Marco Fernández, Investigador Asociado de México Evalúa y profesor-investigador del Tec de Monterrey, habló en entrevistas de las protestas de los alumnos del Itam y de la llamada generación de cristal y dijo: “Creo que en los últimos días a partir de las protestas ligadas al lamentable fallecimiento de una de las alumnas y al señalamiento de un número alarmante de suicidios, de casos de depresión de un número importante de estudiantes, se empezó a observar desde las redes sociales desde mi punto de vista un debate con cierta superficialidad, e incluso planteando un falso dilema”.
Las universidades más importantes del mundo han entendido que no es incombatible el bienestar de los alumnos con la exigencia y la formación académica de ellos, se busca que tengan la mejor formación posible, a partir de niveles de exigencia importantes, que les permitan ir incrementando sus conocimientos y habilidades para la resolución de problemas y por otro lado eso hacerlo compatible con el bienestar, mientras ellos están estudiando.
Es el caso de muchas universidades en el extranjero como Harvard, Stanford, incluso hace algunos días por coincidencia dado que este fenómeno de la depresión y de problemas potenciales llevan a lamentables hechos de suicidio de algunos alumnos, en el caso de Inglaterra, The Guardian publicaba precisamente un reportaje, en donde allá las universidades se están cuestionando también de que manera apoyar a los estudiantes para que ante las circunstancias de excelencia y competitividad, que existe en muchas de estas instituciones, no haya un desequilibrio emocional, que pueda llevarlos a situaciones límite en donde hay consumo de drogas, abuso del alcohol y estos problemas graves de trastornos mentales.
En México en cambio esta problemática no se ha tomado muy serio hasta que salió a la luz pública este lamentable hecho, en Estados Unidos por ejemplo, todas las universidades cuentan con centros de apoyo psicológico para sus estudiantes, tanto de licenciatura como de posgrado, precisamente para dar acompañamiento a aquellos que por alguna circunstancia llegan a tener afectaciones en su comportamiento, afectaciones psicológicas y poder hacer una estrategia conjunta de forma que su bienestar se proteja al tiempo de que siguen avanzando en la realización de sus estudios.
Tan serio es el tema que el National Instituto for Health, la institución más prestigiada en Estados Unidos en materia de salud en general, mandó hacer un estudio entre distintos campus de EU y detectó que al menos 25 por ciento de los chicos tienen un problema de depresión.
En el caso de México lamentablemente no tenemos un estudio similar, ni la ANUIES y la otra organización que agrupa a universidades privadas, ninguna de las dos ha impulsado un estudio similar, en compañía del Instituto Nacional de Psiquiatria, para poder tener elementos que nos den cuenta de que tan grave es el problema para poder desarrollar políticas más articuladas que ayuden a resolver este problema.
Y la verdad es que el estado mexicano y la sociedad en su conjunto no ha formado a los jóvenes en habilidades socioemocionales, es decir en cómo se maneja el stress, porque para eso también se requiere de profesionales que lo enseñen, no se ha capacitado a los maestros desde las primarias, es un problema educativo nacional, de no formar a los docentes para que desarrollen habilidades socioemocionales a los alumnos y en el caso de la educación superior y lamentablemente se carecen de mecanismos institucionales para atacar estas situaciones.
Solo el Colegio de México y el TEC de Monterrey han desarrollado estos mecanismos para canalizar a los estudiantes y precisamente el ITAM acaban de anunciar una serie de medidas para vencer estos restos y bueno ante la tragedia se abre una ventana de oportunidad para tomarse muy en serio esta problemática para encontrar la manera de poder mejorar el nivel académico y entender que eso no es aparte del bienestar de los mismos.