Al primer trimestre de 2019, la delincuencia se incrementó 5.9 por ciento para el pequeño comercio en la Ciudad de México y hoy en día, nueve de cada 10 comercios son víctimas de algún delito, como robo a mano armada, extorsión a través del cobro de derecho de piso y secuestro express.
A esa cifra, ya de por sí preocupante, se suma el hecho de que siete de cada 10 delitos no se denuncian por miedo a represalias y desconfianza hacia las autoridades, principalmente, alertó el presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño, Servicios y Turismo (Canacope) de la Ciudad de México, Federico Pérez.
En entrevista con Notimex, refirió datos del organismo que afilia a 20 mil negocios y los de la Comisión de Seguridad Ciudadana del Congreso local en los que se reconoce un incremento en los índices delictivos.
Este tipo de flagelos, indicó, generan pérdidas económicas “brutales” para los empresarios en pequeño que si bien generan ganancias diarias de entre tres mil a cinco mil pesos, la pérdida mensual por actos delictivos implica hasta 10 por ciento de sus ingresos, es decir, entre nueve mil a 15 mil pesos al mes.
Ante la inactividad de las autoridades para remediar estas pérdidas, los pequeños y medianos empresarios han debido invertir en seguridad privada que deriva en un gasto adicional de hasta 25 mil pesos mensuales, estimó.
“De cualquier manera la inseguridad y la delincuencia golpean de manera muy poderosa el bolsillo de los pequeños y medianos empresarios de la capital”.
Sobre la atención policiaca a las víctimas, reveló que 45 por ciento de los agremiados han respondido que si la reciben, pero no de manera inmediata; el 31 por ciento no tiene ninguna clase de ayuda y sólo 24 por ciento es atendido en tiempo y forma.
“Nosotros en este sentido hacemos un llamado muy respetuoso y atento a la autoridad para que escuchen a la gente porque existe aún una gran área oportunidad en relación a la atención a llamadas de auxilio».
Pérez Cruz mencionó que las alcaldías más peligrosas detectadas son Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Cuauhtémoc, debido a la falta de protección, exceso de bandas organizadas, desempleo e impacto de la inflación en el salario actual.
“Estos factores ya se sumaron y ahora son un germen de cultivo para la comisión de estos delitos”.