Al inaugurar el Foro sobre el Sargazo: Retos y Oportunidades en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Fabián Medina, jefe de la Oficina de la Cancillería advirtió que es necesario legislar en la materia, porque existen vacíos sobre quién es el dueño de esta macroalga color marrón cuando se encuentra en aguas internacionales o una vez que toca el mar territorial, donde tienen competencia la Federación, los estados y los municipios.
Ante expertos nacionales e internacionales, detalló que el día que México le ponga precio al sargazo, la gente se va a pelear por él, porque en Francia y España se paga hasta un euro por kilogramo.
Tenemos que ponerle un impuesto al sargazo, cuando nosotros hagamos eso, todos los países aquí representados por su cuerpo diplomático vamos a tener dinero de sobra, pero necesitamos legislar en torno a eso”, manifestó.
Fabián Medina aseguró que México está interesado en encabezar los esfuerzos de las 24 naciones caribeñas que luchan contra el sargazo.
En tanto, en entrevista, Alfredo Arellano, titular de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente de Quintana Roo coincidió en que se debe legislar para identificar en qué momento el sargazo deja de ser un recurso pesquero y en qué momento se puede considerar un residuo.
Adelantó que las puertas de la administración estatal están abiertas para los interesados en comercializar esta alga con el fin de orientarlos, y que tramiten los permisos que se requieran.
El ofrecimiento también para acercarlos a posibles consumidores y a encontrar también las medidas en las cuales el tratamiento que se le da al sargazo no tenga un impacto negativo, es decir, se supone que hay un secado, hay un pulverizado del sargazo y todo eso habrá que supervisar que se cuenten con las medidas necesarias para que esto no cause algún impacto ambiental en la zona”, resaltó.
Excélsior dio a conocer que a través del portal Mercado Libre, anunciantes ofrecen costales de cinco kilogramos de sargazo de Quintana Roo hasta en tres mil pesos, con envíos a toda la República y fuera de México, sin contar con la concesión de pesca comercial que se requiere por parte de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) para poderlo aprovechar comercialmente.