Por Verónica V. González y Arnoldo Piñón
A través de las «benditas redes sociales», circula copia del oficio OMDGA/0520/2016, en el que se señala que la antigua Oficialía Mayor del Gobierno del Distrito Federal, entregó en cuatro años, 211.5 millones de pesos al sindicato de trabajadores de base de la ciudad, por conceptos distintos a cuotas sindicales.
El asunto adquiere relevancia frente al activismo desarrollado por simpatizantes de Juan Ayala Rivero, quienes reclaman la validez de la toma de nota -otorgada por el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje- que le permitiría mantenerse en la dirigencia sindical hasta 2023.
El documento ha sido distribuido por quien se hace llamar “El vigilante de los trabajadores”. No es la primera vez que bajo ese seudónimo se hacen ese tipo de señalamientos; durante la larga etapa de transición en el gobierno capitalino, hizo circular otros en los que se centró en señalamientos a familiares del entonces jefe de gabinete y ex subsecretario de capital humano, Miguel Ángel Vázquez Reyes.
Por el tipo de información que se manejó, hubo quienes sospecharon que quienes estaban detrás, eran Jorge Luis Basaldúa y José Luis García, por la precisión en los datos, como si se tuviera acceso a nóminas y movimientos de personal.
El caso es que de acuerdo con el documento en el que se detallan los dineros entregados entre 2012 y 2015 al entonces Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno del Distrito Federal -el que cambió por Sindicato Único de Trabajadores de la Ciudad de México una vez que se modificó el nombre de la ciudad-, se trató de recursos distintos a las cuotas sindicales.
En 2012, de acuerdo con el informe, se les entregaron 40 millones de pesos; en 2013 fueron 47 millones; en 2014 llegaron a 48.5 millones; y en 2015 se elevaron a 76 millones de pesos. En total suman 211.5 millones de pesos.
Esos dineros les habrían sido entregados al entonces SUTGDF -ahora SUTGCDMX- por el gobierno del ahora senador perredista Miguel Ángel Mancera. En 2015, el presidente de ese sindicato, Ayala Rivero y su secretario de finanzas, César Piña Rodríguez -secretario general, además, de la sección 4- fueron candidatos del PRD a diputados locales -propietario y suplente, respectivamente- en el distrito 15 de la ciudad, enclavado en la ahora alcaldía Iztacalco; perdieron frente al contendiente de Morena. En 2018 ambos compitieron por el distrito 1 enclavado en Gustavo A. Madero con las siglas PAN-PRD-Movimiento Ciudadano, y nuevamente fueron derrotados por Morena.
En 2015, Ayala Rivero y Piña Rodríguez fueron reelectos en el SUTGDF -dos años más tarde en un congreso con irregularidades, a través de una ponencia el presidente tramitó y obtuvo una toma de nota que le permitiría mantenerse en la dirigencia sindical durante los próximos cuatro años.
Esa toma de nota fue impugnada por vicios de nulidad por el Frente de la Coalición Democrática de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México y Alcaldías, debido a, entre otras cosas, que la reforma a los estatutos de julio de 2017 que permitiría la reelección indefinida -legalmente sólo autoriza una- se condicionó a su aprobación en un congreso extraordinario de delegados del periodo 2015-2017, el cual no se llevó a cabo.
Además, el artículo 34 del estatuto señala que la elección se realiza cada cuatro años y es a través de planillas. Es decir, no puede haber sólo presidente sin el resto de carteras que integran el comité ejecutivo general.
Los simpatizantes de Ayala Rivero han señalado que el presidente del SUTGCDMX, Héctor Castelán Moreno, quien fue electo en el pasado congreso del 10 de julio, solo estará en funciones seis meses de manera interina y que el estatuto no contempla esa figura. Ni cuenta se dieron de la adición de un artículo transitorio para establecer el periodo de esa gestión.
Lo que resulta incomprensible es la posición del actual subsecretario de capital humano, Basaldúa Ramos, toda vez que mantiene una sospechosa cercanía con Mauro Sánchez, el principal asesor de Ayala Rivero, a grado tal que colocó a uno de sus hijos, Mauro Fernando Sánchez Durruty -medio hermano del conductor de televisión, Paul Stanley- en una posición de líder coordinador en su dependencia.
Una investigación del destino que Ayala Rivero y Piña Rodríguez dieron a esos 211.5 millones de pesos, pudiera colocarlos en una situación penal complicada. ¿Habrán medido ese riesgo…?
PARA LA AGENDA
Las “benditas redes” pudieran convertirse, en “malditas redes”, precisamente para Basaldúa Ramos, debido a que circula una fotografía de una supuesta hija suya que se dice colocó en una buena posición en el instituto del deporte de la Ciudad, ¿será…?