Por Jesús Michel Narváez
Confieso mi sorpresa. Y, sin ser católico profesante, me imagino que solo Dios o el Chapulín Colorado nos pueden proteger.
Se lo digo porque al escuchar el audio, leer los twtters –que fueron borrados, por quién sabe quién- de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero en torno al asesinato de 14 policías estatales de Michoacán a manos del Cartel Nueva Generación, no tengo otra cosa que acercarme a quien es el Supremo y pedirle que me (nos) proteja. Lea usted la declaración:
El ataque en contra de policías de Michoacán y del que 14 elementos resultaron muertos es parte de los hechos de violencia lo que “todos los días” ocurren en el país. Palabras de la responsable de la gobernabilidad del nacional y en materia de seguridad, copartícipe, junto con los secretarios de Defensa Nacional, Marina y Seguridad Ciudadana.
¿Es a lo que debemos acostumbrarnos?
No lo sé. Pero parece que es el destino que nos tiene asegurada la llamada Cuarta Transformación.
Ante la falta de resultados para frenar la violencia, la criminalidad, la fuerza de los cárteles criminales –de la droga y el organizado que secuestra y cobra derecho de piso-, el presidente López Obrador dijo en su mañanera de este pasado lunes: “Es nuestra principal preocupación y ocupación. Todos los días trabajamos este tema. Es el gabinete que más se reúne porque estamos diario de 6:00 a 7:00 recibiendo informes, tomando decisiones para garantizar la paz y tranquilidad del país”. ¿Y cuáles son los resultados que beneficien a los ciudadanos? …¡Ningunos!
¿Qué le informan? No lo sé. Pero orondamente, AMLO dice:
En su conferencia afirmó que su gobierno no le da la espalda a la ciudadanía ante problemas “que han sido desatendidos por años”, y que el informe de seguridad presentado este lunes por su Gabinete es muestra de ello. Los culpables son los otros, no la ineficiencia de la “estrategia”. (Que es la misma de los otros).
“En esta materia estamos trabajando en completa unidad”, apuntó.
Ayer, Alfonso Durazo rindió su informe de resultados en el combate a la criminalidad, los delitos, la violencia. Tuvo un gesto de honestidad: NO HAY NADA DE QUÉ PRESUMIR.
Y en efecto, como dice Sánchez Cordero los hechos de violencia lo que “todos los días”, ocurren en el país.
¿Y la estrategia? AMLO presume el apoyo de las secretarías de Defensa y Marina, a quienes agradeció por el apoyo, pues “nos están ayudando a garantizar la paz y la tranquilidad”. ¿Cuál seguridad y cuál paz?
¿Sin las fuerzas federales no puede con el problema? Antes las llamó autoras de masacres. Hoy ¿son su sostén? Vaya usted a saber.
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