Por Jesús Michel Narváez
Hay organismos e instituciones globales. Y muchas. El FMI, el BID, la ONU, la OCDE y las ¡calificadoras!
Como todos sabemos, al presidente López Obrador no le agradan aquellas entidades que se dedican solamente a proteger a quienes “nos saquearon” y en los tiempos de la corrupción galopante no hicieron nada para impedirla.
Ya se explicó hasta el cansancio que las calificadoras mundiales no se fijan en la corrupción sino en la capacidad de pago de los países y sus entidades. En el caso de México dos son fundamentales por estar ligadas umbilicalmente con el Gobierno: Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.
Se entiende la molestia presidencial aunque carezca de razonamiento y seguramente por falta de asesoría de su secretario de Hacienda, Carlos Urzúa.
Sin embargo, lo que derrama el vaso de agua es la afirmación del senador Salomón Jara. Hoy presentará una iniciativa para revocar la autorización a las calificadoras que no se conduzcan con imparcialidad y transparencia.
¡Terrible confusión, Santos senadores, Batman!
Y entran las expresiones vampiresas de Ciudad Gótica: cuas, pun, cáspita y recáspita.
¿Supone el congresista que México puede o no autorizar la calificación que hagan Stándar&Poor’s, Fitch Ratings y Moody´s?
“México está llegando tarde a una discusión sobre la regulación de las calificadoras, ya que ‘lo que ha persistido es el capitalismo de cuates y de amigos, que ‘indudablemente tiene que ver mucho con la colusión entre el poder político y el poder económico”, afirmó con sapiencia sobrada.
El ingeniero químico egresado de la Escuela Superior de Ingeniería Química e Industrias Extractivas del Instituto Politécnico Nacional, declaró que “Vamos a proponer, en el Pleno, que se regule la Comisión Nacional Bancaria y de Valores en el artículo 340. Hasta hoy, en este artículo dice lo siguiente: la Comisión, con el acuerdo de su Junta de Gobierno y previa audiencia del interesado, podrá decretar la revocación de la autorización para organizarse y operar como institución calificadora de valores. Nosotros queremos proponer a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores que ahora tenga la facultad y la obligatoriedad de decretar la revocación de la autorización para organizarse y operar como institución calificadora de valores cuando estas instituciones presenten evaluaciones o calificaciones que no se apeguen a los principios de independencia, objetividad, rigurosidad autenticidad, veracidad, integridad y transparencia o se atente de manera deliberada contra la estabilidad financiera de los mercados o contra alguna empresa o sector determinado».
¿De qué calificadoras está hablando Willis?
Según el legislador las calificadoras no tienen vergüenza. No tienen autoridad para expresar lo que dicen. Le hacen juego al mercado, ya lo expresamos. Nosotros descalificamos porque nuestra economía en nuestro país se está fortaleciendo, contrario a lo que han dicho estas calificadoras.
¡Zambombazo de moralidad, Batman!
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