Rescatistas en el Mediterráneo: Pia Klemp y Carola Rackete

Por Itzel Toledo García

El estado de guerra en Siria, Afganistán e Iraq, así como las condiciones de pobreza, sequía y violencia en Sudán del Sur, Somalia, Sudán, la República Democrática del Congo y la República Central Africana han llevado a miles de personas a migrar hacia Europa en esta década. Desde 2015 este proceso ha sido referido en Europa como “la crisis migratoria europea” y “la crisis de los refugiados”, aunque países del Medio Oriente han recibido muchos más refugiados que el continente europeo y lo mismo ocurre con países africanos que han recibido muchos más migrantes económicos. Por ejemplo, de Siria hay más de 3 millones de refugiados en Turquía, casi 1 millón en Líbano, más de medio millón en Jordania y alrededor de 130,000 en Egipto. La Unión Europea ha recibido alrededor de 700,000 refugiados sirios.

Los migrantes han llegado a Europa por dos rutas: a través del mar Mediterráneo entrando por Grecia, Italia y España, y por tierra cruzando por Turquía para entrar por el sureste europeo. En 2015 más de un millón de personas cruzaron el Mediterráneo para llegar a Europa, de los cuales el 46.7% provenían de Siria, 20.9% de Afganistán y 9.4% de Iraq. Este número ha disminuido drásticamente, en 2016 alrededor de 400,000 personas entraron y en 2017 alrededor de 300,000. Se calcula que, en el primer semestre de 2019 solamente 2,100 personas pidieron asilo después de atravesar el mar, mientras que 14,300 lo hicieron en 2018 (una disminución de 85%).

Durante este lustro se han dado importantes discusiones dentro de la Unión Europea para encontrar un balance en la recepción de migrantes por los 28 países que conforman esta comunidad política, económica y cultural. Cada país miembro ha tenido que encontrar un equilibrio entre la llegada de migrantes y las quejas de la población cuando ésta se niega a que entren tantas personas a sus países, incluso ha habido un crecimiento de los discursos de ultraderecha en la región, como es claro en los gobiernos a cargo de Hungría e Italia. La posición de los países que forman la Unión Europea frente a esta crisis se ha ido endureciendo cada vez más y se está vigilando y castigando a varios activistas europeos que trabajan duramente para rescatar refugiados en el Mediterráneo, en donde de enero de 2014 a diciembre de 2018 17,644 personas murieron, según cálculos de la Organización Internacional para las Migraciones.

La alemana Pia Klemp (nacida en 1983), bióloga que trabajó en varios proyectos de conservación natural y marina, decidió unirse a operaciones de rescate en el Mediterráneo en 2017 ante la crisis migratoria. El gobierno italiano confiscó el barco Iuventa, comandado por Klemp, en agosto de 2017 y es objeto de una investigación bajo la acusación de ayudar a la migración ilegal por lo cual puede enfrentar hasta 20 años de cárcel. Vale mencionar que se estima que de agosto 2016 a agosto 2017 en dicho barco se salvó a 14,000 personas en 16 misiones de rescate. En 2018 Klemp se unió al barco Sea Watch 3 para continuar labores de rescate.

En agosto de este año Klemp rechazó la medalla Grand Vermeil que le iba a ser otorgada por la ciudad de París, gobernada por Anne Hidalgo, por la acción solidaria de rescatar migrantes en el Mediterráneo. Su razón para rechazar ser condecorada con esta medalla fue que la considera una acción hipócrita en tanto que el gobierno de dicha ciudad trata a los indigentes tan mal como las autoridades europeas tratan a los migrantes y además criminaliza a los que defienden los derechos de migrantes y refugiados. Kemp señaló en su cuenta de Facebook: “No necesitamos medallas. No necesitamos autoridades que decidan sobre quien es un ´héroe´ y quien es ´ilegal´. De hecho, no están en ninguna posición para tomar esa decisión, porque todos somos iguales. Lo que necesitamos son libertad y derechos. […] Es tiempo de desafiar honores hipócritas y llenar el vacío con justicia social. ¡Es tiempo de que convirtamos todas las medallas en puntas de lanza de revolución! ¡Documentos y vivienda para todos! ¡Libertad de movimiento y residencia!” (Pia Klemp, Post de Facebook, 20 de agosto de 2019). El Ayuntamiento parisino respondió que había un malentendido puesto que apoya refugiados y les garantiza condiciones humanas.

