*La Persecución Presidencial Desde Estados Unidos
*El Aumento de los Actos Terroristas y el Olvido
*Consecuencias de la Lesiva Frase “Abrazos no Balazos”
*Las Normas Existen en el CPF, la Voluntad no
*Cooperación sí, Intervencionismo, no; AMLO Fija Postura
Por Nidia Marín
¿La tercera es la vencida? Sí como dicen, dos presidentes estadounidenses (George W. Bush y Barack Obama) ya trataron de aplicar las normas antiterroristas en contra de México y designar a los carteles mexicanos como narcoterroristas ¿el tercero (Donald Trump) lo logrará?
De ser así para México habría desgracias en cascada, porque estaría a un paso de ingresar a la lista de los narcoestados, si el gobierno federal sigue sin aplicar la ley, en dar “abrazos, no balazos” lo cual es una forma de proteger las actividades de los narcotraficantes.
Por lo pronto, lo que sí existe, de acuerdo a los estudiosos en la materia, es una extensión de los cárteles mexicanos, así como alianzas con las mafias de otros países como son: Colombia, Guatemala, Bolivia, Brasil, Argentina, Perú, Nicaragua, Inglaterra, Italia, Marruecos, España, Rusia, Filipinas y Tailandia.
Ciertamente, de acuerdo al Índice Global de Terrorismo 2019 en nuestro país se incrementaron a 58% los actos terroristas en 2018 “con un aumento notable en los ataques contra políticos”. En 2018 hubo, dice, “22 ataques terroristas”, con un total de 19 muertos.
El documento consigna también: “El terrorismo en México generalmente ha sido contra periodistas y medios de comunicación, y esos ataques representan 25% de los 122 ataques registrados desde 2002”.
Una parte del problema es que no se aplican actualmente las normas en la materia establecidas en el Código Penal Federal que señala en su artículo 139:
“Se impondrá pena de prisión de seis a cuarenta años y hasta mil doscientos días multa, sin perjuicio de las penas que correspondan por los delitos que resulten, al que utilizando sustancias tóxicas, armas químicas, biológicas o similares, material radioactivo o instrumentos que emitan radiaciones, explosivos o armas de fuego, o por incendio, inundación o por cualquier otro medio violento, realice actos en contra de las personas, las cosas o servicios públicos, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o sector de ella, para atentar contra la seguridad nacional o presionar a la autoridad para que tome una determinación.
“La misma sanción se impondrá al que directa o indirectamente financie, aporte o recaude fondos económicos o recursos de cualquier naturaleza, con conocimiento de que serán utilizados, en todo o en parte, en apoyo de personas u organizaciones que operen o cometan actos terroristas en el territorio nacional”.
Además, están los artículos 139 Bis y 139 Ter.
COMPARACION Y LEY PATRIÓTICA
Comparar a México, como ocurrió con Colombia y Perú, en el denominado “Arco Andino”, como un país narcoterrorista es hoy la posición del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Esa pretensión tácitamente se fundamenta en normas que en el vecino país provienen de los años “de gloria” de los grupos que encabezaba Pablo Escobar, en Colombia.
La tesis plantea que los grupos disidentes (en otros tiempos denominados guerrilleros) con el tiempo son aliados de los grupos de narcotraficantes, aunque con objetivos distintos, pero los primeros reciben financiamiento de los segundos.
Situaciones como aquellas producen guerras de baja intensidad, como aseguran existe en México desde 2004, año en que se intensificaron los asesinatos de periodistas que escribían sobre las actividades del narco y, desde luego, las masacres.
Pero también hay un sesgo. Hay quienes afirman que el activismo de Evo Morales en tierras mexicanas contra las autoridades de Bolivia, forma parte de las razones para que desde la Casa Blanca se ataque a México.
El arma podría ser la Ley Patriótica de los Estados Unidos, considerada la más estricta y contundente arma en contra del terrorismo y el crimen internacional organizado, misma que fue la respuesta del Congreso Norteamericano, a los atentados del 11 de Septiembre del 2001.
Esta Ley, afirma Danilo Lugo (U.S. InterAmerican Community Affairs Internacional Division) es extraterritorial, abarca jurisdicción internacional y se apoya en los tratados internacionales y convenios bilaterales.
Por ejemplo, el artículo Artículo 330. Sobre cooperación internacional en las investigaciones de lavado de dinero, delitos financieros y las finanzas de grupos terroristas, señala:
“(a) Negociaciones. Es intención del Congreso que el Presidente instruya al Secretario de Estado, el Procurador General de la Nación, o el Secretario del Tesoro, según corresponda, y que en consulta con la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal, busque iniciar negociaciones con los organismos de contralor de entidades financieras y demás funcionarios de cualquier país extranjero cuyas entidades financieras operen con entidades financieras de los EE.UU. o que pudieran ser utilizadas por organizaciones terroristas extranjeras (definidas en el Art. 219 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad), por los integrantes o representantes de dichas organizaciones, o por cualquier persona que se dedique a actividades de lavado de dinero, delitos financieros u otros delitos.
“(b) Objeto de las negociaciones. Es intención del Congreso que, al llevar a cabo las negociaciones descriptas en el punto (1) precedente, el Presidente instruya al Secretario de Estado, el Procurador General de la Nación, o el Secretario del Tesoro, según corresponda, que traten de acordar esfuerzos de cooperación, intercambios voluntarios de información, el uso de exhortos, tratados de asistencia recíproca legal, y acuerdos internacionales para:
“(1) asegurar que los bancos y otras entidades financieras del exterior lleven registros adecuados de la información de operaciones y cuentas con relación a organizaciones terroristas extranjeras (definidas en el Art. 219 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad), integrantes o representantes de dichas organizaciones, o cualquier persona que se dedique a actividades de lavado de dinero, delitos financieros u otros delitos; y
“(2) establecer un mecanismo por el cual dichos registros puedan ponerse a disposición de las autoridades estadounidenses y de los organismos nacionales de contralor de entidades financieras, cuando correspondiere”.
