*En Ciudades y Pueblos “Hablan” los Muertos
*Del “Rápido y Furioso” a la Triste Actualidad
*Arribo por los Mares, vía Aérea y por Tierra
*La Historia Oficial Sobre los Decomisos
*El Unicornio Azul Hace Años se Perdió
Por Nidia Marín
Armado hasta los dientes, así está el sector del narco y del robo de combustibles en México.
No son pistolitas de agua, sino armas de alto poder para hacer la guerra. Son fusiles Barret 50 (estadounidense, derriban helicópteros y son llamadas “mata policías”) y también las de tipo cohete antitanque M72 y AT-4, (extienden aletas al salir), lanzacohetes RPG-7 (soviético, de largo alcance), lanzagranadas MGL calibre 37mm., (alemán, efectivo contra tanques ligeros), granadas de 37 y 40 milímetros, granadas de fragmentación, subametralladoras y pistolas FN Herstal (belga, ergonómica y ligera) conocida como Five-Seven y cientos de “cuernos de chivo”. ¡Ufff!
“Se estima que en México se encuentran circulando ilegalmente cerca de 20 millones de armas de fuego”, señaló el estudioso del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, Jesús González Rodríguez hace tres años.
A este arsenal habrá de enfrentarse la Guardia Nacional -a punto de ser aprobada como reforma constitucional al cumplir con el visto bueno de 17 congresos locales-, cuya estrategia en su momento no se conocerá (como debe ser), aunque falta un trecho para hacerla realidad, ya que se requiere la ley en la materia. En el artículo cuarto transitorio de la reforma aprobada por el congreso federal, por ejemplo, se especifican los lineamientos fundamentales que contendrá la nueva norma, entre los cuales está que el uso de la fuerza deberá apegarse a principios de legalidad, necesidad, proporcionalidad, racionalidad y oportunidad. Además, estará definida con claridad el tipo de armamento letal y armas no letales se podrán utilizar, así como las reglas para cada una.
Nuestra realidad son las armas en calles de ciudades, pueblos y comunidades, los muertos en las cunetas y los campos, aunados al nuevo giro delincuencial de utilizar a pobladores como carne de cañón para evitar a las policías, al Ejército y a la Marina. Los eventos de la semana pasada, en el municipio de Villagrán, Guanajuato, en los cuales los marinos han tenido que enfrentar a la estructura de “El Marro” muestran la barbarie de los delincuentes y el grado de sometimiento de los pobladores.
Sí, los miles de muertos “hablan”, lo mismo en los años pasados que en el nuevo sexenio. En diciembre de 2018 los homicidios crecieron 27% (con 2,842) en comparación con el mismo mes de 2017. Enero de este año cerró con 2,853 y febrero fue por el estilo.
Las bandas de malandrines en México son portadoras de esa gama de instrumentos mortíferos. Al ser detenido Joaquín Guzmán Loera “El Chapo”, en su casa de seguridad Mazatlán, se le encontró una Barret, como parte de su arsenal, aunque tenía dos. Aseguran que el arma, formaba parte del operativo fallido de la Oficina de Alcohol y Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF) “Rápido y Furioso” llevado a cabo en México entre 2009 y 2011. De las 2,000 perdidas sólo se han recuperado poco más de 25%.
Y en esos días hubo un nuevo corrido:
“Las playas fueron testigo / de aquel mal momento / allá por Mazatlán / cuando llego la Marina / tenían ubicado / al Chapo Guzmán…
“Le cayeron por sorpresa / las corporaciones
de la federal / iban cubriéndose el rostro / para que el señor / no los fuera a mirar…”
Ese fracaso de la ATF dejó en nuestro país cientos de armas de grueso calibre por todo el territorio, muchas de las cuales afirman, participaron, de parte de los delincuentes, en acciones tan cruentas como en Rancho del Sol, de Tanhuato, Michoacán (43 muertos); Tlatlaya, Estado de México (22 muertos), Parral Chihuahua (6), Valle de Zaragoza, Chihuahua (3 policías); Puerto Vallarta, Jalisco (15 policías muertos) y Los Mochis, Sinaloa. Casi en todas fueron encontradas algunas de las que se habían “perdido”. Hay quienes dicen que el arsenal se usó en más de 60 asesinatos y masacres.
