Incierto si 4T pueda entenderse con el poder económico: Sánchez Cordero

Es incierto si en lo que resta del sexenio se conseguirá un entendimiento entre el gobierno de la cuarta transformación y los representantes del poder económico que defienden los principios neoliberales , dijo este miércoles la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

Buscar este entendimiento “ha sido terriblemente complicado”, según planteó en el seminario internacional “(Re) Pensar la Democracia”, celebrado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Ella, dijo, ha sido uno de los principales puentes para la comunicación entre el sector privado y el gobierno federal. Y desde esa posición ha observado que “ha sido terriblemente difícil para estos grupos empresariales que hicieron grandes fortunas al amparo del poder político entender la nueva relación con el gobierno federal”.

Esto, dijo, es algo “que sentimos minuto a minuto, día con día”. Los críticos “que no acaban de entender esta cuarta transformación están permanentemente con marcajes personales (sobre nosotros) y con escrutinio todos los días”.

Comprender el cambio es difícil para ellos, aseguró, pero no para “los que hemos entendido desde hace muchos años esta exclusión, esta desigualdad, esta imposibilidad de tener una movilidad social razonable” que se vive en el país.

“Les cuesta trabajo y no sé si logremos en este escaso tiempo que nos queda -porque ya vamos a cumplir un año de gobierno y nos quedan cinco- tener este entendimiento o no”, dijo.

Relató que ella está en el gobierno porque el presidente Andrés Manuel López Obrador la ha dicho que quiere que su legado sea la separación del poder político y del poder económico.

En su participación en el seminario convocado por el Programa Universitario de Estudios sobre Democracia, Justicia y Sociedad, coordinado por el académico John Ackerman, Sánchez Cordero dijo que en México la democracia paga por culpas ajenas.

Señaló que informes de Latinobarómetro de 2018 indican que el 38 por ciento de los mexicanos es totalmente indiferente al tipo de régimen político que exista en el país. “O sea -dijo Sánchez Cordero-, les vale, ya sea sea democrático o no”. Otro dato preocupante, siguió, es que el 11 por ciento considera que un gobierno autoritario en México es preferible a uno democrático.

“Es decir, alrededor de la mitad de la población encuestada no tiene buena estima por la democracia. La corrupción, la desigualdad, el estancamiento económico, la debilidad del Estado de derecho, la ineficiencia de las instituciones han llegado a ser identificados como males ocasionados por el sistema democrático”.

En su opinión, “algunos de los males que padece nuestra sociedad son causados precisamente por la ausencia de canales democráticos o por su azolvamiento”. En este sentido, agregó, ”en el gobierno tenemos la convicción de que el mejor sistema es el democrático. Por ello trabajamos para ampliarlo y consolidarlo, para que las mexicanas y los mexicanos la revaloren”.

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