En México, si bien se ha avanzado en desarrollar acciones para prevenir y atender la pederastia clerical, todavía hay obstáculos que enfrentar, entre ellos que “no hay una comprensión de la gravedad de estos delitos, de cómo hay que manejarlos”. Hay obispos “que no saben qué hacer”, reconoció el Nuncio Apostólico, Franco Coppola.
En conferencia de prensa, informó que hay cuatro casos de obispos relacionados presuntamente con abusos sexuales contra menores y por los cuales se les ha pedido a sus arzobispos que se investiguen. Añadió que la misión de cooperación que envía el Vaticano para atender este flagelo es porque “México es el país donde hay la más grande presencia de la Iglesia. Puede ser modelo, ejemplo, bueno o malo” ante esta problemática.
“La Iglesia toda pone todo su empeño para que en México sea buen ejemplo para todos los demás”, manifestó.
Ayer, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) informó que el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe del Vaticano enviará al secretario adjunto Charles Scicluna, arzobispo de Malta, y al oficial Jordi Bertomeu, para apoyar en la atención a los casos de abusos sexuales.
En la conferencia, el presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López, reiteró que hasta el momento tienen contabilizados 271 clérigos que han sido acusados por abuso sexual contra menores; 123 prelados tienen procesos canónicos pendientes de conclusión, y 103 han sido dimitidos del estado clerical.
Expuso que como parte de las acciones de prevención, a la fecha se han conformado 21 comisiones diocesanas de protección de menores, además en los 102 seminarios de formación se han incorporado también normas específicas para la protección de los menores, y “se está certificando la capacidad sicológica y humana de los superiores”.
Además, dijo, “se han establecido vínculos con legisladores para impulsar las iniciativas relacionadas sobre todo con la no prescripción de delitos”.
Cabrera destacó que se pidió el apoyo del Vaticano para “dar certeza de que estamos llevando las cosas correctamente. Nosotros hemos recibido claramente el beneplácito de la Congregación de que nuestro caminar va por buen rumbo dado los esfuerzos que hemos hecho desde antes pero sobre todo después del encuentro” con el papa Francisco en Roma.
Indicó que de esta misión esperan un diagnóstico y tareas por atender. Scicluna “valorará cualquier información que reciba para proceder como conviene a la disciplina eclesiástica sabiendo del año pasado a la fecha las normas de la Iglesia son cada vez más precisas y exigentes tanto para atender a quienes cometen un delito como también a los que no facilitan el camino de resolución, es decir el encubrimiento”.
Añadió que los obispos mexicanos están en una actitud totalmente abierta a que esto camine con mayor claridad y a trabajar. “Nos dirán si hay alguna cosa grave por resolver y él también notificará a la Nunciatura o a la Congregación para la Doctrina de la Fe si alguien merece una sanción”.