Pero no fue aquel fiasco el responsable del armamentismo de los delincuentes en México. No. Desde el siglo pasado llegan al país, lo mismo los excedentes de los conflictos latinoamericanos del siglo pasado, que en el XXI procedentes de otros continentes, así como de las fábricas europeas, asiáticas y estadounidenses. Ingresan a través de los agujereados puertos, de las porosas fronteras, vía trenes, naves aéreas, buques y hasta minisubmarinos. También arriban a través del trasiego hormiga desde la frontera norte, en pedacería, en partes o en fracciones. Y sí, muchas fortunas se han hecho con estos instrumentos letales, con la muerte.
Apenas el pasado primero de marzo la Marina informó que personal adscrito a la Octava Región Naval, con sede en Acapulco, Guerrero, logró el aseguramiento de aproximadamente 816 kilogramos cocaína, dos recipientes de marihuana 21 bidones de combustible, además de una embarcación menor con motores fuera de borda de alta potencia (“reformeña”) y se llevó a cabo la detención de tres tripulantes frente a costas de Guerrero.
Mientras tanto, desconocemos si ya no habrá decomisos, si continuarán creciendo los arsenales, con todo lo que significa para los mexicanos con o sin cargo público.
LA HISTORIA OFICIAL, DICE…
La historia oficial expuesta en el Sexto Informe de la Secretaría de la Defensa Nacional del 1 de septiembre de 2017 al 31 de agosto de 2018, la situación del armamento asegurado fue: 2,247 armas confiscadas y se destruyeron 29,181 entre armas y explosivos.
El año anterior, conforme al Informe respectivo, fueron 1,353 las aseguradas y 41,110 las destruidas. En 2015-2016 la cifra fue de 6,700 y 22,292, respectivamente, mientras que en 2014-2015 las cifras llegaron a 17,066 y a 19,320 respectivamente.
En 2013-2014 las aseguradas alcanzaron 35,010 y las destruidas 69,108 junto con 18,729,922 kilos de explosivos.
Y en el primer año de gobierno del sexenio pasado (2012-2013) fueron aseguradas 11,486 armas y destruidas 40,062.
En cuanto a la Secretaría de Marina, en el quinto Informe señaló el aseguramiento de 68 armas cortas, 190 armas largas, 29 embarcaciones de diferentes tipos, así como 241 vehículos terrestres; además aprehendió a 211 personas de nacionalidad mexicana y 13 de procedencia extranjera, que fueron puestas a disposición de las autoridades competentes, como presuntas responsables de cometer delitos contra la salud.
Marina explica también: “Durante el periodo 2012-2017 se ejecutaron 101,991 operaciones contra el narcotráfico con una participación promedio mensual de 4,589 elementos, destacados principalmente en los estados de Baja California, Baja California Sur, Campeche, Colima, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Veracruz y Yucatán, obteniendo los siguientes resultados: se erradicaron 904 plantíos de marihuana y 1,371 de amapola en un área de 183 y 298 hectáreas respectivamente; con esto se evitó que llegaran a la sociedad mexicana 109.5 millones de dosis de marihuana con un valor estimado en el mercado de 242.8 millones de pesos y 6.0 millones de dosis de amapola con un valor estimado en el mercado de 145.3 millones de pesos.
“Fueron asegurados 179,929.8 kilogramos de marihuana y 12,545 kilogramos de cocaína, lo que impidió una producción de 88.5 millones de dosis de marihuana, con un valor estimado en el mercado de 212.8 millones de pesos y 38 millones de dosis de cocaína con un valor estimado en el mercado de 2,244.5 millones de pesos. Como resultado de estas acciones se impidió que aproximadamente 126.5 millones de dosis de estas drogas llegaran a las calles y afectaran a la sociedad.
