Por Arturo Lino Guzmán
Desde hace 17 años los Pueblos Mágicos constituyen uno de los ejes centrales de la actividad turística del país y el programa fue creado exprofeso para detonar comunidades con atractivos naturales o culturales de valor histórico o social, pero sobre todo con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.
El programa ha sido un éxito, su avance fue exponencial e incluso, algunos países buscaron hacer una copia del mismo o tener uno similar. Aquí ha tenido tanta demanda que muchas ciudades o comunidades han buscado tener el preciado distintivo. Hoy, con las nuevas políticas implementadas por la administración federal, los 121 Pueblos Mágicos que existen tienen que sobrevivir con relativos presupuestos, disminuidos en aras de las políticas de austeridad del gobierno en turno.
Ahora se busca que la labor de promoción del sector turístico, lo realice la iniciativa privada, cuando tal responsabilidad es mayoritariamente del Estado. Durante los sexenios anteriores se llevaba a cabo a través del Consejo de Promoción Turística (CPTM) que hoy está proceso de desaparición y cuyos recursos, de aproximadamente siete mil millones de pesos, se destinarán a la construcción del Tren Maya. En el caso de los Pueblos Mágicos, el gobierno federal, a través de la Sectur, pretende que sean las administraciones estatales las que se hagan cargo de publicitarlos.
Si bien fue notorio que los recursos del CPTM, se manejaban con discrecionalidad y hasta cierto punto con criterios poco claros -en algunos casos-, lo que puso en duda su manejo transparente, esta institución apoyaba y ayudaba a la promoción de los destinos, entre estos los Pueblos Mágicos, que hoy están descobijados y habrá que ver en unos cinco meses adelante, si tuvieron afectaciones con el muevo tratamiento que ya se les da. En el mencionado Tianguis se verá la realidad de estas localidades y la situación por la que atraviesan, lo que digan los funcionarios y prestadores de servicios que tienen que ver con el desarrollo del programa.
El asunto es que hasta el año pasado se llevó a cabo la Feria Nacional de Pueblos, pero el Secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués, hace poco más de un mes, anunció que esta feria se transformaba en el Tianguis de Pueblos Mágicos y la primera edición de esta modalidad se llevará a cabo en el mes de octubre en el estado de Hidalgo, donde mostrará el programa “su evolución”.
La pretensión gubernamental es que se convierta en “un evento de clase mundial y que se consolide como un referente en la escena turística del país, como una plataforma de intercambio comercial y una ventana de promoción para las 121 localidades de toda la República que forman parte de este exitoso programa”.
De acuerdo con Miguel Torruco, el programa de Pueblos Mágicos es para la presente administración una prioridad, por lo que se dará seguimiento a todas las iniciativas y proyectos que se han venido desarrollando.
“Estamos trabajando para encontrar nuevas opciones de crecimiento y apoyo para los Pueblos Mágicos, vinculados con otras dependencias y con el sector privado”, externó el funcionario, a quien seguramente se le cuestionará sobre esos nuevos esquemas para asignar presupuesto oficial.
En tanto esto ocurre, la Sectur federal trabaja de manera conjunta con el gobierno del estado de Hidalgo para que el Tianguis de Pueblos Mágicos sea un evento que cuide su calidad y su perfil de encuentro incluyente y de acceso a todo el público.
El Tianguis de Pueblos Mágicos a celebrarse del 24 al 27 de octubre, dispondrá de diversas áreas de exposición: Un Pabellón Principal que contará con 121 stands de por lo menos de 18 metros cuadrados cada uno, así como un Pabellón Comercial; uno Internacional, otro Artesanal y un escenario para actividades culturales, así como una zona Gastronómica y una más para jornadas académicas.
Queda claro que cada gobierno busca tener su propio sello, pero cambiar de nombre a la feria de Pueblos Mágicos es relativo, lo importante es que ese programa e iniciativa que se venía realizando desde años atrás con gran entusiasmo, tenga los suficientes apoyos económicos para continuar con su cometido de detonar el potencial turístico con que cuenta cada uno de ellos.
