De Viejos Piropos, Feminicidios y Violencia

Por Nidia Marín

En otros tiempos cuando un hombre gustaba de alguna mujer ella decía: “anda tras de mi”, “anda tras mis huesitos”, “parece que le gusto”, “quiere pan”, “me tira los perros”, etc. etc.

En aquel entonces (segunda mitad del siglo XX) a su vez los hombres decían “Soy un lujo, pero creo que lo vales” o también cuando una mujer cruzaba por la acera de una obra en construcción, el maistro albañil gritaba “¿qué comen los pajaritos?” y el primera cuchara así como los demás respondían a coro “¡masitaaaa!”.

Hoy ya no, uno de los piropos del siglo XXI de los hombres es “me está tirando el calzón”, aunque cualquier piropo que lance algún varon vale gorro cuando de lo que se trata es de violar a la mujer y si la susodicha no se deja, de todos modos violarla, pero además matarla.

¿En qué momento cambiaron las reglas? Ciertamente, como le dijo a la reportera Diana Lastri, la consejera de la Judicatura Federal, Loretta Ortiz Ahlf la violencia de hoy y más contra las mujeres no tiene origen neoliberal más bien la irritación masculina proviene de que las mujeres han ido ganando posiciones de trabajo, así como en autonomía.

Eso es verdad, aunque por otra parte está la educación que apenas empezará a variar dentro del hogar y que ha estado basada todo el tiempo en educar a los varones para que las féminas les obedezcan y ellas sigan siendo algo similar a las esclavas.

Debido a ello, estamos viviendo uno de los peores tiempos. La sangre femenina, sobre todo en México se derrama por toda la República. No hay una sola entidad de las 32 donde no haya ocurrido uno o varios feminicidios.

Sí, hoy se extraña el galante y callejero piropo genuino que respondía, por lo regular, a la admiración.

Dice Alkis Lamas y Ginete Serrano, investigadoras en la materia que “el piropo, resulta interesante por sus usos sociales (seducción, procedimiento al que se apela previo al cortejo, halago a la belleza o simpatía de alguna fémina) …”

Ellas refieren que el filólogo y lingüista Manuel Bermúdez ha dicho que el piropo “… se ha socializado tanto que se ha producido un desgaste del discurso: es verdad que hoy no se piropea sino que se dicen cosas agresivas, pero sucede también que piropear con elegancia resulta extemporáneo. Uno le dice un piropo a una muchacha de ahora y lo que puede responder: “Bueno, ¿y a este se le paró el reloj?”

Añade: “… El piropo está pasando por una mala época; no se olvide que el mismo está compuesto por una sintaxis, una semántica y una pragmática. El piropeador puede ser muy efectivo, la galantería ayuda, pero a fin de cuentas la que decide si ocurre lo demás es la mujer”.

El asunto es que, si la decisión es negativa y el piropeador un energúmeno, más vale que empiecen a cantar el réquiem para la fémina, sobre todo en México, aunque el problema se ubica en todo el mundo.

El domingo próximo se celebra el Dia Internacional de la Mujer y el lunes, en nuestro país se llevará a cabo “Un Día sin Mujeres” el paro laboral más exitoso que se ha registrado en la República desde hace muchas décadas.

En el caso del Día Internacional la Organización de las Naciones Unidas recuerda que el lema de este año es  “Soy de la Generación Igualdad: Por los Derechos de las mujeres” y que conmemora el 25º aniversario de la Declaración y Plataforma de Beijing de 1995, considerada la hoja de ruta más progresista para el empoderamiento de las mujeres y las niñas en todo el mundo.

También hace notar la ONU, además, que en este año se celebrará el 10º aniversario de la creación de ONU Mujeres.

En fin, pero seguimos añorando aquello dicho por un hombre: “¿Usted cree en el amor a primera vista? Entonces tápese porque voy a pasar”. O bien, “¿De qué panadería te escapaste bizcochito?”. Y también: “Tienes un no sé qué; que me pone no sé cómo; y me gusta no sé cuánto” y el más mañosón: “Te invito a comer el amor, me queda riquísimo, ¿te lo hago?”

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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