El presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el líder norcoreano, Kim Jong-un, confiaron hoy en que las conversaciones que mantendrán en su primera cumbre contribuirán al proceso de desnuclearización de la península coreana y a la normalización de las relaciones entre Pionyang y Seúl.
«Agradecemos sus esfuerzos para desarrollar el diálogo intercoreano y para normalizar las relaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos», dijo Putin a Kim al inicio de cumbre que se celebra en la Universidad Federal del Lejano Oriente, en la isla Russki.
El presidente ruso expresó su deseo de que la visita de Kim «sirva para desarrollar las relaciones bilaterales» y también para «comprender mejor cómo podemos resolver la situación en la península coreana, qué podemos hacer juntos, qué puede hacer Rusia para apoyar los procesos positivos que están teniendo lugar ahora».
«Me complace verlo en Rusia, nuestros colegas han estado de acuerdo con esta reunión», dijo Putin al líder norcoreano, que estaba sentado a su lado en uno de los salones de la sede de la cumbre.
Kim Jong-un a su vez pidió a Putin, que trabajen juntos para explorar las formas de resolver el problema de la desnuclearización de la península coreana.
«La situación en la península coreana es de gran interés para toda la comunidad internacional. Espero que nuestras conversaciones sean un evento importante para evaluar esta situación juntos, intercambiar puntos de vista sobre la situación y sobre cómo resolver este problema juntos», sostuvo Kim.
La cumbre entre los dos líderes se celebra después del fracaso de la cita entre Kim y Trump en Hanói en febrero pasado.
El mariscal norcoreano quiere una desnuclearización gradual que vaya acompañada de un levantamiento progresivo de sanciones, una oferta que Washington rechazó en Vietnam, pues defiende un «gran acuerdo» que pasa por eliminar todos los programas de armas norcoreanos, además del atómico, antes de relajar ninguna sanción.
Putin por su parte reclama la desnuclearización de la península coreana y por ello ha apoyado las sanciones en el Consejo de Seguridad cada vez que ha habido pruebas en Pionyang, pero al mismo tiempo considera que hay que ofrecer a Kim medidas de reciprocidad y garantías de seguridad.
El líder norcoreano felicitó asimismo al presidente ruso por su reelección el año pasado, en tanto que Putin hizo lo propio ante Kim, quien asumió el poder en Corea del Norte en 2011.
Kim Jong-un expresó además su deseo de que la cumbre sea «útil para fortalecer y desarrollar las relaciones tradicionalmente amistosas» y que «tienen raíces profundas».
Putin también destacó que «bilateralmente, tenemos mucho que hacer para desarrollar los lazos comerciales y económicos, desarrollar contactos humanitarios».
Los dos líderes mantienen primera su reunión bilateral y posteriormente celebrarán un encuentro ampliado junto con sus respectivas delegaciones, a las que saludaron tanto Putin como Kim a su llegada a la sede de la cumbre.El principal tema en la agenda es una solución pacífica al problema nuclear en la península coreana y los esfuerzos de distensión entre las dos coreas, así como las relaciones bilaterales -asuntos políticos, económicos, culturales y humanitarios- y la cooperación para garantizar la seguridad en el noreste asiático.
Los dos líderes no prevén hacer declaraciones al término de la cumbre, ni firmar acuerdos, según el Kremlin.