*Suena Bien: Disciplina Fiscal, Creación de Empleos, Impulso al Agro
*¿Con qué Trapito se Podrá Hacer el Remedio?, Indagan
Por Jaime Contreras Salcedo
Muy por encima de consideraciones ideológicas que nos quitaría mucho tiempo y quedaría más bien a los expertos políticos que abundan en estas páginas, platiquemos esta vez de lo que nos propone el Ejecutivo desde su teórico Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. Ya sabemos que los diputados, en un eventual periodo extraordinario, podrán retomar el asunto –pues cuentan con 30 días naturales para hacerlo, como lo establece la ley en vigor- para aprobarlo o desecharlo.
No lo van a eliminar, claro, y menos si se toma en cuenta que Morena lo impulsará con todo, aunque habrá cambios significativos, pensamos por el bien de todos, por lo menos en lo que hace a las cuestiones de finanzas públicas y, en general, de la política económica que se anhela de aquí al final de la administración.
Platiquemos de lo que se prevé y de lo que ya empiezan a decirnos nuestros amigos expertos en asuntos financieros y de la macroeconomía. Revisemos pues.
Como también estamos informados, el crecimiento del Producto Interno Bruto al primer trimestre del año tuvo un saldo adverso, de solo 0.2 por ciento. El peor ajuste alcista, ni más ni menos que desde el cuarto trimestre de 2009, cuando estaba a todo lo que da la crisis global emergida de la problemática inmobiliaria estadounidense y europea.
Ahora, se supone, no hay crisis. Aún.
En las buenas noticias, el PND afirma varias veces en sus 65 cuartillas que el objetivo de la política económica en esta administración será retomar el camino de crecimiento “con austeridad y sin corrupción”, con un promedio sexenal de 4.0 por ciento, cerrando insistimos, con un nivel de al menos seis por ciento en el último ejercicio de la 4T.
Este documento da otra señales muy puntuales: en este sexenio habrá plena disciplina fiscal, cese del endeudamiento, respeto a las decisiones autónomas del Banco de México, creación de empleos, fortalecimiento del mercado interno, impulso al agro, la investigación, ciencia y educación.
Cómo estarán las cosas que, acorde con las proyecciones oficiales, en este sexenio se busca detonar el crecimiento, mantener finanzas sanas, no habrá incrementos impositivos, se respetarán los contratos existentes y habrá aliento a la inversión privada. Así de sencillo.
La administración de Andrés Manuel López Obrador nos dice en este Plan que tiene plena confianza que los salarios lograrán una recuperación cuando menos de 20 por ciento de su poder adquisitivo, sobre los actuales niveles se entiende. Por lo demás, desde luego, el PND establece que nadie padecerá hambre, en el 2024 la pobreza extrema habrá sido erradicada y tampoco habrá ciudadanos carentes de servicios médicos o medicinas.
Aunado a ello, but of course, las autoridades hacendarias opinan a través de este plan sexenal que tomando en cuenta el deterioro en el que se encuentra, se trabajará para rescatar el sector energético del país en su conjunto, con atención prioritaria a Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.
El PND destaca la construcción del Tren Maya, como uno de los más importantes proyectos de infraestructura y desarrollo socioeconómico en este régimen, el cual tendrá una extensión de mil 525 kilómetros,15 estaciones y requerirá entre 120 mil y 150 mil millones de pesos, los cuales se tiene la certidumbre de que provendrán de fuentes públicas, privadas y sociales, así que no sería mala idea poner a engordar los cochinitos correspondientes, amig@s.
Y ya que estamos en eso, los diseñadores del Plan nos dicen en cuanto al corredor multimodal interoceánico, que es programa eje para el desarrollo del Istmo de Tehuantepec, se especifica que requerirá de una inversión de ocho mil millones de pesos y se fijó como objetivo que, a partir de 2020, “pueda competir en costos y tiempos frente a otras opciones de transporte interoceánico”, en clara alusión al Canal de Panamá, aunque los especialistas tienen múltiples y detalladas dudas sobre el particular.
Otro álgido tema, una de las gemas de la corona en materia de obra pública para esta administración, es el proyecto del aeropuerto “General Felipe Ángeles”, en la base aérea de Santa Lucía, Estado de México, el cual se destaca que sumará a la infraestructura portuaria del centro del país para conformar una triada de terminales junto con el aeropuerto Benito Juárez y el de Toluca.
En este sentido, el Plan Nacional de Desarrollo explica que la cancelación del proyecto de Texcoco permitirá un ahorro de al menos 100 mil millones de pesos, y la nueva terminal aérea tendrá tres pistas, dos de uso civil y una para operaciones militares, atendiendo en una primera etapa a 20 millones de pasajeros y en un futuro a 80 millones. Casi el paraíso, pues.
Además, sin problemas según las estimaciones oficiales, se construirán caminos rurales para comunicar 350 cabeceras municipales de los estados de Oaxaca y Guerrero, y se instalará Internet inalámbrico en todo el país. Otro proyecto regional es el Programa Zona Libre de la Frontera Norte que empezó su aplicación desde el 1 de enero pasado en los 43 municipios fronterizos con Estados Unidos y los estados de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
Ya nada más nos falta el trapito.
Para hablar de eso, ¿qué le parece si nos vemos la semana entrante? Nos adelantan un par de amigos economistas que, ni hablar, de las piedras no van a salir recursos, proyectos ni, sobre todo, imaginación, pues convencer a 130 millones de mexicanos solo podrá ocurrir, a estas alturas, con hechos. Ya no quieren discursos ni futuras excusas de por qué no se hicieron las cosas. Estas Lascas Económicas lo ven con usted, junto con otras rodantes piedras en la siguiente entrega.Jacs95@hotmail.com.