*Las Supuestas Reuniones de Olga Sánchez Cordero y Marko Cortés en SEGOB
*“Presionó”, Para que se Avalara la Reforma en Baja California, Afirma el Jefe de PAN
Por Gerardo Lavalle
¿Someter a la secretaria de Gobernación al polígrafo?
Pues sí. Eso solicita Marko Cortés, jefe nacional del PAN para demostrar que doña Olga Sánchez Cordero “presionó” para que se aprobara la reforma constitucional en Baja California que amplía el mandato del gobernador electo para 2 años a un lustro.
Según la versión del dirigente partidista, la funcionaria planteó desde enero apoyar la reforma que ha generado un caudal de opiniones, la mayoría, en contra.
Concediendo sin aceptar que la versión tenga validez, lo sorprendente es que sea hasta que el agua salió del cauce cuando se conozca.
Y llama poderosamente la atención que Cortés sostenga que hubo presiones para sacar adelante la reforma, toda vez que sus diputados, los del PAN, tenían la mayoría calificada y la hicieron valer para aprobar, junto con los del PRI, los del PRS y los 3 de Morena, la controversial reforma.
¿Por qué don Marko sale con esta denuncia-acusación en contra de la titular de Gobernación?
¿Y por qué calla doña Olga y deja que la versión se esparza como reguero de pólvora?
Tiene fondo: es intentar lavar la cara ante la porquería que la cubre a causa de una decisión planteada por los panistas desde el año pasado, cuando comprobaron que la elección para sustituir a Kiko de la Vega en el proceso electoral estaba perdida.
De acuerdo con declaraciones de Amador Rodríguez Lozano, los panistas aprobaron en lo “oscurito” la reforma de 2014 para que la elección de 2019 fuera de dos años para empatar la siguiente con la federal. Pero en 2018, cuando advirtieron que la batalla estaba perdida, insistieron en que la reforma se mantuviera a pesar de que en 2016 y 2017 buscaron que el periodo fuera de cinco años.
Si así fueron las cosas, la duda prevalece: ¿Por qué en abril llegó a Tijuana y a Mexicali el jefe nacional del PAN para ordenar a sus diputados no votar la ampliación de mandato?
Según Rodríguez Lozano –en entrevista radiofónica con el director de MISIÓN POLÍTICA- Cortés amenazó con expulsar del partido a quienes avalaran la ampliación del periodo.
Sabía ya, por diversas encuestas, que la elección la ganaría Jaime Bonilla, el hasta enero pasado el súper delegado federal en la entidad.
Durante el proceso electoral, en dos ocasiones el Congreso Local avaló la modificación y el Tribunal Electoral Estatal hizo lo propio. Sin embargo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por voto unánime desechó la validez de la reforma para ser aplicada en el gobierno que está por iniciar.
Con todo en contra, el Congreso Local volvió a las andadas y en sesiones secretas, violentando la ley que exige que estos temas tengan la mayor publicidad posible, aprobaron la reforma, la enviaron a los ayuntamientos y lograron el aval de 3 de los cinco con lo cual se convierte en ley. Falta la publicación y ya el gobernador casi saliente ha declarado que no la publicará, pero el Congreso está facultado para hacerlo, facultad que no ha ejercido todavía.
Como lo marca la ley, sin publicación no hay materia y por ello aún no corren los tiempos para las controversias constitucionales o la exigencia de declarar inconstitucional la reforma en cuestión.
La secretaria de Gobernación ya fijo su postura como ministra en retiro: es inconstitucional, pero como funcionaria federal, afirmó, tiene que mantenerse al margen y esperar que la Suprema Corte de Justicia de la Nación se pronuncie.
En medio de las aguas agitadas, Marko Cortés salió a ventilar lo de las presuntas reuniones con la titular de Gobernación y en las que “presionó para que se avalara el cambio”.
Hasta ahora no hay pruebas de los dichos. Y por ello, el jefe nacional del PAN solicitó, nada respetuosamente, que Olga Sánchez Cordero se someta al polígrafo.
Nunca ha ocurrido un hecho así en el México moderno ni en el antiguo, porque no existía el detector de mentiras. Es osada la solicitud, pero ¿y si tiene razón?
Es un tema que seguirá en la palestra durante el tiempo que tarde en publicarse la reforma y después de ello, porque ya habrá materia jurídica para someter a la Corte al estudio de fondo para determinar si es o no inconstitucional la reforma aprobada por el Congreso Local de Baja California y su Constituyente.