Por Susana Vega López
Qué tal una comida a base de decadópodo de cinco pares de patas (jaiba o cangrejo azul), o de carídeos, quisquillas o esquilas (camarones) en escabeche, o de crustáceos de color gris verdoso, cuerpo alargado, numerosas patas irregulares con dos especies de pinzas (acamaya), pescados como la negrilla o el robalo y mariscos en general… pues así se presenta la geografía gastronómica tamaulipeca, además de las típicas del norte como la machaca, los cortes de carne o el cabrito al pastor, asado o en su sangre, sin faltar la famosísima carne a la tampiqueña.
Resulta muy interesante que en el sur de Tamaulipas la cocina del mar, ríos y lagunas permita preparar platillos distintivos con jaiba y camarón de agua salada y de agua dulce (a través de la acuacultura); con las acamayas endémicas de los ríos del altiplano y de la zona cercana a la Reserva de la Biósfera “El Cielo”, así como con los productos relacionados al campo, en especial el maíz.
En el sur, la cocina de la costa se consolida como una ruta gastronómica imperdible, sin descartar los sistemas lagunares de la región en donde la pesca de la lobina negra es fundamental en la cocina tamaulipeca, informó el secretario de Turismo de ese estado, Fernando Olivera Rocha, quien anunció que en el próximo Tianguis Turístico -a celebrarse en Acapulco del 7 al 10 de abril-, se darán a conocer los nuevos productos turísticos en Tamaulipas relacionados a las rutas gastronómicas ya estructuradas, ya que existe una gran diversidad de cocina regional muy importante en aquel estado.
“En breve daremos a conocer el programa y política de la cocina de Tamaulipas y obviamente el programa completo de cocineras tradicionales del estado”, subrayó el funcionario.
Refirió que en la parte norte del estado y, por consecuencia, noreste de México, el cabrito y la carne asada son lo relevante de la gastronomía, pero también hay que tomar en cuenta la cocina binacional de la frontera, “con platillos poco convencionales, pero que entendemos de esa vinculación con Estados Unidos y esta dualidad de gastronomías”. Como ejemplo citó que en Mier (Pueblo Mágico), el plato tradicional es la oreja de elefante que es una milanesa de tamaño considerable de vinculación binacional.
Hay otro platillo que se llama la Teodorina que es una hamburguesa con tostadas -en lugar de pan- que lleva queso amarillo, lechuga, salsa y aguacate; es una fusión de las cocinas regionales y es parte de esa condición binacional, reiteró Olivera Rocha. “Empiezan a darse esas combinaciones gastronómicas, esas fusiones que probablemente solo entendemos en la franja fronteriza de México”.
Esta riqueza de productos se traduce en la elaboración de platillos típicos de las cocineras tradicionales que forman parte esencial en el desarrollo del turismo regional, dijo el funcionario en conferencia de prensa realizada en la Ciudad de México donde anunció la Competencia Mundial de Cerveza Artesanal “Aro Rojo” a celebrarse del 26 al 29 de marzo en Tampico y que forma parte de esta oferta turística.
Acompañado por Atenógenes Saldívar, organizador de ese evento, en el que participarán especialistas de 16 países con 950 etiquetas cerveceras, Fernando Olivera explicó que este tipo de actividades, además de dar proyección nacional e internacional, permiten que la gastronomía tamaulipeca se conozca y tenga la difusión debida para el reconocimiento a las cocineras tradicionales y a los chefs del estado.
“Trabajamos en estos momentos en las rutas del Tequila y el Mezcal, de ésta última bebida crearemos un producto turístico desde Ciudad Victoria a Gómez Farías y se pasará por lugares que son reconocidos por su gastronomía a base de carnes de res, de cerdo y de guisos tradicionales de maíz. Estaremos enfocados a resaltar y rescatar la cocina tamaulipeca para darle proyección nacional e internacional”, puntualizó.
Sin duda, cualquier momento es ideal para visitar Tamaulipas y gozar de su gastronomía que no escapa de la influencia de la huasteca y que incluye deliciosos postres y bebidas típicas.
