Por Jesús Michel Narváez
Reorientar el gasto ¿qué significa?
Probablemente el nuevo secretario de Hacienda, neoliberal por convicción o necesidad, se haya dado cuenta de que el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2019 no fue el adecuado y por ello existan subejercicios –ahorros les llama el Presidente- que no deben darse cuando la marcha del país no se encuentra en su mejor momento.
Ciertamente habrá otros datos, pero lo que pone sobre la mesa Arturo Herrera Gutiérrez es la necesidad de hacer despegar la economía, que con datos duros del Banco de México no crece y el riesgo de la recesión es latente.
El sector privado ha sido insistente, quizá como nunca, en pedir al gobierno reglas claras para las inversiones y, además, que el sector público inicie a la brevedad posible obras de infraestructura que permitirían derrama económica.
El Presidente ya anunció que en este mes arrancarán obras importantes, aunque no se precisa cuáles serán, porque por cuanto a la refinería de Dos Bocas difícilmente se podría poner como ejemplo de desarrollo; el Tren Maya todavía está en veremos y el aeropuerto de Santa Lucía lleva meses de retraso.
No se conoce que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes haya licitado alguna obra importante y que la CFE o Pemex lo hicieran.
Hasta el momento todo ha sido charla y nada de proyectos concretos. Lo expresan desde el sector privado y también los analistas financieros que están más que pendientes sobre la marcha de la economía mexicana.
Aunque el peso “está fortachón” como dice el Presidente, acciones externas lo han golpeado en los últimos días; la Bolsa Mexicana de Valores y la nueva Viva han registrado pérdidas: la BMV perdió el piso de los 40 mil puntos y la amenaza de salida de inversores “golondrinos” está presente.
De acuerdo con versiones no confirmadas pero tampoco desmentidas, después de que la FED de Estados Unidos redujo en un cuarto de punto los intereses a pagar, aquí se estima que en la próxima reunión de los integrantes del Banco de México podría reducir en la misma proporción la tasa que se paga.
Ello propiciaría, según los expertos que saben de números e inversiones, que quienes buscaban mejores rendimientos para sus dineros dejen de traerlos a México, porque el mercado dejaría de ser atractivo; otros especialistas creen lo contrario.
Sea como fuere, la reorientación del gasto en lo que resta del año probablemente reactive la economía, cuya atonía ha sido señalada por los organismos nacionales y extranjeros como un hecho consumado, aunque existan otros datos y otros números.
Es posible que el secretario Herrera haga valer su cargo y el diseño de la política económica, trazada desde su antecesor y con su participación directa. Las reuniones que ha tenido el funcionario con legisladores de Morena, los que al final aprobarán o rechazarán el PEF para 2020, parecen encaminadas a buscar un mejor desempeño de los recursos públicos no solo en materia de desarrollo social –apoyos para combatir la pobreza- sino en materia de infraestructura que es la que genera empleos y derrama económica.
Sobre todo ahora que la confianza del consumidor volvió a registrar una caída. Hay que darle el privilegio de la duda al maestro Arturo Herrera.
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