Revocación de Mandato: Manzana de la Discordia de la Actualidad ¿Envenenada?

A la Vuelta de la Esquina

*¿En una Mordida Estará la Reelección?

*Obregón y Calles Pagaron su Osadía

*Pudiera ser Parte de las Trampas de la fe

*Y en Medio del lio, las Consultas “a Modo”

Por Iván Ruiz

La no reelección en México causó una Revolución hace 119 años. La revocación de mandato, hoy, produce sospechas, rechazo, movimientos políticos y… una carta firmada por el actual presidente en la que no creen ni sus allegados: su palabra no es ley y en cambio representa una manzana (haya sido o no el verdadero fruto prohibido) de la discordia.

Estamos en el siglo XXI y son pocos los que se chupan el dedo, sobre todo cuando la Constitución establece la prohibición de la reelección total a un presidente de la República.

El artículo 83 dispone que aquel ciudadano que haya ocupado la presidencia con cualquier carácter (electo popularmente, interino, provisional o substituto) por ningún motivo podrá volver a desempeñar ese puesto.

Pero, claro, hay disfraces, subterfugios y atole con el dedo, ante lo elemental que, no se duda, buscarán los legisladores de Morena, hincados o con reverencias para hacer realidad el sueño presidencial, a pesar de saber con certeza que están jugando con fuego, como en su momento lo hicieron Obregón y Calles, quienes pagaron su osadía. El primero, con la vida y el segundo, tras el intento de ser el poder tras el trono (otra forma de reelección), con el destierro.

La revocación de mandato que hoy propone el Jefe del Ejecutivo federal, nos lleva a “Las Trampas de la Fe”, el título del artículo de Gustavo Gordillo, escrito en La Jornada, al principio del actual sexenio.

“La paradoja del momento actual -precisó-es entre quienes tienen toda su fe en que el nuevo gobierno triunfará resolviendo los graves problemas nacionales, y quienes tienen su fe puesta en que resolver los grandes problemas nacionales significará que el nuevo gobierno fracase. Esta paradoja es consecuencia de las restricciones reales que enfrentará”.

La revocación de mandato, decimos nosotros, es y será una de las principales espinas para México, a pesar de sus posibles beneficios.

Salvador Moreno Pérez y Kenya Atenas Nelly Lizárraga Morales escribieron en 2017, en la publicación “En Contexto”, del Centro de Estudios Políticos y Sociales, de la Cámara de Diputados, señalaron:

“En el Congreso de la Unión, en lo que va de la LXIII Legislatura, se han presentado -según el Sistema de Información Legislativa de la Secretaría de Gobernación- 10 iniciativas sobre revocación de mandato, de las cuales sólo tres se encuentran con dictamen pendiente y las demás fueron desechadas o retiradas”.

También:

“La revocación de mandato es un asunto de mayor interés de los congresos locales. El Congreso de Jalisco presentó dos iniciativas al respecto, en tanto que los congresos de Morelos, Sonora y Chihuahua presentaron una iniciativa sobre el tema ante el Congreso de la Unión”.

(Son nueve entidades, hasta ahora, que se en ocasiones se han favorables a dicha figura en materia local: Yucatán, Chihuahua, Zacatecas, Oaxaca, Morelos, Guerrero, Aguascalientes, Nuevo León y Jalisco).

Pero, en sus comentarios finales ellos precisan:

“Si bien la Constitución de la Ciudad de México en su capítulo II “De la democracia directa, participativa y representativa”, artículo 25, puntualiza disposiciones en las que los ciudadanos pueden incidir tanto individual como colectivamente en las decisiones públicas usando mecanismos como el referéndum, plebiscito, consulta popular, iniciativa ciudadana y revocación de mandato, en México se han llevado a cabo algunas consultas para revocar o ratificar el mandato de algún funcionario. Desafortunadamente han sido ejercicios “a modo” para validar o ratificar su mandato; no se han convertido en verdaderos ejercicios democráticos y con efectiva participación ciudadana”.

Precisamente este es el temor actual, que la figura se utilice “a modo”, en primer lugar, en llevar agua al molino de los votos para Morena en las elecciones intermedias de 2021, con la figura de López Obrador en las boletas para algo que no tiene nada que ver con una revocación de mandato y en segundo, que mientras conserva la popularidad que hoy tiene (casi 80% de acuerdo a encuestas) se enquiste en el poder.

Y sí, como dicen los investigadores:

“La falta de información y claridad en el proceso no sólo de revocación de mandato sino de mecanismos democráticos de forma directa en México da como resultado una participación momentánea y con una ciudadanía poco satisfecha de las instituciones en su conjunto; por tanto, se requiere revalorizar la importancia de la participación ciudadana como base de la soberanía para incidir en el sistema político y electoral, colaborando de esta manera para lograr una cultura de la democracia directa en México”.

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