*No se Duda que Utilicen Paraísos Fiscales
*El uso de Tarjetas de Débito o de Prepago
*Y el “Pitufeo” vía Trasferencias Bancarias
*También Compra de Inmuebles y Vehículos
*Santiago Nieto Castillo hoy Tiene la Palabra
Menos balas y más inteligencia financiera. Es excelente la medida dada a conocer por el vocero presidencial Jesús Ramírez Cuevas, acerca de congelar las cuentas de algunos presidentes municipales, ex funcionarios de Pemex y legisladores. No se sabe el número hasta ahora, aunque se han señalado a cinco.
Faltan cientos y hasta miles que participaban en el negocio, entre los cuales están trabajadores sindicalizados y de confianza, pero por algo se empieza, siempre y cuando no vayan a recibir el perdón de “las buenas conciencias” que hoy nos están gobernando.
Desde hace por lo menos doce años, los especialistas, mexicanos sobre todo, pero también extranjeros han estado insistiendo en la necesidad de impulsar la inteligencia financiera para resolver una serie de problemas que se han estado presentando en México y en diversos países del mundo.
Ramón García Gibson entonces en el Instituto Nacional de Ciencias Penales, explicaba la urgencia de renovar, ajustar y aplicar los mecanismos que el gobierno mexicano había creado desde 2004 -la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF)-, cuya principal función de acuerdo con los criterios internacionales, era el ser una instancia gubernamental central y nacional responsable de recibir, analizar y diseminar información financiera concerniente a operaciones bajo sospecha de estar relacionadas con el lavado de dinero o el financiamiento al terrorismo (LD/FT).
Para la prevención del lavado de dinero se empezó por dar un seguimiento y supervisión de las actividades cotidianas con el fin de detectar comportamientos que podrían ser conductas ilícitas en potencia.
Para tal fin se debió y se debe analizar un gran número de operaciones financieras y comerciales. El combate, han dicho los gobiernos anteriores, pretende determinar fehacientemente el origen ilícito de los activos empleados por criminales y aportar evidencia plena de las transacciones en la economía o el sistema financiero a través de los cuales se administran dichos activos.
En esta nueva administración fue designado (vía el Congreso de la Unión), para encabezar la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo.
Quizás, entre sus pendientes esté el caso Oderbrecht y sea posible que hoy, ante los casos de huachicoleo que se combaten, ocurra lo que Jesús González Rodríguez, en su trabajo “El lavado de dinero en México, escenarios, marco legal y propuestas legislativas”, en su trabajo para el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública, señaló:
“El lavado de dinero es uno de los delitos más graves de la criminalidad organizada contemporánea. Su evolución en el derecho internacional y en los marcos legales de los estados, demuestra con suficiencia que se trata de una práctica que ha marcado sus propias tendencias en la sociedad actual.
“En esas condiciones, las actividades ligadas al lavado de dinero representan riesgos en diversos aspectos, además de las obvias lesiones al tejido social, esta actividad puede afectar el sistema económico en la medida en que debilita la integridad de los mercados financieros, pudiendo generar el riesgo de disminuir el control de la política económica, contribuyendo a introducir distorsiones e inestabilidad en los mercados, propiciando la pérdida de ingresos fiscales y representando un riesgo para las instituciones financieras y la economía en su conjunto”.
El asunto es que los denominados “huachicoleros de cuello blanco” podrían estar utilizando los paraísos fiscales para esconder su dinero mal habido (también los huachicoleros de cuello azul, es decir, trabajadores de confianza y sindicalistas).
De ahí la importancia de lo escrito por el especialista y también de lo que decidan realizar en la Unidad Financiera de la Secretaría de Hacienda, porque…
Otras de las modalidades más novedosas, “consisten en el uso de tarjetas de débito o de prepago en donde se hacen depósitos diarios y otras personas retiran esos depósitos desde otros países, lo cual permite mover grandes cantidades de efectivo de un país a otro prácticamente sin ningún control. Una variante más es la conocida como “pitufeo” que consiste en fraccionar trasferencias bancarias depositando poco dinero en muchas cuentas y los titulares de esas cuentas, a su vez, giran cheques hacia una misma cuenta concentradora, enviándolo después hacia otros países.
“Además de las habituales prácticas de compra de inmuebles, vehículos, joyas, centros de apuestas y los juegos de lotería, en últimas fechas ha surgido la práctica de cotizar de manera excesiva obras de artistas desconocidos o de dudoso mérito artístico, por medio de sucesivas operaciones de compraventa avaladas por un notario”.
Santiago Nieto Castillo tiene la palabra y la Procuraduría General de la República (próxima fiscalía) la obra.