Por Jesús Michel Narváez
Podrán decir misa y desde sus púlpitos de poder asegurar que la inseguridad y la violencia en la Ciudad de México se ha reducido.
La realidad los contradecirá y los dejará sin defensa.
Hace un par de días escuché a unos jóvenes charlar sobre sus autos. Uno de ellos decía: ya no se puede circular en un auto de lujo aunque sea de años pasados. Otro reviraba: sí, es que hay “resentimiento social” y no solamente hurtar el auto sino asesinan al conductor. Uno más confirmaba: un tío mío tiene un meche (Mercedes Benz) y ya lo anda vendiendo para comprarse un coche aunque más caro menos visible.
MISIÓN POLÍTICA le dio cuenta hace un mes de los tres homicidios dolosos cometidos en la alcaldía de Álvaro Obregón y cometidos en agravio de quienes conducían Mercedes, Audi y BMW. No les robaron nada. Solamente los asesinaron. No se sabe del resultado de las indagatorias y si es que se abrieron las carpetas de investigación.
Informes de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), revelan que el robo de autos de lujo ha ido en aumento y aunque por sus medidas de seguridad se les hace más difícil a los ladrones llevárselos, no es impedimento para asesinar a sus conductores.
¿Qué hacer? La gente adquiere su primer auto y después va mejorando sus unidades. Quienes compramos el Vocho como síndrome de “tengo mi auto” seguimos en busca de mejorar nuestro estatus social o simplemente para darnos el gusto de poseer uno mejor.
Quizá hasta uno de lujo.
Sin embargo, ante los múltiples comentarios que surgen en comidas, charlas o tomas de café, parecería que aquellos que tienen autos europeos y americanos con sello de semi-lujo o lujo están condenados a contratar escoltas para que los cuiden o deshacerse de ellos para utilizar uno menos ostentoso.
Si el Presidente usa un Jetta blanco no significa que todo mundo deba tener uno igual o similar. No sería equitativo. Si alguien trabaja y lograr superar los minisalarios y tiene para pagar uno de calidad superior ¿por qué impedirlo? Sin embargo, ante la inseguridad no solamente de que el auto sea robado sino que el propietario o conductor asesinado, quizá lo más seguro es utilizar el taxi. Porque el trasporte público vive ahora la peor crisis por los asaltos a los pasajeros. ¿Cuál es el destino de los autos que daban estatus?
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