Por Jesús Michel Narváez
Hay infiltrados. El Padrón no es confiable. No hay condiciones para realizar el relevo de la dirigencia nacional de Morena.
La presidenta del partido oficial, Yeidckol Polevnsky, confirmó que fue suspendida la elección para renovar la dirigencia nacional, prevista para el 17 de noviembre.
Si el Padrón, registrado ante el INE no es confiable, entones el partido, su dirigencia actual, le mintió.
Si hay infiltrados, entonces quienes recibieron las solicitudes de afiliación, fueron y son los enemigos.
Si no hay condiciones para realizar la elección, la mano que mueve la cuna es sumamente poderosa.
La bomba estalló y nadie pudo evitarlo.
Ni siquiera su fundador que tiene todos los datos, toda la información y no obstante su sugerencia de que la decisión se tomara por encuesta.
“Es una pena lo que está sucediendo, lo dije todo el tiempo, ese padrón no sirve, no es confiable y no debíamos usarlo porque no podemos arriesgar a nuestras compañeras y compañeros. Hay muchas quejas de que se está entrometiendo gente que no es de Morena y la gente de Morena se está quedando afuera, entonces tendremos que citar al Comité Ejecutivo Nacional y tomar las medidas respectivas”, indicó, la presidenta que debería terminar su gestión.
Después pondría otra piedra caliente en las manos de las autoridades electorales: no se sabe cuándo será la renovación. Sus palaras fueron: eso se resolvería después, una vez que se logre integrar un padrón verdadero, “que sea de militantes y que no esté manoseado como el que existe actualmente”.
Un desgaste innecesario. Se antepuso el interés de grupos y por el poder, a la filosofía amorosa y de honestidad que pregona su líder.
¿Quién pagará los platos rotos? Pudieran ser más de los que uno se imagina.
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