Por Jesús Michel Narváez
Se conocía lo que sería la decisión de los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Pero ella insistió en que sería una aberración jurídica reconocer la elección de un sustituto interino que la alejaría de su sueño: seguir siendo la que mandaba.
Conocida la sentencia del TEPJF le salió lo López: no acato la decisión y voy a investigar qué senadores, además de Ricardo Monreal, presionaran para darle el reconocimiento al diputado con licencia Alfonso Ramírez Cuéllar.
Porque ya la echaron del privilegiado lugar que no ganó sino heredó.
Era, lo presumía, la preferida del candidato, en su momento y quien le cedió el cargo para encabezar la campaña, y después del Presidente de la República.
Se preparó para ser el personaje que dirigiera los destinos del movimiento político en el poder y manejar con toda la libertad que el Jefe le otorgaba, la designación de los candidatos a todos los puestos de elección popular en juego para dentro de 16 meses.
Le pasó de noche la elección del presidente “interino” del pasado 26 de enero. Salió a los medios para decir que era ilegal y que el Tribunal Electoral tendría que rechazarla.
Un mes después, los magistrados reconocieron la legalidad del congreso extraordinario y a doña Yeidckol –usted conoce sus apellidos- le tocaron las golondrinas.
¡Adiós, para siempre adiós!
Sin saberlo, pareciera que la señora es adicta al póker. Y que a diferencia de los profesionales asusta con el bluff. Su adversario no lo compró y siguió en la partida.
Cuando se abrieron las cartas, doña Yeidckol –usted conoce sus apellidos- arrojó las suyas y llamó al gerente pare reclamar que le hicieron trampa e inició la cacería de los que le hicieron perder además de una fortuna su posición como jefa de un partido en el poder.
La jugadora no entendió, aún no lo hace, que quitaron la confianza gozaba de su Jefe. ¿Por qué?… sencillo: le jugó las contras sin saber que perdía todo y no ganaba nada.
Más aún: en los corrillos políticos se habla de que el ganador no fue Alfonso Ramírez Cuéllar, sino Claudia Sheinbaum, a quien desde ahora la cobijan para que sea la operadora electoral en 2021.
Especulación o descubrimiento. Sea lo que fuere, el cambio ya se generó en la dirección de Morena y doña Yeidckol –usted conoce sus apellidos- no entiende que un fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación es inapelable. No hay otra instancia jurídica aunque sí michas mediáticas. Y estas no van a torcer la ley aunque denuncie a senadores, secretarios de Estado y hasta al bolero que le limpia las botas.
E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @jesusmichelMx, Facebook: Jesus Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por ABC-Radio en el 760 de AM.