Por Arturo Lino Guzmán
Si creíamos que ya se habían terminado las sorpresas en turismo, nos equivocamos, porque la propuesta del presidente López Obrador, de desaparecer los puentes largos que se decretaron oficialmente en 2007, ha sacudido nuevamente el avispero del sector y hay mucha inquietud de parte de la comunidad turística del país, pues esta medida ha sido exitosa porque entre otras muchas ventajas se permite la convivencia familiar, se generan más viajes y se beneficia a los prestadores de servicios turísticos en los diferentes destinos nacionales.
Una vez que se conoció la noticia presidencial, se iniciaron las reacciones, algunas moderadas, pero las más se manifestaron en contra de que se eliminen los puentes a partir del siguiente ciclo escolar que comienza el próximo mes de agosto. El argumento del Ejecutivo federal es que lo importante es mantener la memoria histórica y el hecho de no conmemorar las fechas fundamentales para los mexicanos, podría ocasionar que perdamos la memoria y se olvide a nuestros héroes y sus causas.
Por principio de cuentas, la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes (AMAV) nacional, que encabeza Eduardo Paniagua, manifestó su total desacuerdo con la iniciativa de desaparecer los “fines de semana largos”, pero propuso reforzar su promoción mediante la comercialización de tours específicos y agregarle a éstos la fecha conmemorativa a fin de enfatizar el tema cívico con lo cual el del 20 de Noviembre se denominaría Tour de la Revolución, o de la fecha que se celebra. Se trata de que la gente relacione la fecha cívica con el asueto.
Los sectores, hotelero y del comercio también dieron su punto de vista y desde los diferentes estados consideraron que la afectación sería inminente de hacer una regresión al eliminar los puentes largos. Incluso, los hoteleros de Jalisco se reunieron con el Secretario de Turismo federal, Miguel Torruco Marqués –por cierto, uno de los promotores de los asuetos vacacionales- y le manifestaron su inquietud, a lo que el titular de la Sectur, les dijo que el asunto lo trataría con el Presidente de la República a quien le comentaría sobre lo relacionado a las ventajas económicas que tienen ligar los fines de semana con el día de la fecha a conmemorarse. Se entiende que él está a favor de los puentes vacacionales y los defendería.
Y sí, efectivamente, como lo prometió, Torruco Marqués se reunió con el Presidente López Obrador para tratar el tema y llevar una respuesta inminente en una de las conferencias mañaneras, en donde tuvo que aceptar y apoyar a su jefe: Los fines de semana largos serán eliminados, porque se tienen que respetar las fechas cívico-históricas, pero dio una alternativa de ajustar el calendario escolar en coordinación con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para crear otros puentes con el propósito de favorecer la convivencia familiar.
Aunque no aclaró sobre que “son los nuevos puentes ni cuándo podrían establecerse”, al funcionario no le quedó de otra sino de acatar la decisión que ya se había tomado: se concluye la era de los puentes largos, porque de acuerdo al mandatario mexicano esos “puentes son producto de los neoliberales que atentan contra la historia y nuestros valores históricos”.
Con ello se activaron mecanismos de todos aquellos a quienes compete e interesa el turismo y se han sugerido diferentes propuestas y la de la AMAV nacional, desde nuestro punto de vista no es descabellada, dar el nombre del puente a la fecha correspondiente, esto es puente 20 de noviembre o de la revolución; de la Independencia; de la Constitución y de Juárez.
Pensamos que esta es sólo una alternativa, pero existen miles, por lo que el autor de esta columna en Misión Política se atreve a hacer una propuesta más: Que se mantengan los puentes vacacionales porque activan la economía de muchos sectores, con el nombre como lo propone la AMAV nacional, en el entendido que el día conmemorativo, se realice de manera obligatoria, en todas las escuelas primarias y secundarias una gran ceremonia nacional sobre el acontecimiento histórico.
Adicionalmente se les pida a los estudiantes de todo el país, de acuerdo al grado que cursan, trabajos específicos sobre la fecha a conmemorar; se realicen concursos de oratoria; torneos deportivos; actividades artísticas y culturales, se monten obras de teatro y se proyecten películas sobre el tema, se establezcan círculos, paneles o talleres de opinión, etc., en el que participen los propios niños y jóvenes, acompañados o asesorados por los maestros con el nombre del acontecimiento histórico, por ejemplo: “Torneo de Atletismo de la Independencia”; “Concurso de Oratoria Presidente Juárez”; “Festival de Canto de la Revolución”, en un día cercano al correspondiente conmemorativo.
Estas actividades podrían ser en las propias escuelas y de ser posible entre escuelas de la demarcación para generar entusiasmo entre los jóvenes; pero además de que en las mismas alcaldías y presidencias municipales se realicen ceremonias conmemorativas del día histórico, en donde se reúna a los estudiantes y se les haga partícipes de la memoria histórica; que se emitan folletos y se reactiven los periódicos escolares, que se invite a historiadores y expertos para hablar de ese día especial.
A los tres trabajos más destacados de cada estado de cada categoría ofrecerles como premio un viaje a una ciudad histórica para que conozcan sobre los acontecimientos ahí sucedidos, además de que se pueden fomentar los lazos de amistad e intercambio entre los jóvenes. De esa manera se fomentará el turismo.
Asimismo, los alcaldes y presidentes municipales participen y promuevan espacios para la realización de actividades propias a las fechas a conmemorarse, con algo más que informen a los jóvenes sobre lo que tiene la demarcación en cuanto sitios en donde se llevaron a cabo acontecimientos históricos que mucho tienen que ver con el turismo y que son un atractivo.
Es sólo cuestión de echar andar la imaginación y no cancelar algo que ha dado resultados e ingresos a los prestadores de servicios turísticos. Estaremos atentos al asunto.
