Charlas de Familia por la Incoherencia del Peje

Por Alberto F. Mena Mallén

La agenda del presidente Andrés Manuel López Obrador pasó a la charla familiar, aunque la haya perdido en “las mañaneras” debido a los temas del Coronavirus, de la débil economía, la caída de las bolsas de valores, el petróleo, y otros temas importantes que han surgido en estos días, que ya está provocando problemas al país y a los mexicanos.

También los medios de comunicación e información andan acordes con los mexicanos en sus noticias y críticas y aunque sean fifís o chairos o no, destacan que el primer mandatario anda “en otro mundo” con sus mensajes e ideas.

“Se dará cuenta de lo que dice y hace”, es una de los comentarios que se discuten en las pláticas que a diario se dan entre familia. Solo sus adoctrinados seguidores lo siguen y apoyan en sus decisiones. En la academia, ya ni quieren emitir una opinión sobre el particular, solo manifiestan el “que Dios nos ayude o ampare como país”.

“Pues parece que no, -dicen otros-, ya que una cosa es lo que dice y otra la que hace. Esto en relación a su comportamiento de todos los días. No hay políticas públicas que puedan destacarse, hay más ocurrencias que hechos que puedan modificar la vida de los mexicanos. Que es eso de afirmar que no nos pasará nada, ya que él tiene contacto diario con multitudes y sigue sanito”.

Mientras el resto de países en el mundo toman medidas drásticas para evitar que esta pandemia avance rápidamente, como lo vemos cada día, el responsable de todos los mexicanos anda haciendo cosas contrarias a la lógica y a la realidad que enfrentamos y que al parecer será muy lastimosa y difícil en los próximos días. En un día, se triplicó el número de infectados en el país, mientras el Peje le da mordiditas en el cachete a una peque.

“Estoy muy decepcionado”, comentaba un ciudadano. “No creí, que al votar por él, fuera a actuar de esta forma. Sólo lleva su programa personal de país que quiere, pero no ve las afectaciones que se tienen por sus políticas públicas. Todos queremos que México cambie, pero no a costa de la muerte de muchos mexicanos y de que cada día estemos en riesgo de enfermar y que no nos puedan atender en el sector salud”.

“Nada más queremos ver cómo va a colapsar el sistema de salud, cuando nos infectemos miles de personas, mientras los responsables, principalmente el presidente, cada día dicen y repiten que no nos va a pasar nada”, agrega.

Incluso, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, señaló que es preferible que las personas contraigan el Coronavirus, ya que, ante esto, se logra una inmunidad por la enfermedad. Ello, sin importar que se saturen los hospitales y centros de salud que viven una crisis que no tiene historia en México. Lo que es una incongruencia, señalan en las charlas familiares.

Por otro lado, al ser cuestionado en una de “las mañaneras” sobre la posibilidad de que AMLO sea portador del virus y las probabilidades que tiene el presidente de la República de contagiar a otras personas, López-Gatell comentó que Andrés Manuel tiene las mismas posibilidades de contagiar, como el resto de la población.

Pero lo que no cayó bien fue su afirmación: “La fuerza del presidente es moral. No es una fuerza de contagio. En términos de una persona que pudiera contagiar a otros, el presidente tiene las mismas probabilidades que tiene la población. El presidente no tiene que ser la persona que contagie a las masas”, enfatizó.

“Lo que usted diga, señor presidente”, fue un comentario que se hizo sobre esta participación del subsecretario. Tiene que cuidar su chamba y no a los mexicanos.

Hay muchos mensajes y videos en las “benditas” redes sociales sobre esta pejandemia, como el de un médico en España, que muy molesto, emite una reflexión sobre los jóvenes, de quienes dice, andan en las nubles de las redes sociales, con el solo deseo de aparecer en las mismas y presumir este hecho. Exigen la prueba para conocer si están contagiados, pero no piensan en que hay otros que de verdad lo necesitan.

Lo que se requiere, dice el doctor es la solidaridad y el respeto de los jóvenes hacia otras personas para que se preocupen por los problemas reales. El centro del problema son los viejos y los enfermos, no los jóvenes que solo quieren salir en las redes sociales, reiteró.

Otro asunto que se desprende de la actuación de las autoridades mexicanas de salud es el caso del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien acusó a México de permitir que 12 pasajeros infectados por el coronavirus viajaran a dicha nación, lo que fue desmentido tanto por López Gatell como por el canciller mexicano.

La respuesta fue en el sentido de que en el vuelo Ciudad de México- San Salvador viajaban 12 personas con cubre-bocas, lo que habría sido mal interpretado y considerado como un signo de la enfermedad. Agregó que la unidad de Sanidad Internacional del Aeropuerto Internacional de la CDMX hizo la revisión protocolaria y al no encontrárseles síntomas, no se les practicó ningún examen.

Mientras, Marcelo Ebrard, también respondió a las acusaciones de Bukele, señalando que el vuelo no se canceló porque llevara personas enfermas, sino por las restricciones en El Salvador para que ninguna nave comercial entrara al país centroamericano. Pero inquirió al presidente Bukele para que proporcionara el origen de la información que se había manejado.

En lo personal considero que el gobierno de López Obrador carece, en forma severa, de estrategias de comunicación e información, ya que, por ejemplo, en esas charlas de familia y de café, una científica nos explicó el por qué es importante, además de barato, lavarse las manos con jabón. Dio una explicación técnica y sencilla, de cómo éste rompe la membrana del virus de una manera rápida y sin problemas, lo que nos hizo entender este proceso.

Otro problema por este déficit comunicativo y de propaganda gubernamental, ha sido el pánico que se ha generado entre la población. Una cajera de una tienda departamental, nos comentó que hay clientes que han comprado 5 mil pesos de papel sanitario en una sola exhibición. “No entiendo para que hacen eso”, agregó con una cara de extrañeza.

Lo que, si nos han permitido es usar guantes para evitar el contacto con el virus, lo que no nos han permitido es el utilizar un cubre-bocas para evitar generar más pánico que el que ha ocasionado el gobierno, destacó dicha empleada.

fermallen@gmail.com

 

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