*Sobre Juárez y el Liberalismo Mexicano
*Pueblos Indígenas: se les Considera Aparte
*Cómo Llegó a la Ruina Petróleos Mexicanos
*Estragos del Ecocidio que Ocurre en el País
Por Silvestre Villegas Revueltas
En la presente semana el calendario cívico mexicano señala tres fechas a ser consideradas: la nacionalización de la industria petrolera, el nacimiento de Benito Juárez y el inicio de la primavera. Las dos primeras fechas son muy caras a la ideología e imagen de la Cuarta Transformación Republicana encabezada por el presidente López Obrador y por parte, que no la totalidad, de los miembros que trabajan en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Por lo que se refiere a la estación climática del año ésta debe preocupar a los mexicanos porque es la época de “secas” y ello provoca incendios forestales como el tenido la semana pasada en Las Vigas cercano a la ciudad de Perote.
Los profesionales de la investigación en temas mexicanos, particularmente del siglo XIX, hemos señalado un hilo conductor en temas ideológicos respecto a la problemática social del pueblo mexicano, relativo a los asuntos de la economía del país, y finalmente, en lo tocante a las expresiones artísticas que se han sucedido durante la vida republicana de los Estados Unidos Mexicanos. El común denominador es la aparición, fortalecimiento y limitaciones del liberalismo mexicano. Esta corriente de pensamiento y visión del desarrollo humano ha sido particularmente importante para nuestro país, España, Francia y demás democracias del llamado mundo occidental, en cambio muchos liberales hispanoamericanos han visto incumplidos las principales metas de dicha corriente. Para el caso que nos ocupa Benito Juárez personifica los estadios liberales señalados arriba. Juárez nació como indio zapoteca pero cuando aprendió el idioma español, se calzó zapatos y leyó literatura occidental, don Benito se convirtió en el ejemplo orgánico del mestizo de los tiempos republicanos mexicanos. Al respecto, la Constitución federal de 1857 y la de 1917 claramente señalaban que México es un país compuesto de ciudadanos, no de razas, aunque el racismo sea parte consustancial a los mexicanos. Con las reformas constitucionales después del movimiento pseudozapatista, la Constitución estableció una clara distinción que nos vuelve a los tiempos de las castas en la Nueva España: son ciudadanos los mestizos que conforman la mayoría del pueblo mexicano, pero existen otros, que son los pueblos indígenas, se les considera aparte, tienen otros derechos, otras prerrogativas, etcétera. Estimado lector, consulte el texto constitucional del día de hoy y se percatará de la distinción humana/cultural que se plantea. ¿Es un atraso respecto a la igualdad que planteaba el original liberalismo?
Por lo que se refiere al programa económico liberal que comenzó con la primera reforma de 1833 encabezada por el vicepresidente Valentín Gómez Farías, continuó con la generación reformista de Juárez, Miguel Lerdo de Tejada, Jesús Terán y un muy largo e interesantísimo etcétera. Maduró el esquema económico asentado y desarrollado durante el porfiriato hasta su final agotamiento el cual provocó el estallamiento de la Revolución Mexicana, y sobre todo se radicalizó con los medulares cambios constitucionales y legislativos desarrollados hasta 1940. Los anteriores, son cuatro momentos del liberalismo económico que construyeron las bases que sostuvieron los planes económicos desarrollados durante el “desarrollo estabilizador”, luego atacados, deformados y eliminados por los llamados “neoliberales” que son seguidores ideológicos del liberalismo decimonónico, pero practicantes del “crony capitalism” realidad fundamentalmente corruptora. En el marco de la economía mexicana los neoliberales son conservadores, sobre todo si se toma en cuenta que el mundo contemporáneo ya experimentó el socialismo real, las bondades de la social democracia, la envidia del socialismo nórdico y de los experimentos económicos auspiciados desde el estado en Japón, Gran Bretaña, Francia y Alemania en los años de 1960 hasta inicios de 1980.
Respecto a la conmemoración de la nacionalización de la industria petrolera en México debe recordarse que tuvo varias raíces: el concepto sobre la original propiedad de los recursos del subsuelo estipulado en la Constitución de 1917; el ya largo pleito entre las compañías petroleras extranjeras, el sindicato de trabajadores petroleros y la sentencia a favor de los últimos otorgada por la Suprema Corte de Justica, laudo que fue desconocido por las compañías extranjeras. Todo ello, más otras razones de carácter geoestratégico impulsaron al gobierno de Lázaro Cárdenas para que obrase en sentido de la nacionalización. México se convirtió en el único país soberano, pobre y preindustrial en construir y ver florecer una industria petrolera que sustentó durante décadas los presupuestos públicos de la república, al grado de que en alguna ocasión Agustín Carstens indicó que el gobierno mexicano era adicto al dinero resultante de los ingresos petroleros. DESAFORTUNADAMENTE a partir de 1992 y haciendo crisis en el lapso entre el 2010 y 2018, las rapacerías de los gobiernos mexicanos y de una pléyade de empresarios corruptos, sus maquinaciones terminaron por arruinar a Petróleos Mexicanos: el pueblo mexicano exige un castigo para los responsables de semejante daño patrimonial a la nación.
Finalmente, la tercera fecha que se celebra durante esta semana y que corresponde a la estación de primavera, debemos recordar que la república mexicana sufre de los estragos de un ecocidio que ha contaminado nuestros ríos, ha diezmado la mayoría de los bosques nacionales, los habitantes de la república cada vez sufren de mayores calores, menos agua y por ello mismo regiones que padecen sequías que en verdad son problemas nacionales. El gobierno de la llamada Cuarta Transformación no la tiene sencilla porque los males son mayúsculos, el tiempo es corto, el aceite corruptor que mueve a la sociedad mexicana es muy difícil de limpiar y de poder vivir sin él; pero lo peor desde una perspectiva de reseña histórica a futuro es que el profesional de analizar el pasado mexicano señale, que el gobierno de AMLO no hizo las reformas necesarias para enderezar el rumbo del barco mexicano, embarcación que sufre de corrosión, sus máquinas no funcionan adecuadamente y la tripulación está al mismo tiempo fatigada y con un enojo que viene de tiempo atrás.