El Andamiaje Institucional

*La Sociedad Tiene que Lidiar con la  Burocracia

*Requiere Lealtad, sin Importar qué Partido Gobierne

*Hay Pasadizos a los Cuales no Cualquiera Accede

*La Capacidad del Estado de Utilizar la Violencia 

Por Ezequiel Gaytán

El concepto andamiaje se sustenta en la idea de colocar andamios o tablas dispuestas en sentido horizontal sostenidas por tubos sólidos verticales que permiten construir estructuras de altura y, consecuentemente, las personas pueden subirse en el mismo, escalar y caminar a fin de realizar un trabajo de altura o tener mejor visión de algo.

De ahí que cuando hablamos del andamiaje institucional estamos aludiendo a una idea abstracta que implica entre otros conceptos lo relativo al ordenamiento legal, político y económico de la maquinaria burocrática, a la yuxtaposición de ideas de los partidos políticos cuando acuerdan la promulgación de las leyes, al engranaje y desempeño de las instituciones públicas, incluyendo a sus sindicatos y, la acepción lo permite en algunos casos, la posibilidad de incluir a las organizaciones privadas y sociales.

Andamiaje o engranaje son utilizados como sinónimos, pues la metáfora alude al funcionamiento de los tres poderes de la Unión, los tres órdenes de gobierno, los partidos políticos, los trabajadores al servicio del Estado y algunos intelectuales, lo cual significa la forma de operar del gobierno con reglas escritas y no escritas y, consecuentemente, conocidas por todos o casi todos quienes forman parte de dicho ensamble y que son, por lo general, impuestas a la sociedad. De ahí que la sociedad no tiene la imperativa necesidad de conocer los pormenores de dicho funcionamiento, pero más o menos lo intuye o conoce, pues es la que tiene que lidiar con eso que en abstracto conocemos como la burocracia.

El andamiaje requiere lealtad hacia las personas (sin importar qué partido político gobierne), pues su ingeniería se representa como una pirámide en la cual las órdenes son de arriba hacia abajo y demanda obediencia así como   comportamiento institucional, pero eso no es garantía de pertenencia dentro del servicio público. Es decir, el andamiaje prioriza la lealtad hacia las personas que el mérito laboral y profesional.

Habría que agregar, entonces, que parte de ese andamiaje tiene pasadizos especiales a los cuales no cualquiera accede, pues dichos pasadizos son dos piezas fundamentales de la estructura del mismo, léase corrupción y servilismo. La primera exige el acuerdo de dos partes al menos, quien ofrece el dinero y quien se beneficia; con lo cual se debilitan algunos andenes. A la vez, la segunda encumbra al jefe y, paradójicamente, le nubla la claridad en la toma de decisiones.

Existen tesis que sostienen que lo antípoda al andamiaje o engranaje institucional es lo antisistémico, debido a que lo confronta y quiere cambiarlo; de ahí el discurso de la necesidad de los cambios estructurales. Empero, lo antisistémico usualmente acaba por plegarse al andamiaje institucional porque lo establecido tiene tres apéndices muy poderosos y conocidos como la triple C: cooptar, comprar o corromper, con lo cual se crean nuevos andamios y permiten ensanchar la base de la pirámide aludida.

Además de lo anterior, el andamiaje tiene otros instrumentos que le permiten sostenerse y que, en términos legales, conocemos como la capacidad que tiene el Estado de utilizar la violencia mediante la institución policial y, en su caso, las fuerzas armadas. Lo importante aquí es el gradualismo de su uso. Por eso tiene, al menos, tres instancias: persuasión, disuasión y represión. Tres niveles diferenciados que me permito precisar. El primero consiste en el despliegue y presencia de las corporaciones policiacas en las calles a fin de que sea objetiva la capacidad de fuerza del Estado. La segunda consiste en el diálogo entre el representante del andamiaje y los opositores, sobre todo porque lo importante es llegar a acuerdos que resuelvan política y positivamente el conflicto. El tercero es el uso de la violencia y la intensidad de la misma. Situación que no es la deseada debido a los costos políticos e históricos que significa.

Otra forma metafórica de representar el andamiaje institucional es mediante la representación de una pirámide en forma de laberinto horizontal y vertical, con muchas entradas y muchas salidas y, sobre todo, con una razón de ser, atender las demandas y necesidades sociales. No se trata de construir más y más andamios para que quepan más y más personas, eso es un error. O peor aún quitar andamios sin estudios previos de lo que sostienen con el simple argumento de hacerlo más ligero. Nos guste o no, el andamiaje se refiere a las instituciones de la República y lo que requiere es mantenimiento preventivo además del correctivo, para lo cual se requiere conocimiento, experiencia y honradez, claro, además de sensatez.

 

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