Un Negrito en el Arroz
Por Horacio Armando Hernández Orozco
“El Infiltrado del KKKlan” (“BlacKkKlansman”), película de 2018, es una comedia dramática sobre eventos raciales en los Estados Unidos, dirigida por Spike Lee, protagonizada por John David Washington (Ron Stallworth), Adam Driver (Flip Zimmerman), Laura Harrier (Patrice), Topher Grace (David Duke) y Harry Belafonte (Activista).
En los 70, Ron Stallworth se convierte en el primer policía negro en Colorado Springs; va ascendiendo de actividades burocráticas y administrativas hasta lograr infiltrarse, junto a otro agente, un judío, en la filial local del Ku Klux Klan.
La cinta está basada en el libro Black Klansman escrito por el propio Ron Stallworth, quien narra los hechos reales que le tocó vivir como un infiltrado en la organización del KKK, no obstante ser un agente policiaco afroamericano; el director Spike Lee retoma la historia, y al final da cuenta de cómo este tipo de organizaciones racistas aún están vigentes al amparo del presidente Donald Trump.
LA INGENUIDAD DE UN NOVATO
Ron ve que la policía de Colorado Springs está contratando minorías, razón por la cual decide ingresar a la corporación policíaca, donde es entrevistado con asombro por el comisario, pues será el primer oficial de color del Departamento de Policía; al principio le asignan labores administrativas en el archivo de expedientes, hasta que su jefe lo incorpora como agente infiltrado para que asista a una reunión de Las Panteras Negras, organización que es clasificada como terrorista, donde conocerá a una líder estudiantil de nombre Patrice.
La primera impresión que da la cinta es que Ron será ese espía que actuará en contra la gente de color, que se volverá ese traidor a la lucha de derechos civiles a favor de los afroamericanos, pero ello sólo es el pretexto para que el espectador se percate de que en esa época, la gente de raza negra tenía odio y rencor a la policía, pues por aquel entonces los policías eran vistos como enemigos por las organizaciones reivindicativas afroamericanas.
LA INGENUIDAD DE UN POLICÍA DE COLOR
Ron comprende que su labor en el cuerpo de policía será siempre limitada, hasta que ve en un periódico local que el Ku Klus Klan está reclutando miembros, por lo que decide llamar para pedir informes; sus compañeros escuchan con asombro la llamada y terminan por soltar una carcajada, pues el novel policía ha usado su nombre verdadero.
En el libro, en el cual se basa la película, el verdadero Ron Stallworth narra que vio un anuncio clasificado pidiendo a todos los interesados en unirse al Ku Klux Klan que se pusieran en contacto a través de un apartado de correos, envió una misiva usando su nombre real, pero haciéndose pasar por un hombre blanco, pues se imaginaba que recibiría algunos folletos y revistas por correo, pero unas semanas más tarde sonó el teléfono, y la persona al otro lado le preguntó si le gustaría unirse a la causa supremacista, sin saber que era el propio líder David Duke quien lo contactó.
David Duke Ernest es un historiador, activista, escritor separatista de la población blanca y político de extrema derecha estadounidense, llamado asimismo como líder “Gran Mago” del Ku Klux Klan; es reconocido por sus declaraciones y libros en que defiende la preservación de la herencia blanca europea y la civilización occidental en los Estados Unidos; fue miembro de la Cámara de Representantes de Luisiana y ex representante republicano del Estado de Luisiana, también fue candidato en las primarias presidenciales en 1988 y 1992.
LA INGENUIDAD DE UN POLICÍA JUDÍO
Al saber que ha sido contactado por el gran líder del movimiento, Ron informa a su jefe, viendo la oportunidad de infiltrarse en la organización, pero ¿cómo podría un hombre color ser miembro activo del Ku Klux Klan? Para ello recurren a su compañero policía, Flip Zimmerman, un judío que no se había parado a pensar demasiado en su religión hasta entonces.
Cuando en el 1978, Stallworth contestó afirmativamente al llamado de David Duke, arranca una de las investigaciones encubiertas más audaces e increíbles de la historia. Su compañero Chuck interpretó al Stallworth «blanco», mientras él mismo dirigía las conversaciones telefónicas posteriores; el propio “Gran Mago”, se define como racialista, y sostiene que “todas las personas tienen un derecho humano fundamental para preservar su propia herencia cultural”; está a favor de la segregación racial voluntaria y además, en la conferencia negacionista de Irán de 2006 afirmó que “El Holocausto es el mecanismo utilizado como pilar del imperialismo, la agresión, el terror y el asesinato sionistas.”
Es obvio que existía un doble peligro, no sólo para el Ron que se comunicaba por teléfono, sino para también el Ron que asistía a las reuniones locales de la “Organización”.
“AMERICA FIRST”
David Duke decide asistir a Colorado Springs para dirigir la ceremonia de iniciación de los nuevos miembros de la “Organización”; y como una broma de mal gusto, el jefe de policía designa a Ron como miembro de seguridad del supremacista Duke, quien en su fervoroso discurso alienta a sus correligionarios con la frase “America First”.
Donald Trump, tanto en sus mítines como candidato y ahora como presidente de los Estados Unidos, gritonea ante un público enfervorizado: “America First”; sí, curiosamente el mismo eslogan que gritaba el “Gran Mago”, líder del Ku Klux Klan en los Estados Unidos de los años setenta, época de asesinatos políticos, de la guerra de Vietnam, de los movimientos por los derechos civiles; de hecho, Duke en febrero de 2016, pidió a los oyentes de su programa de radio apoyar la candidatura de Trump, pues estaría en juego el futuro de los norteamericanos de raza blanca y votar en contra del candidato sería una traición a la herencia europea de los blancos.
El mensaje de la película es claro y potente, de ahí la inclusión de un efectivo epílogo, a través de imágenes de archivo, de los disturbios de Charlottesville de 2017, en donde murió atropellada Heather Heyer, por un racista neo nazi; esta escena final subraya el hecho de que la realidad de la historia no ha cambiado y es una amenaza con la que todavía hay que lidiar.
La trama del filme transcurre en la década de los setenta, y es clave la escena en que un policía blanco le explica a Ron, único policía negro, que la forma de inocular ideologías xenófobas en aquellos ciudadanos que no se consideran racistas es suministrarlas diluidas en otros temas, como los problemas de inmigración o los impuestos; y que de ese modo, añade, algún día los estadounidenses acabarán llevando a la presidencia a alguien que personifique esos ideales; Ron se manifiesta escéptico y afirma que “en este país” nunca llegará a presidente alguien “con esas ideas y esas palabras” de confrontación, pero que tan equivocado estaba; y a todo esto ¿cómo es posible de que después de un presidente afroamericano llegará a la Casa Blanca una persona con ideología xenófoba?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…