UNO MÁS EN LA LISTA DE LOS MALOS
Hasta el 17 de noviembre pasado, de acuerdo con el Departamento de Estado, las organizaciones terroristas en el mundo eran:
Globales, Al Qaeda y el Estado Islámico.
América del Sur: Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC); Ejército de Liberación Nacional (ELN), también de Colombia; Sendero Luminoso (PCP-SL), de Perú.
No hay registros de Centroamérica ni de América del Norte, pero ingresaría México si se aprueba lo que busca Trump.
Europa: hay cinco, entre las cuales está Euskadi Ta Askatasuna (ETA) en España y Francia.
África: es el continente con una mayoría. Suman 13 en 8 naciones. La que tiene una mayoría de agrupaciones es Egipto, con cuatro.
Asia también tiene lo suyo. Son Siete las organizaciones consideradas terroristas de las cuales cuatro están en Pakistán.
México podría ingresar en la lista, aunque se desconoce con cuáles organizaciones. Algo que tampoco se sabe a ciencia cierta es, si el planteamiento de narcoterrorismo para México es como parte de la campaña del presidente de Estados Unidos hacia su reelección o es realmente como consecuencia de la masacre de mujeres y niños de la familia LeBaron con nacionalidades estadounidense y mexicana, es decir binacional.
Y son precisamente las masacres registradas en el país, sobre todo de 2004 a la fecha, las que no favorecen el rechazo de la posición mexicana a la pretendida política de Trump.
TERRORISMO EL ATAQUE EN EL PASO: EBRARD
Cuando el 4 de agosto Patrick Crusius, asesinó a 22 personas en El Paso, Texas y entre ellos se hallaban 8 mexicanos, el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard anunció que el gobierno de México pediría la extradición del autor de la masacre por “terrorismo”.
“Hemos estado en comunicación con la Fiscalía General de la República para proporcionarles toda la información necesaria para, si lo deciden, iniciar la denuncia por terrorismo», dijo.
“Para México será la primera demanda en la historia de esta naturaleza», expresó y añadió: «Esta demanda permitirá que México tenga acceso a toda la información correspondiente para valorar si hay otros individuos potenciales involucrados, que pongan en riesgo la vida de mexicanos en Estados Unidos».
Marcelo Ebrard habló en conferencia de prensa en Palacio Nacional y al final de su intervención concretó: «Es una decisión que se tomará en su momento pero que a nadie le extrañe porque para México este individuo es un terrorista».
COOPERACIÓN SÍ, INTERVENCIÓN, NO
Conocida la postura de Donald Trump sobre el “estudio” para declarar a los miembros de los cárteles mexicanos en “narcoterroristas”, el presidente López Obrador fijo la postura del país: cooperación sí, intervención, no.
No abundó en el tema.
Mientras el jefe del Senado, Ricardo Monreal calificaba las declaraciones del residente de la Casa Blanca como “delicadas”. Estimaba al mismo tiempo que no hay crisis pero sí tensión.
Y en las redes sociales se soltaba la consigna: Los LeBarón son traidores”, por haber pedido a la Casa Blanca que calificara de narcoterroristas a los integrantes de los cárteles del crimen organizado, que generó reacciones encontradas. Un vocero de la familia respondió: “No somos traidores ni vende patrias, pero el gobierno (de México) no puede solo contra el poder del dinero y armamento que tienen los criminales.
Por su parte, el internacionalista. Adolfo Laborde, señaló que si la declaración de Trump se concreta, se suspendería la cooperación entre ambos países y la campaña reeleccionista del republicano recibiría una bocanada de oxígeno.
“Pero no debería sorprendernos la postura de Trump. El Departamento de Estado califica cada año, en el mes de abril, a los grupos terroristas existentes en el mundo. En el informe pasado, ya se mencionaban los cárteles que operan en México”, expresó a MISIÓN POLÍTICA, el investigador de la Universidad Anáhuac.
Dijo, además, que tampoco es novedad que actúen en el país enviados de las diferentes agencias de seguridad y combate al terrorismo.
“Han estado en el México durante mucho tiempo y la única discusión que se ha dado por su presencia es si se les permite estar o no armados. Por lo demás, investigan, actúan, toman decisiones y el gobierno mexicano las avala”, comenta.
Recordó el caso Culiacán, en el que participaron agentes de la DEA y sin el menor recato se dejaron fotografiar para mostrar que se encontraban en México y que habían aportado las pruebas para la detención de Ovidio Guzmán –detenido y después liberado- lo que ocasionó una reacción inconveniente para el ejército mexicano.
Esta semana será la de definiciones sobre el efecto que tendría la calificación de narcoterroristas a los cárteles criminales mexicanos.
Los Mexicanos que Murieron en la Masacre de El Paso, Texas
Juan de Dios Velázquez Chairez, de Zacatecas
Sara Esther Regalado, de Ciudad Juárez, Chihuahua
Adolfo Cerros Hernández, de Aguascalientes
Jorge Calvillo García, de Torreón, Coahuila
Elsa Mendoza de la Mora, de Yepomera, Chihuahua
Gloria Irma Márquez, de Ciudad Juárez, Chihuahua
María Eugenia Legarreta Rothe, originaria de Chihuahua
Iván Filiberto Manzano de Ciudad Juárez, Chihuahua.