Un Sistema Contra la Justicia
Por Horacio Armando Hernández Orozco
“Buscando Justicia” (“Just Mercy”), drama judicial, dirigido por Destin Daniel Cretton, protagonizado por Michael B. Jordan (Bryan Stevenson), Jamie Foxx (Walter McMillian), Brie Larson (Eva Ansley), Rafe Spall (Tommy Chapman), Rob Morgan (Herbert Richardson), Tim Blake Nelson (Ralph Myers), O’Shea Jackson Jr. (Anthony Ray Hinton), Lindsay Ayliffe (juez Foster), Ron Clinton Smith (Woodrow Ikner) y Karan Kendrick (Minnie McMillian); estrenada en diciembre de 2019.
El joven abogado Bryan Stevenson toma el caso de Walter McMillian, un hombre encarcelado por asesinato y condenado a pena de muerte, a pesar de tener pruebas para demostrar lo contrario.
La cinta está basada en las memorias de Bryan Stevenson, fundador de la Iniciativa de Justicia Equitativa (Equal Justice Initiative), en 1989 en Montgomery, Alabama, quien se ha desempeñado como director ejecutivo de la organización desde entonces.
SUEÑOS DE UN JOVEN ABOGADO
Bryan Stevenson es un joven afroamericano estudiante de abogacía en Harvard, quien después de hacer su pasantía en el llamado corredor de la muerte decide trasladarse a Alabama para llevar los casos de gente pobre que ha sido juzgada sin contar con una defensa adecuada.
Todo estudiante de Derecho tiene un propósito inicial de hacer justicia, su visión es la de mejorar las condiciones sociales en que ha crecido y buscar que el desvalido sea protegido por la ley; en algunos casos ese sueño se cumple y en otros se frustra, simplemente el sistema de la realidad rebasa al deseo onírico.
Bryan Stevenson se graduó de Harvard en 1985, y se mudó a Atlanta, Georgia, donde se unió al Centro del Sur para los Derechos Humanos a tiempo completo; este centro dividió el trabajo por región y Stevenson fue asignado en 1989 a Alabama, para dirigir la operación de una organización de defensa de la pena de muerte financiada por el Congreso.
EL IDEAL Y LAS CIRCUNSTANCIAS
Eva Ansley una activista de los Derechos Civiles recibe al joven Bryan en el lugar donde deberían establecerse las oficinas de la organización, pero el dueño se niega a rentar el espacio, pues no sabía que se tratara de un abogado de color; en su primer día que acude a la penitenciaría, un oficial hace que se desnude completamente para poder revisarlo, no obstante que la ley exime de esa revisión a los abogados defensores.
La trama se desarrolla en 1989 en el estado sureño de Alabama y podría pensarse que el racismo y la violación a los Derechos Civiles de los afroamericanos eran cosa del pasado, pero no, por desgracia estaban aún vigentes esas prácticas discriminatorias y lo peor es que eran llevadas a cabo por las propias autoridades.
Estas circunstancias más que doblegar al joven abogado lo fortalecen para seguir adelante y hacer valer la Ley frente a las injusticias, pues si a un abogado defensor le violentan sus derechos ¿qué puede esperarse con el ciudadano de a pie?
EL CASO McMILLAN
Bryan acude al centro penitenciario y se entrevista con Walter McMillian, un ciudadano de Alabama que fue condenado por asesinato pese a contar con una coartada, ya que se encontraba en una celebración con decenas de vecinos en el momento en el que se produjo el crimen.
Pero ¿cómo es que teniendo una coartada fue condenado?
La respuesta es simple, la defensa nunca ofreció pruebas para acreditar la inocencia de su cliente.
Así es, en 1988, McMillian fue condenado a muerte basándose sólo en el testimonio de un preso que aseguraba haberle visto llevar a cabo el homicidio; el fiscal cumplía con su trabajo, pero ¿la defensa lo hacía?
Es increíble pensar que la inocencia de un hombre se deba probar, pero la película demuestra que así tenía que ser, que ante el testimonio aislado y único de un hombre, el acusado debía probar que era inocente.
LA VERDAD NO ADMITIDA
Bryan descubre que hay una cinta con la declaración inicial de Ralph Myers en donde afirmaba que él no vio a nadie cometer el crimen, y que no inculparía a un inocente.
Resulta increíble pensar que si una persona originalmente declara ante la policía que no vio quien cometió un crimen, posteriormente se presente a juicio, declare que si vio al perpetrador del delito y que lo señale en la Corte; sin embargo, por increíble que sea, así sucedió.
El cambio de testimonio radicó en que el Sheriff Tate y el fiscal en turno presionaron a Myers para que declarara en contra McMillan, pues de lo contrario lo acusarían de un delito mayor, de hecho, lo trasladaron injustificadamente al pabellón de la muerte, donde vio lo que sufrían los condenados a esa pena, situación que lo doblegó.
La grabación de la declaración inicial fue ocultada a la defensa, además existía el testimonio del primer policía que llegó a la escena del crimen que refutaba la versión de cargo, quien al negarse a declarar contra McMillan fue dado de baja de la corporación.
Es impensable que ante tanta evidencia que acredita la manipulación de testigos y de pruebas exista una resolución que niegue, ya no se diga de una libertad, sino simplemente anular un juicio y convocar a una nueva audiencia, pero así fue, el juez Foster simplemente negó la petición.
Hasta 1993, después de pasar seis años en prisión, McMillan fue puesto en libertad tras las investigaciones de Stevenson y de su equipo y gracias a las apelaciones presentadas.
Buscando Justicia es el vivo retrato de un sistema judicial fuera de control, hasta que alguien llega y hace lo correcto para que toda persona acusada tenga una oportunidad de recibir justicia.
No es el tema principal la pena de muerte en EE.UU., pero el propio Bryan Stevenson opina que es resultado de las “políticas del miedo y de la ira”.
Pero cuando se suprime toda prueba de inocencia y se amenaza a quienes intentan decir la verdad ¿se hará justicia en realidad?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…