Graue ¿Víctima

Por Jesús Michel Narváez
Después de que supuestamente todo estaba planchado para su redesignación como rector de la UNAM para un segundo periodo, Enrique Graue ha sido blanco de severas críticas, acusaciones y hasta defenestraciones.
Nadie ignora que no es el favorito del Presidente de la República y que desde el interior de la UNAM le colocan piedras, rocas, para que no pase.
Surge un nuevo elemento que se convierte en algo más que el Monte Calvario: lo quieren crucificar mostrando que la UNAM no es la mejor universidad mexicana en el ranking mundial, algo que había logrado desde hace años, cuando menos dos décadas.
Ayer, la publicación Índigo, difundió la información. Dice:
“De acuerdo con el QS World University Rankings 2020, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey es la universidad número tres de Latinoamérica; mientras que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) es la número seis.
“La lista señala que el TEC de Monterrey sólo está por detrás de la Pontificia Universidad Católica de Chile y de la Universidad de Sao Pablo (Brasil).
“Mientras que la UNAM se encuentra por debajo de la Universidad de los Andes (Chile) y la Universidad Estatal de Campinas.
“Colaboradores, profesores, alumnos y exalumnos, este logro es de todos… Hoy somos la universidad #1 de México y la número 3 de Latinoamérica en el QS Latin America University Rankings 2020 de @TopUnis”, tuiteó la institución privada”. Hasta ahí el texto publicado.
¿Es una maniobra de los conservadores, los representes de la derecha, los de la minoría rapaz del país?
Entiendo y con claridad que la política no tiene límites y que si para frenar una decisión que le compete solamente a la Junta de Gobierno de la UNAM se tiene que exhibir que no es la mejor en América Latina a fin de buscar un responsable, hay que utilizar todas las herramientas que proporcionan los rankings que miden la calidad educativa de las universidades del mundo.
Lo que no comprendo es la tozudez de insistir en permanecer en un cargo que requiere de consensos y quien aspira a seguir no los consigue. Creo que Graue ha hecho un trabajo discreto, alejado de los reflectores –quizá su gran error- y que ha logrado que la UNAM se mantenga como una institución de primera línea.
El haber perdido el punto crítico que distinguió a la entidad que generó cuando menos 10 Presidentes de la República, centenares de funcionarios públicos capaces, proporcionó personal humano en la IP de alta calificación, no se soslaya. ¿Por qué ahora, a unas semanas de la redesignación o nueva designación del Rector (ra) se baja la calificación de la UNAM?
Hay gato encerrado.
Y Delgado y Padierna, sin duda, se cayeron por asomarse.
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