Texto sobre la película «Parásitos», publicado este domingo en el Diario de Yucatán.
Jorge Cauich Toledano
Economista y cinéfilo
jorge.cauich@gmail.com
El cine de Estados Unidos galardonó al director surcoreano Bong Joon-ho y a su película “Parásitos” (132 minutos, Cinépolis Distribución) como el Mejor Director, la Mejor Película, la Mejor Película Extranjera y el Mejor Guion Original. Se trata del primer premio de la Academia para Corea del Sur, cuatro en realidad.
Hollywood lleva los últimos 10 años reconociendo a directores extranjeros, entre ellos a los mexicanos Guillermo del Toro, Alejandro González Iñárritu y Alfonso Cuarón, pero solo “La forma del agua” y “Birdman” ganaron por Mejor Película, en tanto que “El renacido”, “Gravedad” y “Roma” se quedaron en la categoría de candidatas. Excepto la mexicana “Roma”, todos estos filmes eran producciones estadounidenses. Por ello es notable que ésta sea la primera vez que el Mejor Director y la Mejor Película sean extranjeros y con un idioma distinto al inglés.
No es exagerado decir que “Roma” le abrió camino a la surcoreana “Parásitos”. Hace un año, de un total de 10 nominaciones, Cuarón y “Roma” recibieron tres premios Óscar: Mejor Director, Mejor Fotografía y Mejor Película Extranjera, pero no Mejor Película. “Parásitos” obtuvo seis nominaciones y ganó cuatro.
Esta vez los estadounidenses vieron subtitulada esta película y Bong Joon-ho requirió una traductora para agradecer la distinción de la Academia. El propio director sostuvo que si superamos la barrera de los subtítulos, descubriremos películas maravillosas. No dijo nada de doblaje y tiene razón.
“Parásitos” nos muestra la distancia entre las clases sociales de Corea del Sur. Por un lado, familias ricas indiferentes a los marginados y por el otro, la enajenación y el creciente resentimiento de los pobres hacia los ricos, pero también entre ellos mismos. En su filme, Bong Joon-ho hace una denuncia de su sociedad y nosotros haríamos bien en atender esta reflexión, en especial por el interés político actual en polarizar esta misma hostilidad.
Corea del Sur tiene una enorme predilección por su propio cine. Aunque no tuvo una Época de Oro como la nuestra, la mitad del cine que consume es nacional. Su producción fílmica es del triple de México: 642 contra 182 películas. Los surcoreanos van al cine más que cualquiera: 4.6 veces al año, el mayor promedio de afluencia del mundo.
Aunque pocas, sí llegan cintas coreanas a nuestras salas de cine y en las plataformas muchas siguen al alcance de todos, incluidas algunas del mismo Bong Joon-ho. Hay que disfrutar entre otras “Todos los caminos llevan a casa” (2002), “Oldboy” (2003), “El huésped” (Bong Joon-ho, 2006), “Náufrago en la Luna” (2009), “Madre” (Bong Joon-ho, 2009), “Confesiones de un asesino” (Bong Joon-ho, 2012), “Estación Zombie” (2016) y “Okja” (Bong Joon-ho, 2017), todas contemporáneas. A disfrutar del buen cine surcoreano.