*El Senado, el Muro que quiera Derrumbar Morena
*Las Órdenes de Sheinbaum al Congreso de la CdMx
Por Gerardo Lavalle
A.- Faltan tres días para el inicio del periodo ordinario del segundo año de la LXIV Legislatura y en la agenda hay temas de suma importancia que podrían mostrar a una oposición, conformada por PAN, PRI, MC y PRD y que en conjunto suman 48 senadores contra los 75 con que cuenta Morena, PES, PT y PVEM y el independiente, para salvaguardar parte de la maltrecha democracia que vive ahora el país.
Hablamos solamente del Senado de la República porque es la zona en donde el confort no acompaña a la avasalladora camiseta guinda y sus aliados.
Es en donde se frenan o deberían frenarse las reformas constitucionales que no tienen el espíritu del legislador, sino el capricho presidencial.
De los temas que más comprometen la independencia y autonomía del Congreso de la Unión se encuentran dos que generan división entre los mexicanos: la reforma al sistema de procuración e impartición de justicia y la reducción de las prerrogativas que reciben los partidos al 50 por ciento.
Ambas requieren de la aprobación de la Cámara de Diputados y el Senado de la República. En la primera no hay duda: saldrán aprobadas todas las iniciativas que envíe el Ejecutivo federal. Porque a Morena y sus aliados le sobran votos para aplastar a las oposiciones.
En la segunda no le alcanzan los números. Requiere cuando menos 7 votos de las oposiciones, suponiendo que acudan los 128 congresistas a la sesión y emitan su voto.
Son las dos terceras partes de los individuos presente, señala la Constitución.
Por ello, lo que voten en 2021 las oposiciones para avalar lo que pretende lograr la llamada 4t, significará el destino del país cuando menos en la próxima década.
Porque en la búsqueda de implantar un “nuevo régimen”, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no tiene freno alguno.
Conquista con su acercamiento con la gente y convence a los menos informados.
No es broma y sí seriedad establecer que se tejen una serie de reformas que amenazan las garantías individuales y que buscan consolidar la autocracia para que nadie desobedezca la orden de quien tiene el poder y cuyas metas parecen imposibles de alcanzar en solamente 5 años y 10 meses.
Aunque el Presidente insiste en que el “pueblo está, feliz, feliz, feliz”, la realidad es otra.
En su mundo alternativo hay empleo, hay distribución de riqueza, al crecimiento económico con desarrollo humano, hay oportunidades para los jóvenes en todas las universidades Benito Juárez –que nadie sabe en dónde se ubican- y solamente en la óptica de los “conservadores”, que se encuentran “desmoralizados”, se observan desaciertos.
Porque todo lo que se ha hecho en 13 meses –más los 5 que ejerció el poder sin ser presidente en funciones, sino electo- es una muestra de que los cambios se logran sin armas.
El Presidente expresó en repetidas ocasiones que no enviaría reformas constitucionales sino hasta pasadas las elecciones del 2021 e iniciara sus trabajos la LXV Legislatura.
Sin embargo, durante su corta gestión lleva más de una docena de modificaciones la Carta Magna. Más las que se acumulen.
La importancia de las oposiciones en este nuevo periodo ordinario será vital para evitar que México se vaya al despeñadero, literalmente.
B.- La invisibilidad del PRI ya es para alarmar. Su dirigente, que no líder porque le falta lo fundamental para serlo, no parece haber entendido la historia de un partido que con todos sus defectos hizo del país una Nación importante y que permitió el ejercicio de la democracia sin la participación del gobierno.
Alejandro Moreno Cárdenas no ha levantado la voz para establecer la línea que seguirá a fin de ganar elecciones y recuperar lo que parece imposible: la confianza de los ciudadanos.
Sin figuras de talla nacional y probablemente tampoco estatal, no se advierte el empuje de una estructura que parece haber desaparecido.
Haber sido elegido como presidente de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe, (Copppal) –ideada por Gustavo Carvajal Moreno- parece ser que abonó al ego del campechano, pero no tiene la menor idea de lo que representa el organismo.
Nada que ver con callarse o ser comparsa de la OEA. En los casos de Bolivia, Venezuela, Chile y Nicaragua, en donde la violencia llegó para quedarse, el dirigente partidista y del organismo latinoamericano ha brillado… pero por su ausencia.
Y aquí, en donde debe tener algo más que ideas para acelerar las revoluciones de los militantes, simplemente no se nota, no se ve, no se siente.
Este año es de preparación para los comicios del próximo y en los estados en donde habrá elecciones locales las oficinas tricolores están más vacías que un cine exhibiendo un filme de Cantinflas.
Y en torno a los comicios federales, por lo hasta ahora sabido, no encuentra a los 500 “personajes” que buscarán dar la pelea para llegar a San Lázaro.
En fin: en el PRI no aprenden que no aprendieron.
C.- Grave, sumamente grave, que el Congreso de la Ciudad de México tenga línea para actuar y que la misma provenga de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
Se entiende que haya diálogo con los legisladores, pero nunca girar órdenes de lo que quiere. Copia fiel de Andrés Manuel López Obrador, que regañó a los diputados y senadores de Morena por no aprobar su presupuesto como lo envió, la Jefa de Gobierno busca imponer a sus incondicionales en la presidencia de la Junta de Coordinación Política y remover, aunque no sea su faltad, a una docena de presidentes (tas) de las Comisiones dictaminadoras.
Mal mensaje para quienes todavía creemos en la democracia, la división de poderes y el acatamiento de las Leyes.
Como colofón de las acciones de doña Claudia, habría que exponer su disgusto por la decisión del Tribunal Superior de Justicia de desechar las acusaciones en contra de Raymundo Collins “por haber prescrito el delito por el que se le acusa”. Es tal su irritación que clamó: se hará justicia. ¿Desoyendo una sentencia firme? Es pregunta.
