Los Presidentes de México y el Desbordado Amor al Terruño

Los Dados de Dios

*Produce Sueños que van Rumbo al Fracaso

*La Mayoría con Planes Nacionales Parejos

*Calles, Cárdenas, Alemán, Hasta Nuestros Días

Por Nidia Marín

“Así es mi tierra, / flor de la melancolía, / ¡ay, tierra mía!, / cómo es grato tu calor…”

Tata Nacho no andaba tan perdido. ¿Y los gobernantes? Pues de todo como en botica.

Pero, no hay nada nuevo bajo el sol con el hecho de que Andrés Manuel López Obrador pretenda realizar la refinería de Dos Bocas, en Tabasco o el Tren Maya, que pase por sus pueblos. Desea como todos los presidentes sexenales ayudar a su tierra. El negrito en el arroz resulta de las imposibilidades económicas para desarrollar un proyecto que, con máximo gasto, estará obsoleto en pocos años… si lo terminan.

En otros tiempos hubo necedades, pero también supieron escuchar a quienes saben.

Casi todos los presidentes de México, desde antes que tomara forma el Plan Sexenal, ayudaron, hasta donde es posible, a los estados donde nacieron, aunque las obras realizadas en su mayor parte fueron a nivel nacional, porque primero está México que los caprichos y exenciones de pago.

Así, Plutarco Elías Calles (1924-1928) durante su mandato, entre las grandes obras realizadas estuvo continuar con la extensión de la frontera agrícola en Sonora. Gracias a los intensos trabajos las hectáreas cultivadas en el Valle del Yaqui habían pasado de 15,000 en 1923 a 37,000 antes de terminar la década de los veinte. Y en ese proceso fueron fundamentales las políticas agrícolas, crediticias y de irrigación que la federación llevó a cabo con la fundación de los bancos Ejidal y Agrícola.

Abelardo Rodríguez, no impulsó mucho a su tierra durante su mandato como sustituto (1932-1934), pero sí posteriormente como gobernador de Sonora.

Don Emilio Portes Gil, sólo alcanzó a colaborar para que continuara el reparto de tierras en Tamaulipas, ocupado como estaba, tras el asesinato de Obregón, en lograr la autonomía de la UNAM, que se dio durante su periodo presidencial, en apagar el fuego escobarista y en cerrar el conflicto cristero.

El inolvidable “nopalito”, Pascual Ortíz Rubio, no dio para mucho para ayudar a Michoacán…ni a México. En cambio, Lázaro Cárdenas del Río (1934-1940) (que también ya habría hecho un gran trabajo como gobernador), al llegar de mandatario federal, su tierra se vio beneficiada con la reforma agraria, la expropiación petrolera, la ampliación de carreteras, la nacionalización de la red ferroviaria y demás. Felipe Calderón prácticamente no ayudó a la gente de por allá enfrascado en la guerra contra el crimen organizado ¿o sí?

Don Manuel Ávila Camacho no le dio mucho a Puebla, no solamente porque estaba en pleno la Segunda Guerra Mundial, sino por las tropelías del hermano super incómodo, Maximino (quien falleció envenenado dizque por un brujo de Catemaco). Eso sí, nos heredó el SNTE y la Secretaría del Trabajo. Con el otro poblano, Gustavo Díaz Ordaz, fue peor.

Los veracruzanos Miguel Alemán Valdés y Adolfo Ruíz Cortines, sí ayudaron a su terruño y a México, el primero con reformar el artículo 27° de la Constitución en dos aspectos que señalaban: los dueños de predios agrícolas y ganaderos que tengan certificados de inafectabilidad pueden promover el juicio de amparo frente a la privación agraria ilegal en sus tierras y lo referente al límite de la pequeña propiedad la cual variaba según su actividad productiva. Y el segundo, con el voto para la mujer, el desarrollo de los recursos marítimos, la erradicación del paludismo y el Programa de Bienestar Social Rural, por ejemplo.

El Estado de México también resultó beneficiado tanto por Adolfo López Mateos como por Enrique Peña Nieto, en el primer caso con la nacionalización de la industria eléctrica y la construcción del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y también con el aguinaldo para los trabajadores, el Libro de Texto Gratuito, aeropuertos, redes telefónicas y telegráficas y la conexión del tren Chihuahua-Pacífico del Norte con la costa del Pacífico. Peña Nieto, hizo más trabajos para su entidad como gobernador. Y ya de presidente el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) que estaría en Texcoco, pero que, como dicen los jóvenes “ya valió…”

Colima, recibió escasos beneficios del presidente Miguel de la Madrid Hurtado, mientras que Guanajuato sí obtuvo los tributos del mandato de Vicente Fox que actualmente se observan en la disminución de la pobreza.

Hoy la pretensión del tabasqueño es dar la vida por su tierra, pero aun no hay algún proyecto que realmente sea viable y no simple calentura.

 

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