Los primeros tropiezos de la esperanza desbordada han comenzado a darse: el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior (IMCPMI) disminuyó 0.2 por ciento durante febrero de 2019 frente al mes inmediato anterior, con cifras desestacionalizadas. La caída, evidentemente, es menor, pero lo relevante es que esto cambia la tendencia general de aumento que se venía presentando.
El consumo en bienes importados es el que arrastró el indicador general a la baja, pues descendió 3.5 por ciento, en tanto que los nacionales registraron un movimiento positivo de 0.1 por ciento.
Aún así, la tendencia a un incremento en el consumo privado de los últimos meses hace que la comparación con lo que sucedía el año pasado, en la recta final del sexenio peñaniestista, resulte favorable para la nueva administración federal. Febrero de 2019 es superior (en términos reales) en 1.9 por ciento al mismo mes de 2018.
Los gastos tanto en bienes nacionales como en importados muestran una mejor situación en febrero pasado que la de hace 12 meses.
De acuerdo con la ficha técnica de INEGI, responsable del monitoreo del dato, este índice, el IMCPMI, mide el comportamiento del gasto llevado a cabo por los hogares en bienes y servicios de consumo, tanto de origen nacional como importado, permitiendo de esta manera dar seguimiento de forma mensual al componente más significativo del PIB por el lado de la demanda.