“De enero a septiembre de 2018 se ejecutaron 12,098 operaciones contra el narcotráfico, con la participación promedio mensual de 3,967 elementos, con los siguientes resultados: Aseguró 1,144 kilogramos de marihuana y 3,868 kilogramos de cocaína, lo que impidió una producción de 572.3 mil dosis de marihuana, con un valor estimado en el mercado de 1.7 millones de pesos y 11.7 millones de dosis de cocaína, con un valor estimado en el mercado de 918.8 millones de pesos e impidiendo la llegada a las calles de aproximadamente 12.2 millones de dosis de estas drogas”.
Además, del 1 de diciembre de 2012 al 31 de diciembre de 2017 se llevaron a cabo 43,761 operaciones en coordinación con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), Policía Federal (PF), Procuraduría General de la República (PGR), y con diversos gobiernos de estados costeros y no costeros del país, con una participación promedio mensual de 1,589 elementos navales, con los siguientes resultados: Se erradicaron 933 plantíos de marihuana y 1,206 de amapola, en un área de 166.2 y 269.1 hectáreas, respectivamente, con lo cual se evitó que llegaran a la sociedad mexicana 99.7 millones de dosis de marihuana, con un valor estimado en el mercado de 217 millones de pesos y 9.8 millones de dosis de amapola, con un valor estimado en el mercado de 272.5 millones de pesos.
Asimismo, fueron asegurados 70,741 kilogramos de marihuana y 10,379.7 kilogramos de cocaína, lo que impidió una producción de 29 millones de dosis de marihuana, con un valor estimado en el mercado de 93.2 millones de pesos y 29.6 millones de dosis de cocaína, con un valor estimado en el mercado de 2,081.6 millones de pesos. Como resultado de estas estadísticas durante el periodo mencionado, se impidió que 168.1 millones de dosis de estas drogas llegaran a las calles y afectaran a la sociedad.
LA SAÑA TOMA LAS REDES SOCIALES
¿Cuál será el camino de la Guardia Nacional? La nueva modalidad de los narcos de registrar sus tropelías vía celular y enviar a las redes su poderío en armamento no deja lugar a dudas. Lo mismo “El Marro” (huachicolero), en Guanajuato, que el Jalisco Nueva Generación en buena parte de México, que rescoldos de “El Chapo” en Sinaloa y Sonora o en el norte de México están armados hasta los dientes.
Hoy, con un anexo al cúmulo de delitos se anexa el “huachicoleo” a pesar de que está severamente penado, poseer o resguardar, de manera ilícita, petróleo crudo o hidrocarburos refinados, procesados o sus derivados, así como enajenar o suministrar gasolina con conocimiento de que se está entregando una cantidad inferior a la debida; sustraer o aprovechar hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos, de ductos, equipos o instalaciones, sin derecho y sin consentimiento de asignatarios, contratistas, permisionarios o distribuidores y alterar los sistemas de medición para la distribución y comercialización de dichos productos.
Y en delitos contra la salud será muy castigado cultivar, producir, transportar, comerciar o suministrar (incluso de manera gratuita) cualquiera de las sustancias que la Ley General de Salud considera narcóticos ilícitos. Sí, es delito federal.
En el combate, la futura Guardia Nacional tendrá la palabra… y la obra, ¿de mayor efectividad? Lo veremos. Pero el Código Penal Federal establece que, en ninguna circunstancia, los particulares podrán vender o poseer armas de fuego que sean del uso exclusivo del Ejército y de la Fuerza Aérea Mexicana.
En cuanto a portar, fabricar, importar o acopiar armas de fuego, sin los permisos correspondientes, es un delito que atenta contra la seguridad pública. Las penas previstas para castigar este delito van de los 3 meses a los 30 años de prisión. En todos los casos se procederá al decomiso de las armas.
Y como dice la canción de Silvio Rodríguez:
“Mi unicornio azul, ayer se me perdió…”