Un Paseo de la Imaginación por Costa de Marfil, en África

Reportaje

Por Susana Vega López

Ahora resulta que la nuez de la India no es de la India sino de Costa de Marfil, un país ubicado en el occidente de África que  produce 800 mil toneladas de esta semilla al año lo que lo ubica como el primer productor del mundo, señaló el embajador de esa nación africana, Robert Djérou Ly, al asistir al Museo Nacional de las Culturas del Mundo en pleno centro de la Ciudad de México (MNCM) para anunciar el Tercer Encuentro Gastronómico organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Aunque su capital es Yamusukro, la ciudad más poblada es Abiyán donde se encuentra la sede del gobierno. El lema de la República de Costa de Marfil es “Unidad, disciplina, trabajo” y su idioma es el francés. Los portugueses bautizaron al país por la gran cantidad de marfil que encontraron. A la fecha, reconoció el embajador, “son pocos los turistas mexicanos que viajan a mi país por lo que es muy importante que conozcan más de mi nación, de su cultura, de su arte, de su música, su cine, su danza, su poesía”.

Entre los principales productos de intercambio entre México y Costa de Marfil se encuentra el cacao, el maíz y el plátano macho, que se preparan de diversas formas y con nombres distintos para dar paso al futú, keyenú, attieke, alucub o plátano macho cortado en pequeños trozos que se fríen y de postre el degué, así como una gran variedad de frutas.

“De cacao producimos 2 millones de toneladas, lo que nos ubica como primer productor al satisfacer la demanda del 40 por ciento del consumo mundial”, dijo a Misión Política.

Señaló que a pesar de ser el principal productor de cacao no tienen cultura chocolatera, no fabrican ni consumen esa golosina, pero dijo que hay proyectos de dar más uso a este fruto del que se extraen semillas por lo que se trabaja para darle un valor agregado para utilizarlo en cosmetología, medicina, plantas y crear una industria del chocolate por lo que ya se han asesorado con la iniciativa privada de México y desarrollar más posibilidades en la agroindustria de Costa de Marfil. También se trabaja en lo que respecta a la nuez y el café.

En cuanto a las bebidas, Robert Djérou Ly comentó que tienen un destilado parecido al tequila pero con más grados de alcohol (rebasa los 60) llamado kutukú, además de un vino de palmera conocido como bangui. Uno de los platillos más comidos es el attiéké que elaboran las mujeres aldeanas que es como el cous-cous de yuca. En las cocinas también usan mucho la berenjena, ajíes (chiles), cebolla, el achique y la nuez en su cocina.

El diplomático habló de sus salsas de cacahuate, berenjena y luego refirió que las mujeres africanas gustan mucho de ver las telenovelas mexicanas a grado tal que, incluso, dejan de cocinar para no perderse de sus capítulos. También refirió que los tacos mexicanos que ya se conocen en su país, son del gusto de los marfileños.

“Queremos ampliar la relación que tenemos desde hace 44 años con México, que al igual que Costa de Marfil posee una gran diversidad cultural y gastronómica, pero creo que a los países se les conoce por su cultura, danza y música”, consideró.

Con el objetivo de bajar los precios en México de la llamada nuez de la India serán los marfileños quienes lo procesen, comercialicen e importen para venderlo no sólo a nuestro país sino al mundo, porque será, ahora, más directo este proceso.

Para dar una idea de lo que es la vida de los 26 millones de habitantes en Costa de Marfil, en el Museo Nacional de las Culturas del Mundo se realizarán, del 8 al 31 de agosto, conversatorios, talleres, cuenta cuentos, ciclos de cine, música, danza, comida y bebida que darán una idea de la diversidad de étnias que existen en aquella nación que limita con Ghana, Liberia, Mali, Burkina Faso y Guinea.

“Comer es una de las instancias primarias a través de la cual el ser humano se reafirma como un ser cultural, La manera en que comemos muestra nuestro modo de estar en el mundo, de crear y recrear espacios, memorias y sentidos de pertenencia”, dijo el gastrónomo Miguel Ángel Valdés, coordinar de este encuentro que se organiza bajo la idea de que la vida familiar y los nexos sociales se trazan en torno a la comida.

La plática “Costumbres generales de Costa de Marfil” se dará el viernes 9 de agosto día en que también se podrán degustar platillos marfileños y escuchar a Alain Tchido quien, por cierto, dirigirá el taller “Al son de tambores de Costa de Marfil”.

El embajador adelantó que se presentará el libro “Alá no está obligado o Dios no es obligado”, de Ahmadou Kourouma, además de la charla “Maíz como comida ritual en el Golfo de Guinea”.

A pregunta expresa de Misión Política reconoció que no hay gran turismo mexicano en ese país que ofrece turismo religioso al tener la basílica más grande del mundo y mezquitas de más de 300 y 400 años; turismo de naturaleza y aventura en sus playas con una costa de 515 kilómetros, y sus parques naturales; turismo cultural con la gran variedad de festivales culturales que se realizan. Robert Djérou Ly aseveró que los marfileños reciben con los brazos abiertos a los mexicanos.

La maestra Gloria Artis Mercadet, directora del MNCM, señaló que esperan rebasar el número de visitantes registrados el año pasado en este tipo de encuentros y que fue de mil 500 durante el mes de agosto, luego de precisar que estas actividades son gratuitas para que la gente conozca más de Costa de Marfil.

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