El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prohibió el miércoles que empresas estadounidenses usen equipos de telecomunicaciones de compañías extranjeras vistas como riesgosas para la seguridad nacional, una medida que parece apuntar a China en plena tensión comercial con Pekín.
Trump declaró una «emergencia nacional» para emitir el decreto, que aplica en particular al gigante chino Huawei.
La Casa Blanca argumentó que tomaba la decisión para proteger al país «de los adversarios extranjeros que están creando y explotando cada vez más las vulnerabilidades de la infraestructura y los servicios de tecnología de la información y las comunicaciones en Estados Unidos».
El decreto presidencial asegura responder a «actos maliciosos favorecidos por Internet, incluido el espionaje económico e industrial en detrimento de Estados Unidos y su población».
Ante la posibilidad de que Trump emitiera un decreto así, las autoridades chinas ya habían denunciado un abuso de poder de parte de Washington con el fin de eliminar a las empresas chinas del libre juego de la competencia.
«Hace algún tiempo que Estados Unidos abusa de su poder para desacreditar deliberadamente a las compañías chinas y hacerlas retroceder a toda costa, lo que no es justo ni respetable», condenó Geng Shuang, un portavoz de la diplomacia china.
El funcionario acusó a Washington de recurrir al «pretexto de la seguridad nacional» para evitar que las compañías chinas inviertan y ganen participación de mercado en Estados Unidos.