El Ayuntamiento de París también ofreció la medalla a la capitana alemana Carola Rackete (nacida en 1988), quien en junio de este año fue arrestada tras desembarcar en el puerto italiano de Lampedusa a 42 migrantes que rescató cerca de las costas de Libia. Este año el vicepresidente y Ministro del Interior italiano Matteo Salvini impuso un decreto prohibiendo la entrada a puertos italianos de barcos de organizaciones no gubernamentales con migrantes y se pueden imponer multas de hasta 50,000 euros. No obstante, frente al puerto de Lampedusa, Rackete señaló “Sé a lo que me arriesgo, pero los 42 náufragos a bordo están al límite. Los llevo a salvo. Espero que las autoridades europeas e italianas entiendan la situación.” Rackete fue acusada de poner en peligro la vida de policías que estaban cerca del barco, pero fue liberada el 2 de julio después de que la jueza del caso consideró que no cometió ningún delito. Rackete, quien además de participar en Sea Watch ha trabajado para Greenpeace, dijo en una entrevista en el diario La Repubblica “Mi vida ha sido fácil, he podido frecuentar tres universidades, me gradué con 23 años. Soy blanca alemana, nacida en un país rico y con el pasaporte correcto. Cuando me di cuenta, sentí la obligación moral de ayudar a quien no tenía las mismas oportunidades que yo.”

Desde su privilegio como mujeres blancas provenientes de la cuarta economía más poderosa del mundo, en este par de meses Klemp y Rackete han criticado la hipocresía de los gobiernos y de la prensa en la Unión Europea frente a la llamada crisis de los refugiados, pues a la vez que a ellas las designan heroínas están poniendo trabas para que entren más migrantes al continente, por ejemplo, al bloquear por días o meses los puertos. Esta crítica también ha sido llevada a cabo por otros rescatistas en el Mediterráneo como es el caso del catalán Òscar Camps, fundador y director de Proactiva Open Arms, quien señala que los rescatistas son acusados de ser traficantes y aliados de mafias cuando realizan una labor inmensa para salvar miles de vidas.

Fuentes:

Anna Buj, “Blanca y con el pasaporte correcto: la capitana del Sea Watch 3 que planta cara a Salvini”, La Vanguardia, 27 de julio de 2019  [https://www.lavanguardia.com/internacional/20190627/463137511247/capitana-sea-watch-salvini-italia-carola-rackete.html]

Oscar Camps, “Puertos Cerrados”, El Periódico, 29 de agosto de 2019 [https://www.elperiodico.com/es/opinion/20190829/articulo-oscar-camps-open-arms-puertos-cerrados-7607993]

“German captain of migrant rescue ship turns down Paris award”, Deutsche Welle, 21 de Agosto de 2019 [https://www.dw.com/en/german-captain-of-migrant-rescue-ship-turns-down-paris-award/a-50119037]

Hamza Mohamed y Alia Chughtai, “What you need to know about Africa´s refugees”, Aljazeera, 9 de febrero de 2019 [https://www.aljazeera.com/indepth/interactive/2019/02/africa-refugees-190209130248319.html]

“Migration to Europe in charts”, BBC News, 11 de septiembre de 2018 [https://www.bbc.com/news/world-europe-44660699]

Institute of Migration, Missing Migrants Project [https://missingmigrants.iom.int/]

The UN Refugee Agency, “Operational DT Portal Refugee Situations. Mediterranean Situation” [https://data2.unhcr.org/en/situations/mediterranean?page=1&view=grid&Type%255B%255D=3&Search=%2523monthly%2523]

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