados, seguirá desatando conflictos violentos y, en ocasiones, no tan violentos.
En la literatura encontramos teóricos acerca del tema como Sun Tzu “El Arte de la Guerra”, Nicolás Maquiavelo “Del Arte de la Guerra” o Karl Von Clausewitz “De la Guerra”. Todos ellos coinciden en que el imperativo de las guerras es ganarlas.
He leído a algunos colegas nacionales e internacionales que hablan de la “Guerra Comercial” entre los Estados Unidos y China y la clasifican como “La Tercera Guerra Mundial”.
Sus argumentos involucran elementos de desarrollo tecnológico y de comunicaciones, mercados, clientes, producción, respeto a las patentes, proveedores y ganancias económicas de algunas naciones y empresas trasnacionales. Lo interesante del asunto es que, de alguna manera, esgrimen que parte de esa guerra es la situación del Covid-19 o Guerra Bacteriológica, lo cual me parce muy elaborado porque en este mundo globalizado, con ese tipo de estrategias, nadie gana y todos perdemos.
No veo sinceramente una conflagración mundial debido a la actual crisis sanitaria y mucho menos a las naciones sacrificando a sus jóvenes en algún frente de batalla. Lo que veo es una lucha por mercados entre los EUA y China y su imperativo no es el triunfo incondicional del enemigo como si se tratase de una guerra. Sendas naciones acabarán negociando y se dividirán los mercados a fin de cumplir con el principio empresarial de “ganar-ganar”.
Los gobiernos de Estados Unidos y de China están confrontados por la venta de sus mercancías y la ganancia de mercados, aún más, son dos países que tiene resentimientos históricos y cuyos líderes sienten antipatía mutua. Pero en un mundo empobrecido y enfermo no tendrán mercados, no habrá quien les compre y quien les maquile. Por eso veo un juego de estrategias mercantiles, pero no una acepción de guerra y mucho menos la Tercera Guerra Mundial.
