Luego de que se difundiera un video en el que se observa al líder del Partido de la Libertad de Austria (FPO), Heinz-Christian Strache, dispuesto a otorgar contratos públicos a Rusia a cambio de apoyo financiero, la coalición gubernamental de conservadores y ultraderecha llegó a su fin este lunes con la partida de todos los ministros del partido.
Los ministros de la institución política que aún permanecían en el Gobierno renunciaron después de que su titular de la cartera de Interior, Herbert Kickl, fuese destituido por el canciller conservador Sebastian Kurz.
Tras el escándalo conocido como “Ibiza-gate”, se produjo una nueva crisis en torno a Kickl, y los líderes políticos europeos llamaron a no votar por la extrema derecha en estas elecciones, consideradas claves para el futuro de Europa.
Por su parte, la canciller alemana, Angela Merkel, pidió resistir a los “políticos que están a la venta”.
En cuanto asumió su cargo, Kickl provocó un escándalo a nivel nacional al ordenar allanar la sede de los Servicios de Seguridad Interior (BVT), donde fueron incautados numerosos documentos confidenciales.