Por Emilio Hill
Llegó la 4T y con esta, la austeridad en la cultura. La ceremonia LXI del Ariel se llevará a cabo el próximo 24 de junio en la Cineteca Nacional. Para el premio más importante de nuestra cinematografía, queda cerrado Bellas Artes. Y llama la atención este hecho, ya que entre las nominadas se encuentra Roma, (Alfonso Cuarón, 2019), ganadora de importantes galardones a nivel mundial, entre éstos varias estatuillas del Oscar.
En medio de una creciente predilección por el cine –sobre todo entre los jóvenes-, el interés en este rubro para la actual administración parece nulo. Aun pesa en el medio cinematográfico, la inquietud por el futuro de algunos Festivales, tema del que nos ocuparemos en un futuro en este mismo espacio.
Un ejemplo –dato duro por delante-, las escuelas de cine, han tenido un aumento en las solicitudes de sus aspirantes. Lo mismo sucede con páginas de internet, canales de YouTube, en donde se hacen críticas y comentarios cinematográficos. Un cineasta o crítico en cada hijo te dio.
Lo que demuestra lo anterior es que el interés por la cultura fílmica, crece entre la población más joven. Y la respuesta de la 4T, es castigar –por lo que se ha visto hasta este momento- este rubro en algunos aspectos. La pregunta es: ¿regalar dinero a los chavos es la respuesta?, ¿no será mejor invertir en cultura para saciar la inquietud y gusto que se percibe?
En cuanto a las nominaciones para este año en el premio que entrega la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, el Ariel, se pueden considerar variadas. La polémica radica en la siempre presente Yalitza Aparicio, quien en su debut está considerada para Mejor actriz. Compite en tal categoría con Concepción Márquez por Cría Puercos; Gabriela Cartol, por La Camarista; Ilse Salas, por Las Niñas Bien y Sophie Alexander-Katz, por Los Días más Oscuros de Nosotros.
Y es que se pensó que Yalitza, iba a estar considerada en la terna por Revelación actoral.
Otro dato que la llama la atención, es que en esta categoría compite Benny Emmanuel, por De la Infancia (Carlos Carrera, 2010). El actor lleva ya algunos años en el medio y varios filmes tras de sí, pero el trabajo de Carrera tardó en estrenarse, y fue debut del nominado.
Reñido el asunto de la categoría por Mejor Película. Por un lado, está Roma, un filme que no podía faltar dado su trayectoria mundial con premios y galardones. Pero no se puede dar por hecho su triunfo, ya que hay filmes de publicidad más modesta que pueden ser vistos con mejores ojos por los miembros de la Academia. Tal es el caso de La Camarista (FOPROCINE, Bambú audiovisual Bbbilly).
Este largometraje es dirigido por Lila Avilés y trata sobre una joven que limpia habitaciones de un lujoso hotel mientras sueña con el vestido rojo que dejó olvidado una huésped y que se convierte en disputa entre sus compañeras.
No es muy diferente el tema –por lo menos en el exterior- a lo que presenta Roma y este profundo y modesto filme, puede ser la gran sorpresa de la noche. La directora, está considerada también en la categoría de Mejor Dirección.
En esta terna, además, están Alejandra Márquez Abella por Las Niñas Bien; Alonso Ruizpalacios, por Museo; Carlos Reygadas, por Nuestro Tiempo y claro, Alfonso Cuarón, por Roma. ¿La popularidad de Cuarón será invencible para estos directores? Se antoja interesante la polémica.
Así se presentan, las ternas, sin cambios, por Mejor Dirección. La presencia de Cuarón sería importante a nivel mediático.
En la categoría de Mejor Actor, se encuentran Luis Gerardo Méndez, por Bayoneta, en el papel de un boxeador con tono medio fifí. Están también Damián Alcázar, por De la Infancia; Baltimor Beltrán, por Mente Revólver; Noé Hernández, por Ocho de Cada Diez y Gael García Bernal, por Museo.
Tanto Alcázar como García Bernal, fueron sendos convencidos de la 4T. Será interesante escuchar su opinión sobre el lugar donde se llevará a cabo la ceremonia este año. El primero ha sido, a pesar de los recortes que se perfilan, defensor de estas medidas, Gaelito en general está hecho ojo de hormiga.
Una gran parte de la comunidad cinematográfica, se pronunció a favor de la candidatura del actual presidente, lo hicieron en cuanto espacio público se les presentaba.
Grandes activistas en redes, muchos de ellos, hoy guardan silencio. La ceremonia del Ariel, ha sido un foro de pronunciamientos políticos y sociales, y ese en mucho es el espíritu del nombre con el que está bautizado la estatuilla: el Ariel.
La ceremonia actual será una buena oportunidad para dejar claro en el espacio público si se le pedirá a la 4T apoyo al cine, en el marco de galardones mundiales y un creciente interés por los jóvenes en este rubro o si habrá un complaciente silencio.
Y no está de más rematar: que mejor que hoy un estudiante se prepare en el arte, y en un futuro extienda la mano para recoger un premio, que hoy la levante solo para recibir un dinero, que en su vida se esfumará pronto.